Los beneficios de usar lubricante en tus relaciones sexuales
Este tipo de preparados son una gran herramienta para mejorar tu vida sexual. Hechos a base de agua, aceite o silicona, cada uno se ajustará a las necesidades que tengas.
Utilizar lubricante en tus relaciones sexuales tiene muchas ventajas. De hecho, es una gran herramienta para mejorar tu vida sexual. Puede ayudarte a sentirte más cómoda y relajada, lo que puede conducir a mejores orgasmos, entre muchos otros beneficios que te contaremos a continuación.
En primer lugar, puede ayudarte a evitar las molestias durante el coito y hacer que éste sea más placentero en general.
En segundo lugar, puede ayudarte a durar más en la cama, lo que significa menos presión para tu pareja y más diversión para ambos.
En tercer lugar, reduce el riesgo de infecciones, como las infecciones por hongos o las infecciones del tracto urinario (ITU). Esto se debe a que la vagina no se autolubrica como el pene; si no utilizas lubricante, el tejido vaginal se desgarra más fácilmente y se irrita. Esto puede provocar infecciones urinarias o por hongos.
Por último, el uso de lubricante puede ayudar a protegerte contra las enfermedades de transmisión sexual (ETS). Algunas ETS causan llagas que son dolorosas o pequeños desgarros en los tejidos que normalmente no serían problemáticos, pero que se convertirán en tales si no hay suficiente lubricación para mantener relaciones sexuales seguras.
¿Qué otros beneficios tiene sumar lubricante a tu actividad sexual?
El lubricante también puede ayudar a combatir la sequedad vaginal, que puede estar causada por cambios hormonales o simplemente por la edad. Esto puede hacer que las relaciones sexuales sean dolorosas, por lo que el lubricante es una parte importante de tu rutina de salud sexual.
Si te preocupa el desorden que conlleva el uso de lubricante, ¡no lo hagas! Puedes limpiarlo fácilmente antes de terminar de practicar el sexo.
En definitiva, el lubricante es un producto imprescindible para todo aquel que quiera tener mejores relaciones sexuales.
Cómo elegir el lubricante apropiado
Los tipos de lubricantes más comunes son los de base acuosa, los de base de silicona y los de base oleosa. Es decir, suelen estar hechos de agua, aceite o silicona. Cada uno tiene sus propias ventajas y desventajas, así como diferentes usos en situaciones sexuales:
Los lubricantes a base de agua son los más utilizados hoy en día. Son fáciles de lavar con agua y jabón, fáciles de limpiar después del sexo (no tienes que preocuparte por si manchan las sábanas o los muebles) y, por lo general, no irritan la piel como otros tipos de lubricantes.
Los lubricantes a base de aceite son otra opción para aquellos que quieren algo más natural que los lubricantes a base de silicona. Los lubricantes a base de aceite normalmente no se recomiendan para usar con preservativos, ya que rompen el látex con facilidad, pero si no estás usando preservativos durante el coito, ¡el lubricante a base de aceite puede ser justo lo que necesitas!
Los lubricantes a base de silicona duran más que los de base acuosa, pero no son tan fáciles de limpiar después, ya que tienden a no absorberse en la piel como otros tipos, sino que se quedan encima, lo que significa que hay que pasar más tiempo "limpiando" después.
Noticias Relacionadas
-
Mina Serrano: conocé a la actriz que interpretará a Cris Miró en la serie sobre su vida
-
Breadcrumbing: qué es y cómo evitarlo
-
Basándose en estudios, Harvard dio a conocer 11 consejos para mejorar tu vida sexual
-
¿Por qué no podemos disfrutar de nuestra sexualidad?
-
Falta de deseo sexual: así es cómo afecta a la mujeres
-
10 fantasías sexuales que tenés que probar antes de morirte
-
Pareja: estos son los factores en la comunicación que pueden deteriorarla
-
Cómo el suelo pélvico puede multiplicar tus orgasmos
-
Sexo: ¿La libido aumenta en verano?
-
Por qué cada útero tiene su propia historia y es importante conocerla