Sutil, sofisticado y versátil, el nude no solo resalta la elegancia de las manos, sino que también tiene un efecto rejuvenecedor inmediato. A diferencia de los clásicos rojos intensos o el blanco puro, este tono neutro se adapta a la piel y al look de cada persona, logrando un acabado delicado y atemporal.
Especialistas coinciden en que el color de uñas influye directamente en la percepción general de las manos: el tono correcto puede suavizar rasgos, alargar visualmente los dedos y aportar una apariencia más fresca. El nude cumple con todos esos requisitos: es elegante, sobrio y genera una sensación de limpieza y prolijidad que pocos colores logran.
La apuesta global de la temporada
Este tono ya es protagonista en las principales capitales de la moda europea, donde comenzó a imponerse en pasarelas y redes sociales durante la primavera boreal. Todo indica que será el color insignia del invierno en el hemisferio sur. Una de sus embajadoras más icónicas es Carolina Herrera, que suele llevar sus uñas pintadas en tonos neutros, consolidando su estatus de clásico moderno.
Cómo elegir el nude ideal según tu tono de piel
La gran virtud de esta tendencia es su amplia gama de matices, que permite personalizar el color según el tono de piel de cada persona. Algunas claves para acertar:
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Piel clara: nudes rosados, pasteles, cereza o burdeos.
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Piel media u oliva: tonos corales, rosa intenso, rojo clásico, terracota.
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Piel morena u oscura: colores vibrantes como fucsia, naranja, dorado o verde esmeralda.
El nude, lejos de ser monótono, se transforma así en una opción adaptable, versátil y siempre elegante.
La cara oculta de la manicura impecable
Junto al auge de la manicura semipermanente, también crecen las alertas sobre algunos riesgos asociados. Un reciente estudio del CONICET, liderado por la científica María Laura Dántola, advirtió sobre los posibles efectos adversos de las lámparas LED utilizadas en manicuras de larga duración. Según la investigación publicada en Chemical Research in Toxicology, incluso exposiciones breves (de apenas cuatro minutos) pueden alterar enzimas clave en la producción de melanina, afectando así la protección natural de la piel frente a la radiación.
Aunque la tecnología LED ha evolucionado, la falta de regulación y estudios a largo plazo mantiene la recomendación de moderar su uso y buscar alternativas más seguras para cuidar tanto la estética como la salud.
Minimalismo chic: menos es más
El nude no solo conquista por su estética sino también por su practicidad: es un color que combina con todo, disimula el desgaste natural de los días y permite mantener una imagen prolija por más tiempo, sin necesidad de retoques constantes.
Este invierno, la consigna es clara: sutileza, elegancia y cuidado. Y el nude, con su capacidad de adaptarse a cada estilo y resaltar la belleza natural de las manos, es la mejor síntesis de esta tendencia.
at Milagros Cabrera.
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