Durante años, el cinturón fue un accesorio secundario, relegado a una función puramente práctica. Pero esta temporada gracias al regreso de los pantalones recupera su papel central en el vestidor: ya no se trata solo de marcar la cintura, sino de redefinir la silueta y aportar un toque de estilo a cualquier look.
Desde las pasarelas de Miu Miu, Gucci o Saint Laurent hasta los estilismos urbanos, el cinturón reaparece en todas sus versiones: finos, anchos, con hebillas metálicas o en cuero clásico. Su regreso responde a una búsqueda de equilibrio entre estructura y personalidad, un gesto que combina elegancia y poder visual.

Más allá de la tendencia, hay algo simbólico en este revival: en tiempos donde las prendas oversize dominaron la escena, el cinturón invita a recuperar la forma, a volver a abrazar el cuerpo y a destacar la figura con decisión.
En redes sociales, las nuevas generaciones reinterpretan el accesorio con un enfoque lúdico. Se usa sobre blazers, vestidos o incluso abrigos, transformando piezas básicas en declaraciones de estilo. Lo que antes era un complemento, hoy se convierte en el punto focal del outfit.

El cinturón vuelve para recordarnos que, a veces, los detalles más simples son los que mejor cuentan una historia de moda.
at Sol Cardozo.
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