Te contamos cuál es el tratamiento de piel ideal para tu edad

Por lo general confiamos en la recomendación de belleza que nos hacen nuestras familiares, amigas o conocidas, pero en realidad cada piel es diferente, y va cambiando de año a año y también según las estaciones. Esto quiere decir que la piel no tiene las mismas necesidades en alguien de 20, 30 o de 50 años, ni tampoco en verano o en invierno.

¿Cómo tenemos que cuidar nuestra piel?

Como ya mencionamos las necesidades de la piel van variando según la etapa de la vida en la que te encuentres, por eso hay que responder de la forma más específica posible, si no lo hacemos, por más que los productos sean muy buenos, no van a tener el efecto deseado. En la medicina estética el resultado de cada tratamiento varía dependiendo la edad, la cantidad de años de la paciente es un factor fundamental a la hora de elegir el tratamiento adecuado, es esencial entender que no todas las técnicas y productos funcionan de la misma manera en las diversas etapas de la vida. 

Es cierto que se puede usar el mismo tratamiento en diferentes edades, no está mal hacerlo siempre y cuando lo adaptemos a las necesidades de la piel de cada edad, así no se convierte en un tratamiento estándar más.

Te contamos cuál es el tratamiento ideal según tu edad

Si tenés entre 20 y 30 años:

Se trata de prevenir los signos de la edad, tenés que empezar a tratar la piel porque una vez que aparecen es más difícil de solucionar. Son tratamientos suaves, nada invasivos, sólo para prevenir el envejecimiento de la piel, en estos casos es ideal tratar problemas como el acné, la celulitis o potenciar la luminosidad.

Podés realizarte en el cuerpo exfoliaciones, masajes reductores, radiofrecuencia multipolar, y en la cara tratamientos de hidratación, limpiezas y peelings faciales superficiales de principios activos, IPL para eliminar el acné y sus cicatrices. 

Entre 30 y 40

Lo ideal es evitar el envejecimiento prematuro. Empezamos a perder grosor en la piel por lo que empiezan a aparecer las primeras imperfecciones, pero todavía podemos prevenir problemas más graves.

En el cuerpo podés combinar la carboxiterapia, bioestimulación, ultracavitación o radiofrecuencia con mesoterapia para potenciar la disolución de la grasa, desintoxicar y reafirmar. Y en cuanto a la cara podes hacer sutiles rellenos de ácido hialurónico, pequeñas inyecciones de botox, en bajas dosis y plasma rico en plaquetas (PRP) o tratamientos de radiofrecuencia facial.

Entre los 40 y los 50

A esta edad la piel tiende a resecarse y a perder vitalidad porque disminuyen los estrógenos, se frena la estimulación de colágeno y elastina. Hay que ponerle mucha atención al contorno de ojos, ya que es la primera zona en la que se nota el paso del tiempo, el cansancio y la falta de sueño logran que nuestro aspecto se vea más envejecido con ojeras, bolsas y patas de gallo.

En este caso además de incorporar los tratamientos de la etapa anterior tenés que sumar los enfocados a nutrir intensamente y a atenuar las arrugas más marcadas, que pueden ser, el ácido hialurónico, los hilos tensores, la bioplastia o el lifting no quirúrgico con ultrasonidos. En el caso del cuerpo se recomiendan las envolturas reductoras y reafirmantes, que mejoran la circulación y activan el sistema linfático.

Tratamientos para mayores de 50

A esta edad tenemos que combatir las arrugas, hacemos de todo para tratar de disimularlas y suavizarlas, tenemos que evitar que se vuelvan más profundas, especialmente las que surgen por los signos de expresión. Además nos enfocamos en la flacidez para modificar el óvalo facial.

Lo ideal es implementar tratamientos corporales que sean masajes reductores combinados con drenajes linfáticos y en el rostro tratamientos con ácido hialurónico, biolifting facial con inductores de colágeno y plasmafrecuencia.

Lo importante es tener en claro que no podemos luchar contra el paso del tiempo, que tenemos que elegir cuál es el tratamiento de piel ideal según nuestra edad pero sin obsesionarnos, sólo atendiendo nuestras necesidades y exigencias sin caer en frivolidades y rostros artificiales.

ML