"Nos interesa acompañar a las marcas en su proceso de crecimiento presentándolas en el mercado de Nueva York y brindándoles herramientas que las ayuden a prosperar, tanto en exposición como en ventas”, dice Elizabeth Solomeina, co-founder y Managing Director de Flying Solo.
Para muchos diseñadores es casi impensable darse el lujo de tener un espacio comercial propio en un distrito tan concurrido como el Soho. Sin embargo, cuando se unen bajo el techo de Flying Solo, no solo tienen la oportunidad de exhibir sus diseños, sino que también pueden disfrutar de una serie de beneficios de exposición, networking y branding que difícilmente podrían alcanzar como marcas emergentes independientes.
“Buscamos firmas que tengan una perspectiva única en la escena de esta increíble ciudad”.
La firma que comenzó con un pequeño pero atractivo local en el número 419 de la calle Broome (corazón de Soho) actualmente representa a más de 300 marcas y no sólo ya se amplió con otro local en el 420 de West Broadway, a pocas cuadras del primiero, sino que este año planea abrir su primera tienda en París.
“Buscamos marcas que aporten una perspectiva única a la escena de la moda de Nueva York pero también estamos detrás de historias de fondo interesantes”, dice Elizabeth. Amplía lo expuesto contando sobre algunos diseñadores latinoamericanos con los que trabajan:
- Volta Atelier, la marca brasileña que selecciona cueros desechados de las fábricas de accesorios y produce bolsos cocidos a mano. Buscan fomentar una economía circular, devolver la vida a los patrimonios culturales perdidos y hacer crecer las comunidades desde cero.
- Lorena Perazzo es una diseñadora de moda argentina con una perspectiva única sobre la creación de ropa y joyería. Su equipo de producción teje anillos de plástico y aluminio para crear piezas exclusivas que recuerdan a la cota de malla de los tiempos medievales.
- MPAZ STUDIO, la marca colombiana que te invita a imaginar un mundo donde cada pieza de ropa que posees ha sido reutilizada para que no se desperdicie. Rescatan la tela antes de que sea enviada a los vertederos para crear piezas modernas con siluetas sencillas pero favorecedoras.
- Re(blue) es una marca circular brasileña que produce denims. Todos sus procesos industriales son sostenibles, pero a la vanguardia de la tecnología de la moda. Se caracteriza por mantener una producción ética y ambientalmente consciente, ofreciendo a los amantes de la moda una opción para crear un futuro mejor.
- Fansy, por la diseñadora argentina Virginia Saiach, es una marca cuyas piezas son 100% hechas a mano y se destacan por su originalidad tanto en diseño como en los materiales que las componen. Las colecciones son atemporales y coexisten entre sí, afirmando de esta manera su convicción en la slow fashion.
“Nuestros clientes son personas que realmente aprecian la moda no por la marca, sino por el diseño y la artesanía. Si bien valoran el aspecto físico de cada prenda, también le dan mucha importancia al detrás de escena que se pone en juego” concluye Elizabeth.
“Me uní después de entender que era la plataforma más completa que existe para los futuros diseñadores… La idea de colaborar y compartir conocimientos y recursos con otros diseñadores me parecía un sueño. Además, nunca sería posible que una marca pequeña y autofinanciada como la mía tuviera una tienda en Soho”, explica Fernanda Daut, fundadora y diseñadora de la marca de bolsos Volta Atelier.
Por su parte, Elena Rudenko, otra de las diseñadoras que eligen Flying Solo comenta:“Como una pequeña marca independiente, es difícil administrar todas las funciones comerciales internamente. Siendo parte de Flying Solo podemos externalizar estas funciones, por lo que la única preocupación del diseñador es producir una colección increíble y adaptarla a las modelos. Es un espacio que potencia la energía creativa y unifica el amor por la moda.”
“Nuestros clientes son personas que realmente aprecian la moda no por la marca, sino por el diseño y la artesanía”.
Fernanda también hace hincapié en la importancia que tiene para ella el modelo de negocio colaborativo que se propone desde esta incubadora de moda, no solo por la reducción de costos sino también por las oportunidades que se presentan por medio de él; “Una sesión de fotos compartida es un buen ejemplo de cómo nos beneficiamos a través de esta forma de trabajo colaborativa, se comparten los costos de modelos, fotógrafos, maquilladores, estilistas, etc. Se generan muchísimas oportunidades de networking y nuevos proyectos”.
Sin dudas Flying Solo está revolucionando el mundo de la moda y el modelo de trabajo que presentan vino para quedarse. La marca invita a los diseñadores independientes de todo el mundo a animarse a llevar a su marca al próximo nivel. Acordando con lo que dice Fernanda: “El aprendizaje es la clave, tenga en claro sus números, conozca a su cliente y pruebe sus productos”. ■
at Florencia Trignani
Accedé a los beneficios para suscriptores
- Contenidos exclusivos
- Sorteos
- Descuentos en publicaciones
- Participación en los eventos organizados por Editorial Perfil.
Comentarios