¿Quién no está cansado en nuestro país? Según el último informe regional Burnout 2022, casi nadie, dado que el 86% de los argentinos se reconoce afectado por agotamiento físico, emocional y mental generado por situaciones de estrés crónico. Más allá de las consecuencias psicológicas de vivir en permanentemente estado de agotamiento, tener cara de cansado puede afectar la autoestima y hasta la profesión, transmitiendo a los demás una imagen personal que no es la que se quiere generar.
“Mucha gente me cuenta eso. Por ejemplo, una maestra que está frente a sus alumnos y me dice que parece enojada y genera algo en el otro que no coincide con lo que ella siente o piensa”, explica Natalia Duguech, médica especialista en medicina estética, quien realiza tratamientos para combatir este problema. Lo más común es que las personas que recurren a la medicina estética quieran verse más jóvenes, pero el objetivo debería ser verse lo mejor posible con la edad y la experiencia que uno tiene y así poder transmitir una mejor imagen. Hoy se busca realzar la belleza natural, disminuir los rasgos que pueden ser de cansancio, enojo o tristeza, suavizando las expresiones.
Una cara puede verse cansada por diferentes motivos. Por ejemplo: el descenso del final de las cejas, párpados caídos sobre el ojo u ojeras profundas. Entonces, se trabaja sobre esas zonas usando botox para levantar el final de las cejas o suavizar las arrugas del entrecejo. También se puede rellenar las ojeras, lo que da por resultado una mirada más despierta. De la misma manera, se pueden aplicar diversos tratamientos para tratar la piel. Al darle un aspecto más lozano y luminoso, la persona aparentará estar más descansada.
QUÉ HACEN LOS BIOESTIMULADORES
En esta línea, a los tratamientos ya mencionados se suman otros que ayudan a que la piel se vea más fresca y suavizan los rasgos no queridos. Uno de ellos es el uso de bioestimuladores. “Lo más pedido es el botox y los rellenos, pero hoy están tomando mucha importancia los bioestimuladores, que son sustancias que logran estimular a las células que se van haciendo más lentas con el tiempo y las hacen formar colágeno y sustancias que se van produciendo cada vez en menor medida con el paso de los años. Eso logra que la cara esté fresca”, señala Duguech.
Más allá del tratamiento que se elija, es importante previamente la elección del profesional que lo va a llevar a cabo. Hay mucha información en redes sociales sobre cirugías y tratamiento que, por desconocimiento, pueden llevarnos a tomar una decisión que podemos lamentar.
Es fundamental confiar en el profesional elegido, que sea alguien con quien uno pueda sentirse representado, y verificar que logre resultados naturales de manera que el paciente se sienta tranquilo y pueda lograr una mayor autoestima.
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