Moda en cuarentena: así se reinventa Fabián Zitta

En cuarentena hay dos posibilidades. Lamentarse y quedarse esperando que el tiempo pase, o buscar reinventarse. Obvio que Fabián Zitta eligió la segunda. Lo primero que hizo fue trabajar más horas como anestesista, una profesión que nunca abandonó. Después de dos meses de aislamiento, retomó con más fuerza que nunca su trabajo en la clínica privada donde ejerce hace 24 años. “Desde que empezó el confinamiento elaboré los protocolos de seguridad del grupo de anestesiólogos que manejo y de los infectólogos. En un momento sentí que tenía que estar cuerpo a cuerpo con mis equipos y con todos los amigos que tengo entre el personal de salud. Ser médico y poder ayudar es muy gratificante en estos momentos.” 

Así como salió de su lugar de confort hacia el quirófano, también busco reacomodarse como diseñador.

“Nosotros somos una empresa pequeña, y nos encontramos en marzo con nuestra colección prêt à porter colgada, sin saber qué hacer. En cuanto se pudo, pusimos en marcha `Zitta en tu casa´ con mis clientas de siempre a las que conozco mucho. Hablé con ellas, seleccioné las prendas que sé que le quedan bien, y empecé a mandárselas. Así se prueban en sus casas, tranquilas, eligen y las pasamos a retirar a las 48 horas. Vendimos muy bien, el ejemplo más claro una medica de General Pico, que de 20 prendas se quedó con 14. La ropa fue ida y vuelta a La Pampa y cuando volvió la sanitizamos con vapor y por 48 horas la dejamos separada”.

- Contanos sobre la colección que no llegaste a presentar…

-La pensé inspirada en la obra del arquitecto alemán Jürgen Mayer, el creador del Parasol de Sevilla que tiene un techo de abovedado de madera encastrada. Hice camisas en poplín de satén, leggings de lana y Lycra, camperas bomber de cuero o matelaseadas en crepe satén con recortes de cuero. También monos en gamuza, y ahora agregamos remeras en viscosa de seda. (Las modelos de esta nota son dos de sus clientas -Mariana y Mariángeles- con su última colección y desde sus casas).

-La industria de la moda ya pedía a gritos cambios antes del coronavirus, pero ¿cómo te imaginas que van a funcionar de ahora en adelante los circuitos fashion?

-Nosotros ya estamos pensando en el post covid-19. Estoy dibujando y preparando 4 mini colecciones de veinte prendas cada una, que se presentarán online a partir de mediados de julio. Algo que ya no va a funcionar son los grandes shows por temporada: por eso estoy diseñando estos “Drop” que serán atemporales y no tendrán reposición.

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- ¿Crees que después de la pandemia, las diferencias más grandes estarán puestas en el show o en la ropa en sí misma?

-Ahora nos toca pensar más cada paso que damos y el lenguaje con el que comunicamos. De ahora en más cada uno de mis modelos traerá cartones que identificará con el número de prenda, el origen de los materiales, el nombre de la persona que la confeccionó. Ahora el “Who made my clothes” es más significativo que nunca.

- ¿Qué tan difícil es encontrar inspiración en los tiempos que corren?

-Personalmente me inspiro en aquello de lo que tuvimos abstinencia durante el confinamiento y estamos necesitados de traer nuevamente a nuestras vidas: playas paradisíacas, desiertos beduinos, selvas vírgenes, aguas cristalinas. Todo lo que nos devuelve el bienestar que tanto anhelamos.

- ¿Qué otro cambio significativo estás pensando para cuando enfrentemos lo que ya se llama el nuevo orden?

-De un 30 a un 40 por ciento de nuestras colecciones Drop será upcycling con prendas recicladas o confeccionadas con materiales y avíos que ya teníamos en nuestro taller. Eso también las hace únicas porque cada retazo de tela será resignificado, les pondremos un precio razonable y sólo se presentarán por redes sociales. Estos son los nuevos desafíos.