Fue reina de Inglaterra e Irlanda desde el 17 de noviembre de 1558 hasta el día de su muerte, 24 de marzo de 1603. Durante todo ese lapso (desde sus 25 hasta sus 69 años) debió soportar una enorme e incesante presión sobre sus hombros en torno a su sucesión.
En el medio, claro, debía comandar un reino sumido en un absoluto caos político e institucional. Ya desde la propia ejecución de su madre, la famosa Ana Bolena, cuando ella tenía apenas tres años de edad, las divisiones religiosas del reino se habían transformado en un asunto de vida y muerte.
Envuelta para colmo en una cruenta guerra con España, la reina nunca contrajo matrimonio ni tampoco tuvo hijos, razón por la cual se la apodó “la reina virgen” y, en los corrillos más oscuros, “la reina hombre”.
El propio Bram Stoker, autor de Drácula, escribió sobre esa leyenda en su libro “Famosos impostores”, revelando a su vez un posible origen del mito, que no se relaciona tanto con su no descendencia sino con un desliz de una institutriz, que para ocultar una enfermedad de la pequeña cuando apenas había nacido, la sustituyó por un bebé varón.
Ahora, al teatro
Tomando esa leyenda como disparador creativo, el actor, escritor y puestista de musicales, Nicolás Pérez Costa le dio forma a una ficción en la que se propone hablar sobre la identidad de género, el derecho latente por el que peleamos día a día a ser felices siendo aquello que imaginamos ser, más allá de lo impuesto.
Elizabeth, Francis (su consejero) y Robert (su más leal confidente) se dan cita en un viejo taller de cuadros del palacio. La reina debe elegir esta noche en secreto entre tres pretendientes a aquel con quien va a poner fin a su soltería: Felipe II de España, Eric de Suecia y Enrique III de Francia.
Cada uno de ellos traerá a la escena una hipótesis y agregará argumentos para que Elizabeth, mejor dicho el joven debajo de su peluca, se proponga dejar la identidad impuesta y decida recuperar su antigua vida… ¿Cómo lo hará? ¿De qué manera logrará sortear las dificultades que se le impondrán para asumir su identidad?
Personajes desopilantes (actuán, entre otros, Jorge Priano, Gustavo Monje y Patrissia Lorca) que aportan delirio e intrincadas tretas palaciegas: Un hombre siniestro que pone al joven en el lugar de la reina, un amante desleal, un cantante de ópera frustrado y con deseos ocultos, tres pretendientes extravagantes que traerán risas, color y distintos puntos de vista a la escena; María Estuardo luchando por derrocar a Elizabeth de las formas más alocadas….
“Vestuarios y decorados épicos que trasladarán al espectador a una fantasía en la que se permitirá cuestionarse sus ideales de cara a la identidad de género amparado en la distancia temporal que propone la pieza. Elizabeth I un musical que llega en el momento necesario”, dicen desde la obra que se estrena de manera presencial, con aforo limitado y protocolos sanitarios, el próximo sábado 23 en El Cubo (Zelaya 3053).
Las entradas (a $750 cada una o dos a $1200) están disponibles en Platea Net.
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