En pleno verano boreal la decisión de Isabel II sorprendió a todos. Lo que sucede es que las semanas de confinamiento afectaron económicamente a Inglaterra, y por supuesto, también a la realeza, que mediante la venta de entradas y souvenirs a sus sitios emblemáticos suma una buena cantidad de dinero a la Royal Collection Trust. La monarca, ni lerda ni perezosa, y con el fin de no entrar en una crisis mayor tuvo una gran idea.
Las redes sociales de la corona británica anunciaron que el East Terrace Garden del castillo de Windsor será abierto al público después de 40 años. Este jardín del foso es el lugar en donde contrajeron matrimonio los mismísimos Meghan y Harry hace pocos años. Varias especies de árboles, rosales de varios colores (se calculan que 3500) y una gran fuente son apenas algunas de las características más remarcables de este jardín que tiene hermosos caminos para recorrer y tener siempre una hermosa vista del castillo de Windsor.
La residencia, en la cual la reina pasó su cuarentena inicial antes de partir a Escocia, abrirá los fines de semana de agosto y septiembre. El espacio, que data de 1820, ya tiene reservas para visitarlo el primer sábado en que se habilita al público. El Reino Unidos sigue expectante para ver qué otra decisión tomará Isabel II para salvar la recaudación de las arcas de la realeza británica.
at Redacción Marie Claire
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