No fueron estos tiempos fáciles para nadie, tampoco para Flor, que no sólo vio mermar sus posibilidades laborales (teatro, televisión y cine fueron todos rubros muy afectados por la pandemia) sino que debió despedir en poco tiempo a dos personas muy atadas a su infancia y vida: su abuela Rosita y, más recientemente, su tío abuelo, “Puchi”.
“Entiendo que, por mi edad, estoy cada vez más cerca enfrentar ese tipo de situaciones, pero nunca es sencillo ni agradable. Y mucho menos en este contexto, sin poder despedirlo cómo quisiéramos y sin poder procesar prácticamente nada. Entiendo que es parte de la vida, y que hay que intentar que el adiós no se convierta en un martirio, en una pena sin fin. Los que quedamos acá, tenemos que seguirla”, comenta Flor y enseguida agrega: “Siempre, aún en el dolor y la pérdida, busco quedarme con el lado más luminoso de las cosas, con los mejores recuerdos, enseñanzas… Sino la vida se vuelve muy pero muy tediosa”.
“Siempre, aún en el dolor y la pérdida, busco quedarme con el lado más luminoso de las cosas, con los mejores recuerdos y enseñanzas”
A punto de volver con todo (el rodaje de dos películas y la reposición de la obra “poliamorosa” Perversiones Modernas, en el Multiteatro), Flor también hace las paces con esta era marcada por la incertidumbre. “Algunos proyectos se caen, otras se mantienen, hay que ir viendo y sobreviviendo”, afirma la actriz y cantante (y también diseñadora, entrepeneur y artista) que acaba de ser elegida por Campari para su campaña Red Passion. “Soy una mujer intensamente apasionada –afirma, sin medias tintas- No me preocupa en absoluto la mala prensa que tiene esa palabra, para mí no hay nada malo, más bien todo lo contrario, en ser intensa”.
Entre todas sus facetas, la actriz eligió el canto y la música para que la represente en esa campaña de Campari. “Estoy ampliando mi equipo de trabajo en lo musical y la verdad es que estoy con muchas ganas de seguir apostando por ese camino. No me imagino lanzando un tema suelto y listo, sino más bien un disco completo, con un concepto detrás. Y sí, soy antigua, enseguida te busco el concepto y el por qué en todo”, cuenta y confiesa que su novio, el productor Guido Iannaccio es un importante referente en ese nuevo rumbo. “No es parte de mi equipo, pero sí de mi vida, y es quien más me anima a seguir explorando y creyendo en lo mío. Me tira mucha data musical, pero yo soy medio rebeldona, así que voy viendo…”, aclara.
¿Y el dibujo? “Eso también sigue siendo parte de mi vida, antes quizá era de guardarme más lo que hacía hasta que entendí lo que una profesora me dijo una vez en un taller: ‘El arte no es tuyo. Lo que hagas, entregalo’. Y eso hago, dibujo mucho -sobre todo ojos y miradas- y regalo”, asegura.
Fanática de los tonos vívidos, revela que hace poco hizo un curso sobre “la historia del color”. “Ahí redescubrí mi devoción por el rojo. Es el primer color con el que el mundo nos recibe cuando nacemos y no sólo representa el amor sino también la locura, la ira, la pasión… ¡Más representada por un color no puedo estar!”, remata.
at Pablo Steinmann
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