El tema de este año de la Met Gala fue “Super Fine: Tailoring Black Style”, inspirado en el dadaísmo afroamericano, un movimiento artístico que vino a romper las reglas con elegancia, convirtiéndose en una forma de herencia, resistencia y declaración. Esta temática marca un hito en la historia de la Met Gala al ser la primera exposición dedicada exclusivamente a la cultura afrodescendiente.
Y por si aún no ha quedado claro, este evento no es solo para “vestirse lindo”. Es para vestirse con propósito. La Met Gala no es una alfombra roja más: es un statement de ideas, un espacio donde el diseño cuenta historias. Y cuando el tema es tan potente como Super Fine, no basta con tener un traje hecho a medida o hacer un simple copy-paste del concepto. Es necesario pensar el diseño como una narrativa transversal, con visión contemporánea. Usar el cuerpo para narrar, no para disfrazarse.
Algunos entendieron la tarea y se apropiaron de ella con profundidad. Otros se quedaron en lo estético. Por eso, mi selección no se basa solo en quién se veía bien (aunque, claro, eso también importa), sino en quienes usaron la moda como un diálogo. Como una performance. Como arte. Como algo realmente usable.
1. Zoë Saldaña x Thom Browne
Zoë reinterpretó la sastrería en clave escultural con un diseño que rozaba el suelo. Llevó un corset que esculpía su figura sin perder elegancia, delicadeza ni presencia escénica. Abotonada hasta el cuello pero con una espalda abierta y un gran lazo, su look fue la perfecta síntesis entre red carpet, teatralidad y concepto. Impecable.
2. Damson Idris x Tommy Hilfiger
Damson no vino solo a posar: vino a actuar. Llegó con un traje de corredor de Fórmula 1 y un casco personalizado. En plena alfombra roja, se lo quitó para revelar un traje rojo profundo, perfectamente confeccionado por Tommy Hilfiger. Fue el momento de la noche. Este look no solo fue estéticamente impactante, sino que evocó el dandismo afroamericano con un toque de espectáculo que, sinceramente, esperábamos de más asistentes.
3. Laura Harrier x GAP
Una colaboración que fue una sorpresa total por su nivel de elegancia y fluidez. Laura llevó un traje de dos piezas con un vest de denim estructurado, pantalón de doble satén y una blusa de mangas dramáticas que dejaban clara la firma de Zac Posen en el diseño. Resignificó lo simple, inspirándose en fotos de su padre y su tío durante la época del dandismo. Fue una declaración elegante, consciente y radical en su minimalismo.
4. Doechii x Louis Vuitton
Aunque su look parecía recién salido de la tienda LV, Doechii supo integrarlo al tema con inteligencia. Cortes asimétricos, capas de texturas, y una vibra moderna y juvenil que le dio frescura a la noche. No fue el más conceptual, pero captó el mood: desorden estético con espíritu dadaísta y actitud Super Fine.
5. Jeannie x Chanel
Jeannie llegó con un Chanel sesentoso que, lejos de ser predecible, fue una reinterpretación brillante. Fiel a su estilo, al ADN de la casa y al tema, su look combinó sastrería clásica con detalles que hablaban de identidad y fuerza: transparencias, bordados delicados y un corte que evocaba tanto a Josephine Baker como a Grace Jones. Sutil, feroz y con memoria.
6. Joey King x Miu Miu
Cuando imaginaba los estilos que podrían dominar la noche, algo como esto era exactamente lo que esperaba: una propuesta audaz, rica en contrastes de texturas y llena de color. Joey King logró capturar la esencia del dandismo con un giro contemporáneo, manteniendo un equilibrio impecable entre modernidad y elegancia.
La diferencia entre un buen look y un gran momento está en el contexto. Siento que este año solo algunos pudieron encontrar su propia voz dentro de la narrativa. Y los que lo hicieron, lo dijeron con estilo. Sin pedir permiso.
Texto: @heylulagallo
at Lula Gallo.
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