Breve y con protesta: Marc Jacobs presentó su nueva colección en Nueva York

Todo sucedió en un instante. La colección de Marc Jacobs irrumpió en el atrio de mármol de la Biblioteca Pública de Nueva York con una velocidad vertiginosa, justo después del fin de semana del Orgullo. Cumpliendo su promesa, el espectáculo comenzó puntualmente a las 7:30 p. m.

Tres minutos después, Jacobs hizo su entrada a la pasarela para saludar brevemente. Parecía haber adaptado su presentación a la corta atención de la audiencia digital actual, y las notas del programa, generadas por OpenAI y ChatGPT, respaldaban esta suposición, aunque la redacción generada por la computadora era repetitiva. Se subió a la moda.

Al ver la colección antes de leer el texto generado por la computadora, la impresión era la de un auténtico desfile de Marc Jacobs, con líneas femeninas, a la vez sexys y punk. Destacaba la habilidad del diseñador para transformar un estilo tradicional y dotarlo de una actitud audaz y ruda.

Las modelos, todas mujeres cisgénero, desfilaron luciendo peinados rubios llamativos, minifaldas y conjuntos ajustados. Marcharon velozmente por la pasarela en grupo, para luego regresar antes de dar por concluido el día.

Las tendencias según Marc Jacobs

La colección presentó algunos looks atrevidos y personalizados que respaldaban el título creado por computadora: "Marc Jacobs: una sorprendente fusión de sastrería masculina y elegancia femenina". Esto se manifestó en cinco conjuntos clave de trajes en tonos negros y blancos, con detalles como cinturas ceñidas, cinturas recortadas, hombros extra grandes y drapeados refinados que añadían un toque femenino.

Sin embargo, la mayor parte de la colección se centró en los "vestidos alterados". Estos vestidos, con dobladillos que rozaban los muslos, hombros prominentes y un renovado bralette redondeado, presentaban drapeados modernos que transformaban los vestidos de fiesta en audaces prendas que tanto Courtney Love como Molly Ringwald en "La chica de rosa" podrían usar con gusto. Sin duda, las "it" girls de hoy, sean o no aficionadas a la música, también se sentirían atraídas por ellos.

Los diseños se complementaban con mallas negras que llegaban por encima del tobillo, medias tobilleras blancas y zapatos planos, evocando a Edie Sedgwick y rindiendo homenaje a la escena musical underground de Nueva York de las décadas de 1960, 1970 e incluso 1980, que sigue siendo una fuente de inspiración para la juventud actual. Algunos de los looks también incluyeron bragas bombachas, realzando la naturaleza provocativa de los minivestidos.

Protesta por el uso de pieles

Un elemento ausente en la colección fue el uso de piel, ya fuera real o sintética. A pesar de ello, Peta provocó una interrupción inesperada antes y después del cuidadosamente editado espectáculo, que contó con poco más de 100 invitados y careció de la habitual avalancha de fotógrafos y fans que suelen acompañar estos eventos. Jacobs nunca ha sido conocido por utilizar prendas de piel y sus colecciones recientes solo han presentado chaquetas de piel sintética.

Los cánticos que acusaban al diseñador de tener sangre en las manos estaban mal dirigidos y tal vez buscaban criticar a toda la industria en general. De todas formas, su presencia resultó aún más incómoda debido a los gritos que se escuchaban a través de los ruidosos megáfonos, dirigidos tanto a los invitados como al diseñador.

Puntual y muy breve

La presentación fuera de temporada de la colección de Jacobs, disponible exclusivamente en Bergdorf Goodman, fue un deleite para todos los asistentes. Coincidió con un concierto de Tears for Fears cerca del Madison Square Garden, lo que hizo que el desfile, puntual y rápido, fuera conveniente para aquellos que tenían planes dobles para la noche. Sin embargo, el ritmo acelerado del desfile tomó por sorpresa a algunos invitados, entre ellos Anna Sui, Nicky Hilton, Inez Lamsweerde y Vinoodh Matadin.

El aclamado diseñador y los miembros de la banda, Curt Smith y Roland Orzabal, son contemporáneos creativos. Jacobs fundó su propia marca homónima en 1984, mientras que Tears for Fears se formó en 1981. Cada artista tiene una obra reconocida a la que constantemente añade nuevo material. El dúo lo demostró en su primer concierto en el MSG, interpretando dos horas de éxitos por los que son conocidos, además de presentar nuevas pistas.

De manera similar, Jacobs hizo lo mismo en su desfile: ofreció el clásico estilo de Marc con un toque contemporáneo. Sin embargo, habría sido preferible poder disfrutar del momento durante más tiempo.

Cuando Jacobs hizo una reverencia al final del espectáculo, fue fácil compararlo con un niño prodigio en una clase de ciencias, apresurándose torpemente a presentar su proyecto ante sus compañeros, a pesar de ser el mejor de la clase.