A medida que se acerca la primavera, las pieles maduras requieren un enfoque de cuidado facial que combine renovación, nutrición profunda y protección. Los meses fríos pueden dejar la dermis apagada, deshidratada y con una textura irregular, por eso es ideal comenzar con exfoliaciones suaves que eliminen células muertas sin agredir la piel.
Tratamientos con ácidos frutales, como el ácido láctico o mandélico, ofrecen una renovación celular progresiva y respetuosa, revelando una piel más luminosa y receptiva para el cambio de estación.

TRATAMIENTOS FACIALES EN INVIERNO
Para potenciar la firmeza y elasticidad, los expertos recomiendan incorporar tecnologías como la radiofrecuencia facial o la mesoterapia con vitaminas. Estas técnicas no invasivas estimulan la producción de colágeno y mejoran visiblemente el contorno del rostro, ofreciendo resultados progresivos que celebran la belleza natural sin transformar radicalmente.
En pieles maduras de mujeres mayores de 60 años, estos métodos se destacan por su efecto tensor sin riesgos, convirtiéndose en aliados clave antes de los meses cálidos.
ÁCIDO HIALURÓNICO
En cuanto a hidratación, los tratamientos con ácido hialurónico de bajo peso molecular siguen siendo protagonistas indiscutidos. Aplicado mediante sérums, cremas o incluso en sesiones de bio-revitalización profesional, este activo ayuda a recuperar el volumen perdido y suavizar líneas de expresión.
Combinar activos antioxidantes como la vitamina C o el resveratrol, ofrecen una barrera contra los daños oxidativos propios del aumento de exposición solar primaveral.
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