Kate Winslet: cómo es la serie con la que regresa a la pantalla chica
La actriz vuelve a HBO con Mare of Easttown, estreno del próximo domingo 18. Sin spoilers, claves y sorpresas de lo que vimos en un exclusivo adelanto.
A fines de marzo de 2011 Kate Winslet comenzaba a mostrarle al mundo los múltiples vericuetos de Mildred Pierce, esa audaz madre soltera creada por James Cain que hace malabares para sostener a su familia en medio de la fatal recesión y crisis económica desatada por el crack de 1929.
Fue, tras una larga seguidilla de éxitos, consagraciones y premios en cine, su esperado desembarco en la televisión, en la pantalla de HBO y junto a su colega y amigo Guy Pierce.
Y ahora, a prácticamente diez años exactos de aquel estreno, Kate vuelve a la misma pantalla (hoy también plataforma) y nuevamente junto a Guy para la miniserie Mare of Easttown, estreno del próximo domingo a las 22. Serán solo 7 episodios, de estreno semanal y de una hora de duración cada uno.
De qué va Mare of Easttown
Esta vez, no habrá un viaje al pasado sino una inmersión profunda en el presente a través de la historia de Mare, una detective de policía de un pueblo chico (el Easttown del título, que realmente existe, en el Estado de Pennsylvania) que está bastante hastiada de todo.
Y acá entramos en “peligro, zona de spoilers”, pero evitaremos esa senda hablando sólo de las premisas básicas (esas que aparecen en los primeros minutos) que plantea la serie.
Divorciada, solitaria, bastante cansada y desilusionada de la vida, Mare es casi una celebridad en esa comunidad cerrada y algo endogámica, donde todas las personas la conocen por un antiguo momento de gloria: el tiro ganador con el que su secundaria se llevó el torneo estatal de basket.
Más allá de que no soporta esas remembranzas, sus penas (que oculta bajo una gran capa de parquedad) están exacerbadas por un hecho en particular: la desaparición de la hija de una de sus amigas del colegio, un caso que nunca pudo resolver (ni aportarle pistas de ningún tipo).
La repentina irrupción de un nuevo crimen (tan desesperante como aquel) pondrán en primer plano, y en la esfera pública, muchos de sus peores fantasmas.
Con muchos guiños y usos del policial clásico (y cierto aire a obras renovadoras como Twin Peaks), Mare of Easttown es también un ejemplo del drama “persocial”.
Sí, al igual que con aquella Mildred Pierce, las batallas cotidianas y personales de esta conflictuada Mare sirven para avanzar y desenmarañar una telaraña de problemáticas sociales de, en este caso, la actual Norteamérica profunda.
Alcoholismo, marginalidad, violencias varias, embarazos adolescentes y algunos “cristales rotos” son algunas de ellas, siempre con esa gélida y gris localidad del noroeste de Estados Unidos como telón de fondo.
En el elenco aparecen (y sorprenden) varias nuevas caras jóvenes y el ya citado Guy Pearce, junto a Julianne Nicholson.
Por supuesto, la gran estrella es ella, una cada vez más experimentada Kate que se presta en cuerpo y alma a su personaje.
Estrena el próximo domingo a las 22 por HBO. Un datito: para los clientes de Directv, este fin de semana (desde hoy hasta el domingo a la medianoche) habrá un “freeview” de esa señal por lo cual podrán ver el primer episodio estreno sin costo adicional.
Noticias Relacionadas
-
Ascenso y caída: el documental que retrata a John Galliano
-
“Bebé reno”: el caso real de acoso y obsesión que inspiró la perturbante serie de Netflix
-
“The Tortured Poets Department”, el álbum de Taylor Swift que expone en su lado más humano y sentimental
-
Estudio 330: Diseño visual en el Barolo
-
Elvira Sastre revela cómo vuelve a sí misma en medio de las giras: “Mis perros, terapia y jugar a la Play”
-
En primera persona: "Tuve lepra y me curé”
-
Harry y Meghan preparan dos nuevas producciones para Netflix
-
María Zanetti: la directora argentina presenta "Alemania", una película sobre la la salud mental y la adolescencia en los 90
-
Emilia y la cultura pop de los 2000: la argentina que logró reivindicar un movimiento con su música
-
Marie Claire + Ampersand: una alianza literaria que no te podés perder