Virginia Vera: conocé a esta make up artist uruguaya que triunfa en el mundo

Tras sus inicios en el maquillaje artístico sobre el cuerpo, Virginia dio un gran salto en su carrera al formar parte del equipo de Pat McGrath, una de las maquilladoras más influyentes del mundo que destaca por la teatralidad de sus ideas. Esta experiencia la llevó a participar en desfiles icónicos en la historia de la moda contemporánea como Valentino, Maison Margiela o Louis Vuitton, convirtiéndose en una referencia indiscutible dentro de la industria.

Desde New York, charlamos con Virginia para conocer más sobre su trabajo, sus procesos creativos y sus recomendaciones para quienes quieren seguir sus pasos.

 

 

-¿Qué significa para vos el maquillaje de moda?

-Le hacés esta pregunta a una persona enamorada de su trabajo. Para mí, el maquillaje de moda es una mezcla de arte y tendencia. La moda siempre ha coqueteado con el arte, y el maquillaje no es ajeno a este vínculo. Es una forma de expresión muy poderosa que me apasiona profundamente.

Además, el maquillaje de moda nunca se hace solo; siempre es un trabajo en equipo. Diseñadores, estilistas, directores de arte... todos colaboran para crear algo único, ya sea un desfile o una editorial. En este engranaje, el maquillaje es una pieza esencial que da vida al concepto creativo.

-¿Cómo llegás a un diseño para un desfile o una editorial?

-Generalmente, todo parte de un concepto. En el caso de un show, ya existe una idea que se quiere transmitir con la colección. A partir de ahí, comienza el proceso creativo: diseño varias propuestas, pruebo y ajusto hasta encontrar la que funcione.

Recuerdo un desfile en París, Maison Margiela Couture 2019. John Galliano tenía un concepto increíble de proyecciones, donde las telas parecían reflejar lo que había a su alrededor. Pasamos un día entero trabajando: maquillábamos, fotografiábamos, probábamos de nuevo... y así hasta encontrar el diseño final. Fue un proceso intenso, pero

ver el resultado en la pasarela fue mágico. Siempre pienso en la frase de Picasso: "La inspiración existe, pero tiene que encontrarte trabajando".

 

 

-¿Qué preferís, el show o las editoriales?

-Ambos tienen su magia. El show es pura adrenalina: muchos modelos, poco tiempo, luces... una locura total. Es agotador, pero adictivo. Terminas la temporada diciendo "nunca más", pero después extrañas esa locura y vuelves.

Las editoriales, en cambio, son más pausadas y permiten trabajar cada detalle. Si es una producción de beauty, el maquillaje y el pelo se lucen mucho más. Amo las tomas de macro, donde cada detalle cuenta. Para lograr perfección, uso lentes lupa con luz; parezco una loca cuando me los pongo, pero son una gran herramienta.

-¿Cuál fue tu portada favorita junto a Marie Claire?

-Es difícil elegir una, porque todas tienen algo especial. Pero amé el especial de Chanel, porque Chanel es Chanel, pura magia. Todo comenzó con un intercambio creativo con Ash Mateu, la estilista y directora creativa de esa portada y terminó siendo una de mis portadas favoritas. No todos los días tienes la oportunidad de trabajar con la colección de Alta Costura. También amé la portada que hice con Valentina Ferrer, donde el equipo fue increíble y ella es una bomba absoluta al igual de la que hice con Juana Burga. Y la última que hicimos con la alemana Leonie Hanne, fue increíble! No solo ella es un ícono de moda sino que fue un placer hacer la portada en el marco del lanzamiento de la línea de Dolce & Gabanna Beauty porque los productos son soñados.

 

 

-¿Cómo fue el proceso creativo para diseñar el maquillaje que acompañó la portada de alta Costura de Chanel?

-El proceso creativo es una sinergia de investigación, experimentación y colaboración. Todo comienza con un análisis profundo del concepto del proyecto, ya sea un desfile, una campaña o una editorial.

Comencé haciendo algunos bocetos, convencida de que quería incorporar cristales negros muy pequeños y delicados para capturar esa dualidad de sofisticación y fuerza. Hubo un enriquecedor intercambio creativo con Ash, donde compartimos referencias, conceptos y estilos para alcanzar algo que no solo fuera elegante y sutil, sino que también tuviera la fuerza para acompañar una colección de alta costura en una portada.

-Cuando trabajaste en el maquillaje de las portadas de Valentina Ferrer y Juana Burga, ¿qué buscaste destacar en cada una?

Trabajar con mujeres multifacéticas, como Valentina Ferrer, con su perfil empresarial y nutricional, o Juana Burga, quien combina su carrera como actriz y diseñadora, es un desafío único. Estas mujeres no solo son referentes en sus respectivos campos, sino que también poseen una imagen muy definida y cuidadosamente construida. Mi trabajo consiste en empoderarlas a través de su propia esencia, respetando y potenciando aquello que las hace únicas. Siempre digo que la relación entre el maquillador y la persona que ocupa la silla es fundamental; es un vínculo casi íntimo, donde la confianza y la conexión son clave para lograr un resultado que refleje su auténtico poder y personalidad.

-La tapa con Leonie Hanne también fue acompañada del lanzamiento de la línea de Beauty de Dolce & Gabbana. ¿Cómo fue esa experiencia?

-¡Maravillosa! Trabajar con alguien de su calibre puede ser intimidante. Es una mujer que lleva años en la industria y se conoce a la perfección. Esto implica que uno debe llegar completamente seguro de lo que va a hacer, sin dejar cabos sueltos y con todo perfectamente planificado para evitar errores.

En este caso, trabajamos con la colección de Dolce & Gabbana Beauty que es fantástica, con productos de larga duración que facilitan el trabajo. Por ejemplo, el labial líquido rojo 405 asegura unos labios perfectos durante todo el día, lo que me permitió concentrarme en cambios de look en lugar de retoques constantes. Esa confiabilidad en los productos fue clave para lograr un resultado impecable y realzar aún más la presencia magnética de Leonie. D&G Beauty es una marca que me encanta para alfombra roja o fiestas por su durabilidad.

at Ash Mateu