El lupus es una enfermedad autoinmune sistémica en la cual auto anticuerpos - producidos por el propio sistema inmune - atacan distintos tejidos del cuerpo humano. Lo más común es que afecte las articulaciones y la piel pero también pueden verse comprometidos el corazón, los riñones, los pulmones e incluso, el sistema nervioso central.
Esta afección multiorgánica del lupus genera un problema a la hora de establecer el diagnóstico de base. De todos modos, la presentación más común se da en mujeres jóvenes de entre 15 y 45 años (con una proporción de 10 a 1 respecto a los hombres) con un rash cutáneo que aparece en la cara, en la zona malar (ambos cachetes y nariz, y respeta el surco nasogeniano) conocido como en “alas de mariposa”. En general, aparece luego de una exposición solar, ya que estos pacientes presentan fotosensibilidad. Otro de los síntomas asociados es el dolor en las articulaciones de la mano y la muñeca, sobre todo al levantarse.
El diagnóstico es de índole clínica. La paciente puede llegar al profesional con una sintomatología variada que incluye fatiga, caída del cabello, el brote en la cara (que suele confundirse con rosácea), dolor articular y anemia crónica. A esto se le suma un examen de laboratorio con hallazgo de FAN positivo (que indica un trastorno autoinmune). Hay un pequeño porcentaje que debuta con compromiso renal, un inicio más severo de la enfermedad
Ahora bien ¿por qué se desarrolla el lupus?
Existe una predisposición genética para su aparición. Tener una madre con lupus aumenta el riesgo de padecerlo. De todos modos, presentar el gen no siempre significa que se desarrolle la enfermedad.
¿Y qué factores pueden activar esos auto-anticuerpos en sujetos genéticamente predispuestos?
El tabaquismo es un claro factor de riesgo. Se ha señalado también algunas infecciones virales y la exposición solar. Un estrés muy marcado también puede funcionar como gatillo para la enfermedad
Si bien el lupus es una afección crónica, es tratable y se puede conseguir una calidad de vida normal. Requiere de un seguimiento constante para lograr, a través del tratamiento, una remisión clínica y evitar así los brotes que puedan complicar el cuadro.
Además de la medicación que se indique, las pacientes deben modificar algunos hábitos en su vida diaria, como usar protector factor 50 todo el día, todos los días y procurar una alimentación variada, con buen aporte de calcio.
El diagnóstico de lupus no es impedimento para llevar un embarazo. Sí se requiere de un mayor y exhaustivo control debido a que son pacientes de alto riesgo, dadas las posibles complicaciones que puedan surgir, en especial de índole renal. Lo ideal es programar el embarazo en un período donde la enfermedad “esté dormida” y apelar a medicación segura y apta para el momento.
Actualmente, existen variedad de tratamientos para el lupus grave, no así para el cutáneo, que se presenta con rash y artritis. Por tal motivo, la investigación clínica resulta esencial para encontrar nuevas drogas y abordajes terapéuticos para este tipo de compromiso.
(Para obtener información y orientación sobre nuevos ensayos clínicos vigentes en Argentina sobre Lupus, comunicarse a [email protected]).
Dra. Graciela Betancur
Médica especialista en Reumatología
MP 229886 MN 143968
at Columna
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