Sunday 6 de October de 2024

SOCIEDAD | 08-05-2024 09:05

Es discípula de Tony Robbins, fundó una empresa como inmigrante y escribió un libro sobre resiliencia y transformación

Patricia Bonilla enfrentó los desafíos de la vida con determinación. Desde sobrevivir la violencia doméstica hasta fundar una exitosa empresa de construcción como inmigrante en los Estados Unidos. Hoy, es inspiración para muchas mujeres.

Criada en República Dominicana, Patricia enfrentó desafíos desde una edad temprana. Después de su divorcio, asumió la responsabilidad financiera de mantener a su familia, compromiso que enfrentó con valentía. Sin embargo, la trágica pérdida de su padre a sus 19 años le dejó un vacío emocional que la persiguió durante años. De joven pensó en estudiar filosofía y psicología, pero en esa época dudó de que carreras tan humanísticas le dieran el sustento suficiente y buscando el cariño de su padre, eligió su misma profesión: la ingeniería. Inconscientemente anhelaba que su padre le dedicaría atención si ella elegía caminar sobe sus pasos. Hasta edad adulta y ya madre de tres, ingeniera y empresaria exitosa en Miami y Estados Unidos, Patricia acogió en su interior la absoluta seguridad de que su padre no la quería. Y albergó ese sentimiento por muchos años.

Sus padres se conocieron en la guerra en que República Dominicana se enfrentó a la invasión de Estados Unidos. Herido de guerra por una granada, su padre recibe una transfusión de sangre que le salva la vida, pero le traspasa el virus de la Hepatitis C. En una sala de hospital conoce a su madre, que trabajaba como enfermera voluntaria, aunque era abogada. El amor nació en el dolor de la guerra. Su padre, sabiendo que su enfermedad no era curable, eligió vivir a un ritmo acelerado, empujando a sus hijos a ser perfectos, su estándar y nivel de exigencia era superlativo. “Había que ser perfecta. Yo solo quería recibir su amor. Pero no sabía, no podría,” rememora una mujer adulta que trabajó intensamente para sanar.

Patricia se casó por primera vez en su país natal, unos tres años luego de que su padre falleciera en Nueva York de un día para el otro con un diagnóstico de cirrosis producida por la hepatitis. Patricia decide iniciar su vida de casada en Miami. Tuvo 3 hijos pero el sentimiento de culpa por haber dejado a su madre la acompañaba. La sombra de la escasez y la necesidad de aprobación la siguieron hasta su edad adulta, incluso después de construir una exitosa carrera. Sintiendo el agotamiento y el dolor de su madre, regresó para ocuparse de la empresa familiar junto a sus hermanos y así dejar de sentir el dolor de la culpa.

Patricia Bonilla
Patricia orgullosa con su nuevo libro.

 

Unos 20 años después, la meditación se convirtió en su salvavidas, llevándola a un viaje de autodescubrimiento donde enfrentó los demonios de su pasado. Este proceso de sanación la puso en contacto con su verdadera pasión: ayudar a otros a superar sus propios desafíos y encontrar la paz interior. “Mi primer mentor fue Jesucristo; en otra vida creo que fui un sacerdote,” confiesa esta mujer que no ha parado de levantarse tras cada caída.

Convertida en una discípula de Tony Robbins, la ingeniera y CEO de Lunacon Construction Group, Patricia Bonilla, encontró orientación y resiliencia en su enseñanza. A través de sus propias experiencias transformadoras y su dedicación a la meditación y el crecimiento personal, se convirtió en una fuente de inspiración y apoyo para quienes la rodean. Su libro, “Se lo que anhelas ser” , una culminación de años de aprendizaje y crecimiento representa su deseo de compartir sus lecciones con el mundo y ofrecer esperanza a aquellos que luchan por encontrar su camino.

-¿Qué estas buscando?

-Yo creo que a mí no me falta nada. En este punto, debido al proceso de transformación que me ha invitado la vida, puedo impactar y ayudar a mucha gente. Tengo el don de poder mirar hacia atrás y transformar lo que en un momento juzgué como malo, dado mi nivel de consciencia, y encontrar apreciarlo. Miro el progreso. Soy ingeniera y analítica. Hay poco de coincidencia en mi vida y más de guía. En ese proceso fluyo cuando no tengo control. Vivía en una ansiedad y no podía dormir. La meditación me ayudó a fluir con el curso de la vida.

 

Patricia Bonilla
Patricia y su libro.

 

-¿Cuál fue el momento más traumático en tu vida?

