El TOC de David Beckham nos convoca a hablar de este padecimiento subestimado
El trastorno obsesivo compulsivo causa mucho sufrimiento en quienes lo padecen ya que es muy difícil abandonar las manías.
David Beckham le ha contado al mundo entero que desde su adolescencia padece un trastorno obsesivo compulsivo. Aunque es bien conocida como TOC, poco se habla del enorme sufrimiento que causa esta condición y hasta a veces se le resta importancia. Es por eso, que la palabra del ex futbolista en el documental de Netflix que se estrenará a finales de este año, es un gran avance para quitar la vergüenza que recae sobre este trastorno.
Lejos de tratarse de algo leve y con poca relevancia, las manías que el TOC trae consigo son muy difíciles de erradicar y causan un agotamiento mental indescriptible para quienes lo sufren. Las compulsiones son irracionales e inevitables, por ello es algo que supera la voluntad de la persona, ya que se convierte en algo incontrolable. Quienes lo padecen, por más que quieran dejar de hacer estos ceremoniales, no pueden abandonarlos, causándoles ansiedad.
¿De qué se trata y cuáles son sus rasgos más frecuentes?
El TOC es un trastorno neuropsiquiátrico que produce y deriva de la ansiedad. Se basa en pensamientos, imágenes o impulsos incontrolables e intrusivos que se repiten una y otra vez en la mente de la persona. En el caso de Beckham, el ex futbolista cuenta de su inevitable manía por limpiar y ordenar la casa cuando toda su familia duerme.
Sin embargo, y aunque el orden sea una de las obsesiones que más se repite, existen otras que también muy comunes que desgastan y dejan exhausto a quien las vive. Algunas de ellas son:
- Miedo a la suciedad y a los gérmenes: incrementó luego del Covid
- Necesidad imperiosa de tener todo ordenado: nadie puede tocar o alterar ese orden
- Pensamientos intrusivos y agresivos sobre la pérdida de control y el daño a sí mismo o a otros: por ejemplo, “me voy a volver loca y voy a lastimar a alguien”
- Comprobaciones repetitivas de seguridad: el ejemplo más común es el de chequear infinidad de veces si la puerta está bien cerrada.
Aunque el trastorno obsesivo compulsivo suele comenzar en la adolescencia, también hay casos que se dan en la infancia. Su intensidad puede variar a lo largo de la vida, y generalmente empeora bajo situaciones de estrés. Aunque existen varios estudios que intentan contabilizar el porcentaje de población que sufre este trastorno, no hay que olvidar que es una condición que genera vergüenza en quienes la padecen y por eso muchas veces no admiten su existencia.
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