Menopausia y salud femenina: cuáles son los síntomas menos habituales y cómo afrontarlos

La mayoría de las mujeres están familiarizadas con los síntomas más comunes de la menopausia, como los sofocos, los cambios de humor, y la irregularidad menstrual.  Sin embargo, existen otros síntomas menos conocidos pero igualmente significativos que pueden manifestarse durante este período. 

Debido a su falta de reconocimiento, muchas mujeres pueden no identificarlos como parte del proceso menopáusico, lo que puede llevar a confusión o preocupación innecesaria. 

Este artículo explora esos síntomas menos habituales, brindando una visión completa y detallada para ayudar a las mujeres a identificar y comprender mejor las diversas manifestaciones de esta etapa y a saber todo sobre la menopausia.

Cambios en la piel

Uno de los síntomas menos comunes pero que puede ser bastante incómodo es la aparición de cambios en la piel. Durante la menopausia, la disminución de los niveles de estrógeno puede afectar la producción de colágeno y la hidratación natural de la piel, lo que puede llevar a una mayor sequedad, sensibilidad y a veces picazón. Algunas mujeres también experimentan adelgazamiento de la piel, lo que puede aumentar la susceptibilidad a las heridas o moretones.

Alteraciones del gusto y el olfato

Aunque menos frecuente, algunas mujeres reportan cambios en su sentido del gusto y del olfato durante la menopausia. Estos cambios pueden incluir una disminución en la capacidad para saborear o detectar olores, o incluso una mayor sensibilidad a ciertos sabores y aromas. Estos síntomas pueden ser desconcertantes y afectar la calidad de vida, especialmente cuando alteran la percepción de alimentos y olores cotidianos.

Dolores articulares

El dolor articular es un síntoma menos mencionado en el contexto de la menopausia, pero que afecta a un número significativo de mujeres. La reducción de estrógenos puede influir en la inflamación y el desgaste de las articulaciones, llevando a molestias o rigidez en áreas como las manos, rodillas y caderas. Estos dolores pueden ser persistentes y a veces se confunden con síntomas de otras condiciones como la artritis.

Problemas digestivos

Los problemas digestivos, como hinchazón, gases, y cambios en los hábitos intestinales, pueden ser otro síntoma poco reconocido de la menopausia. La fluctuación hormonal puede afectar la digestión, provocando síntomas similares a los del síndrome del intestino irritable (SII). Las mujeres que experimentan estos síntomas deben prestar atención a su dieta y consultar a un médico si los problemas persisten.

Flujo menstrual blanco

En algunas mujeres, la menopausia puede estar acompañada por un flujo vaginal blanco, lo que puede ser confuso o alarmante si no se espera. Este flujo suele ser el resultado de cambios hormonales que afectan la producción y consistencia del moco cervical. Aunque generalmente no es motivo de preocupación, es importante estar informada y buscar consejo médico si hay dudas o si el flujo blanco viene acompañado de otros síntomas como mal olor o picazón.

Sangrado en la menopausia

El sangrado durante la menopausia es otro síntoma que puede sorprender a muchas mujeres. Aunque es común experimentar cambios en el ciclo menstrual antes de que la menstruación cese por completo, cualquier sangrado después de 12 meses sin menstruación se considera anormal y debe ser evaluado por un médico. Este tipo de sangrado puede ser causado por diversos factores, como desequilibrios hormonales, pólipos uterinos, o en casos más graves, cáncer endometrial. 

Es fundamental que las mujeres estén atentas a cualquier episodio de sangrado en la menopausia y busquen atención médica para descartar condiciones subyacentes que puedan requerir tratamiento.

La menopausia es un proceso complejo que puede manifestarse de formas muy variadas en cada mujer. Los síntomas menos comunes, aunque no tan conocidos, son igualmente importantes y deben ser reconocidos para asegurar una transición saludable y bien informada. 

En la actualidad, existen aplicaciones y tecnologías digitales que pueden ser herramientas valiosas para monitorear estos cambios, proporcionando un mayor control sobre la salud femenina. Aprovechar estos recursos permite a las mujeres mantenerse informadas y tomar decisiones más acertadas sobre su bienestar durante la menopausia.