En la temporada navideña, las mesas se llenan de delicias horneadas que evocan calor y tradición. Dos protagonistas indiscutibles de estas festividades son el panettone y el pan dulce. A primera vista, podrían parecer similares, pero un examen más detenido revela diferencias notables que merecen ser destacadas.
Orígenes y tradiciones:
El panettone tiene sus raíces en Italia, específicamente en Milán. Elaborado con frutas secas y cáscara de cítricos, este bizcocho es esponjoso y aireado gracias a una larga fermentación. Su historia está envuelta en la leyenda, con varias historias que buscan explicar su origen.
En cambio, el pan dulce es una creación más generalizada que se ha arraigado en diversas culturas latinoamericanas y europeas. Aunque puede variar en ingredientes y técnicas según la región, comparte el común denominador de ser un pan festivo, a menudo relleno de frutas confitadas y frutos secos.
Ingredientes y preparación:
La distinción principal entre estos dos manjares reside en sus ingredientes y métodos de preparación. Mientras que el panettone abraza una masa más rica y levadura natural, el pan dulce tiende a adoptar una base más simple de masa dulce. El primero suele llevar frutas frescas o secas, mientras que el segundo incorpora frutas confitadas y frutos secos.
El proceso de elaboración del panettone es una danza culinaria que implica múltiples etapas de fermentación, dando como resultado un pan ligero con una textura esponjosa. Por otro lado, el pan dulce busca una consistencia más densa y suave, siendo amasado con mimo y paciencia para lograr la mezcla perfecta de sabores.
Presentación y tradición de consumo:
El panettone, con su característica forma de cúpula alta, a menudo se sirve en rebanadas verticales, revelando el intrincado entramado de frutas. Es común disfrutarlo con una taza de café o un vaso de vino espumoso. El panettone se ha ganado un lugar de honor en la mesa durante las festividades italianas, convirtiéndose en un regalo apreciado.
En contraste, el pan dulce, de formas más variadas y redondeadas, es un elemento imprescindible en las celebraciones latinoamericanas. Se comparte en familia, a menudo acompañado de chocolate caliente o mate. Su versatilidad le permite ser disfrutado en cualquier momento del día, ya sea en desayunos festivos o meriendas acogedoras.
Algunos que vale la pena probar:
LA VALIENTE
El proyecto de Germán Torres y los hermanos Petersen se instaló como un must de la pastelería y panadería de Zona Norte (tanto en San Isidro, como en Belgrano y también Nordelta). Para estas Fiestas, y con la calidad que los caracteriza, prepararon un pan dulce de masa madre con receta tradicional y frutos secos. Una elaboración única con ingredientes nobles.
LA FONTE D´ORO
La tradicional cafetería de Mar del Plata con sedes en Capital Federal, propone endulzar la mesa navideña con su clásico pan dulce, elaborado de manera 100 % artesanal y sin ningún tipo de conservantes. El Tradicional lleva nueces, almendras, avellanas y frutas abrillantadas, mientras que el Premium se compone de nueces, castañas de cajú, almendras y avellanas.
DUHAU PATTISERIE
La pastelería del Palacio propone dos clásicos: un pan dulce con frutos secos y el tradicional Stollen de tradición europea. Ambos productos realizados con ingredientes de alta calidad y procesos de amasado especiales garantizan un gran sabor y una presentación especial para adornar la mesa navideña.
JORNAL
En Saavedra se lucirá con dos variedades de pan dulce estilo panettone: uno con nueces pecan, castañas de cajú, almendras, uvas pasas, naranjitas maceradas en almíbar al ron y un craquelín y almendras fileteadas y otro relleno con chips de chocolate belga y naranjitas maceradas en almíbar al ron, con un craquelín de cacao.
at Redacción Marie Claire
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