A la hora de buscar métodos alternativos e innovadores para gestionar las emociones, las flores de Bach se convirtieron en la tendencia ideal, no solo por su efecto natural sino por su fácil accesibilidad.
Flores de Bach: Terapia natural
En el año 1930, el Dr. y homeópata británico, Edward Bach, decidió crear una serie de 38 esencias vegetales - 36 flores, un brote de castaño y agua solarizada- cada una diseñada para tratar un estado emocional específico. Esto fue debido a que Bach creía que el origen de las enfermedades físicas eran, a gran escala, el resultado de los diversos desequilibrios emocionales y mentales, algo que la medicina tradicional no contemplaba en ese entonces.
De esta manera, las flores de Bach se convirtieron a lo largo del tiempo en una especie de posión con propiedades naturales, que localizan de cierta manera la emoción que te está causando malestares físicos, para así ayudarte a gestionarla y equilibrarla.
Hay que tener en cuenta que estas no son un tipo de tratamiento farmacológico, ni tienen efectos secundarios conocidos, aunque muchas veces se utilizan como herramienta a la par de algún tratamiento médico.
Su administración es, comúnmente, en forma de gotas diluidas en agua -preparadas en farmacias o herbolarios y se administran 4 gotas entre 3 y 6 veces al día, aunque también podés encontrarlas en aerosoles y cremas. El sabor de la esencia no es invasivo, sino que por el contrario, se caracteriza por su suavidad y puede ser utilizada en todas las edades, incluídos niños y animales.
Tipos de "Flor de Bach" según tus emociones
Muchas veces nuestras emociones -miedo, ira, ansiedad, tristeza, estrés, entre otras- no nos permiten disfrutar al máximo nuestro día a día. Si bien no existe una cura mágica para esto, las Flores de Bach pueden ayudarte a sobrellevarlo de la mejor manera posible y a experimentar una armonía emocional que equilibre tu cuerpo y te libere de las tensiones internas.
Las Flores de Bach trabajan los cuatro planos básicos del ser: espiritual, mental, emocional y físico. Existen diferentes tipos, y cada una de ellas está creada para emociones específicas. Por ello, lo ideal para la selección de la esencia adecuada a vos, es que lo consultes con un profesional o especialista en Flores de Bach que pueda ayudarte a identificar la emoción que estás transitando, para así indicarte la esencia correspondiente.
Estas son algunas de las emociones que ayuda a gestionar la Flor de Bach:
Miedo/Incertidumbre: Estos sentimientos pueden ser momentáneos o permanentes. Es algo personal y puede ir desde la falta de seguridad, hasta la preocupación a futuro. En este caso, las Flores de Bach: Aspen, Cherry Plum, Mimulus, Red Chestnut o Rock Rose son las indicadas.
Ansiedad: La preocupación de manera excesica puede hacerte sentir falta de tolerancia e incluso un nivel alto de estrés. En este caso, lo ideal es que busques un equilibrio con las mismas flores de Bach mencionadas para sentimientos de "Miedo" o "Incertidumbre", aunque también podrías sumar a la lista las flores de Bach Beech, Rock Water, Star of Bethlehem y Rescue Remedy.
Tristeza: La tristeza puede hacernos sentir falta de autoestima, confianza, aceptación o incluso apagarnos internamente. Para ello, las flores de Bach indicadas son: Cerato, Crab Apple, Honeysuckle, Elm, Larch, Star of Bethlehem, Sweet y White Chestnut, Willow.
Aunque diversas personas coinciden en sus beneficios al utilizar las Flores de Bach, es importante destacar que existe muy poca evidencia y estudios científicos que respalden su eficacia. Lo innovador en ellas es su esencia natural, sumado a su fácil accesibilidad, lo cuál las convierte en una buena opción natural si estás en la búsqueda de la gestión y el equilibrio emocional.
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