Las chicas de la culpa, así se llama la obra humorística que viene vendiendo 800 entradas por función vía streaming y que ahora podés ver de manera presencial, todos los viernes de julio a las 21 en la sala Pablo Neruda del Complejo Paseo La Plaza.
El proyecto comenzó de la mano de las comediantes Connie Ballarini, Malena Guinzburg, Natalia Carulias, Dalia Gutmann y Fernanda Metilli por medio de YouTube en 2020 (pueden ver 8 programas en el canal de Stand up Argentina).
¡Las visualizaciones fueron más de 200 mil! Luego Gutmann decidió dar un paso al costado, sin dejar de mostrar su apoyo, y las demás continuaron con un par de funciones presenciales y muchas vía streaming.
Por qué son tan especiales
El éxito nunca paró, ni en los peores tramos de la pandemia. Mucha gente se preguntará qué tiene de especial esta obra.
Ya de por sí todos quieren saber de qué hablan las mujeres a puertas cerradas, con tragos de por medio, y las chicas de la culpa se ocupan cada función de desarrollar distintos temas sin vergüenza al qué dirán.
Las personalidades de cada una forman una perfecta amalgama, a pesar de ser muy distintas entre sí, hay muchos puntos en común en cuanto a las realidades que desmenuzan. Los temas a tratar son varios (dependiendo de las funciones, ya que todas son diferentes): la infancia, la familia, la autoayuda, las drogas, las citas, el amor, el sexo, los ex, las mentiras, la pandemia…
También hay una sección “sin filtro” que, en la función de esta noche, por ejemplo, girará en torno a “las fantasías”.
Durante más de una hora (o dos) en escena, Connie, Male, Nati y Fer hacen de todo. Las conversaciones escalan a un nivel de éxtasis que traspasa cualquier barbijo.
También hay juegos y compiten entre ellas, a tal punto que uno siente cierta empatía e hincha por tal o cual grupo.
Además, hay mucha participación del público presencial, muchas veces sin darte cuenta te encontrás aplaudiendo de la risa o contando algo que jamás pensabas contar delante de un montón de personas que no conocés… La magia del teatro.
A pesar de las risas, la obra también puede volverse emocionante y hasta provoca una cierta compasión, sobre todo gracias a anécdotas de las cuales, seguramente, la mayoría de las personas vivió y atravesó. A modo de terapia, el drama y la risa suelen llevarse muy bien.
En Las chicas de la culpa todas son protagonistas, originales y graciosas por igual. Cada función es única y por eso gran parte del público reincide para verla una y otra vez.
Las entradas se sacan por Platea Net, y hay descuentos de hasta 15% con varias tarjetas de crédito.
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