-Cuando el padre de mis 3 hijos es diagnosticado con bipolaridad por lo cual decido regresar a USA en busca de ayuda médica. Hace años lo deportaron de Estados Unidos. Después de una situación de violencia extrema y ya separados, lo reporto a la policía y lo detienen. Era eso o mi vida corría peligro. Las discusiones se hicieron intensas. Vivimos en constante situación de violencia intrafamiliar. Por unos años, crie a mis hijos como madre soltera; gestioné las necesidades de mi hogar sola. Eso nos marcó a todos y a mí me masculinizó. Fui padre y madre y sostén de mi hogar, al tiempo que luchaba arduamente por crecer profesionalmente y competir en una industria dominada por hombres. Años muy difíciles.

-¿Qué te ayudó a salir de esta situación para delante?

-Nunca le eché la culpa a mi exmarido de lo que había pasado. Asumí responsabilidad, me pregunté por qué toleré todo eso en mi vida. Entonces comencé a buscar la respuesta. Leí la Biblia, La batalla está en la mente de Joyce Mayer, El poder del Ahora de Eckhart Tolle y descubrí en la lectura un camino que no conocía. Cuando me caso por segunda vez con Emilio Criado, padre de 2 varones con quien formamos una nueva familia ensamblada, una amiga me invita a un retiro en Sedona y descubro el yoga. Ahí empecé a conectarme conmigo y a cuidarme. Entendí que la empresa más grande que una persona tiene es uno mismo. Lo que llamo “Yo.com”

-¿Por qué algunas mujeres se estacan en el dolor?

-La culpa, el miedo, la impaciencia y a la soledad son sentimientos que representan un patrón de adicción. Si identificas los pasos que das para llegar a sentir el dolor, los pueden llegar a sanar. La emoción te hace dar el paso. El dolor se vuelve una adicción. Buscas tener control, la soledad y la tristeza porque es el patrón que conoces. Entonces vueles a ese lugar.

-¿Cuál era el patrón doloroso que aprendiste en tu casa de chica?

-No hay plata. Yo recuerdo con dolor querer algo y no poder tenerlo, aunque en mi escuela todos me llamaban ‘la riquita”. La chica rica que podía tener lo que quisiera creció en una familia sembrada por el sentimiento de escasez. Mi madre, quien nació en épocas de guerra y escasez, a nivel inconsciente muchas veces actúa como si fuera pobre, aunque es dueña de un hotel y tiene su casa propia. Está lejos de ser pobre. Pero lo cree pues como dice Joe Dispenzá “el cuerpo se convierte en la mente”. Es decir, las memorias de dolor acumuladas en el cuerpo se convierten en la mente.

-¿Qué significó esto en tu vida?

-El tener dinero me produjo soledad. Si te enfocas en la escasez eres deficiente, y si te enfocas en la abundancia, pueden crearla.

 

Patricia Bonilla
Su nueva vida en Estados Unidos.

 

-¿Cómo conectas con Tony Robbins, uno de los coach más reconocidos a nivel global?

-En una ocasión viajo a Seattle a visitar a mi hija y un amigo me recomienda el libro de Tony “Dinero: Domina el Juego”. Cuando lo leí, pensé que estaba loco, y que lo que allí decía no podía ser cierto. Al tiempo empiezan los problemas financieros en mi compañía de construcción. Estaba vibrando desde la carencia. El miedo. Entonces llega a mis manos un curso de Tony Robbins. Me anoto. Llego a la conferencia y le escucho decir: “el éxito de un negocio depende del líder del negocio”. Eso me tocó. Me impactó. Entonces me di cuenta de que tenía que cambiar para que el negocio prosperase. Tony sigue siendo mi mentor el día de hoy. Hasta entonces yo no dormía, no lograba estar despreocupada y reconozco que a nivel inconsciente mientras más problemas tenía, más importante me sentía. La gente que dice todo el día: Estoy muy ocupado, tan ocupado… ¿Sabes que está buscando? Sentirse relevante.

-¿Qué otro maestro influyó en tu formación y cambio?

-Joe Dispenza y su libro “Deja de ser tu” que es recomendable. Lo leí en un fin de semana. Me anoté en el curso y empecé a meditar y comencé a sentir una paz interior como nunca en mi vida. Mis circunstancias no habían cambiado, pero yo sí. Una persona no tiene control de las circunstancias, pero cuando yo empecé a cambiar, mi entorno también.

-¿El libro fue para terminar tu proceso sanador o para ayudar a otras personas?

-Lo hice para ayudar a otras personas. Fui a 8 retiros con Joe Dispenza. Cinco de ellos, uno tras de otro. Y en cada curso aprendía más y más de mí. Y así fue como la gente se sentaba a mi lado y yo empecé a descubrir que tenía siempre la palabra justa, el consejo indicado. Que podía ayudar a transformar la vida de otras mujeres amigas o conocidas. Cuando fui cambiando mis hijos comenzaron a regresar a casa y personas de mi oficina que no alineaban con la cultura, comenzaron a irse solas. Empecé a darme cuenta de que mi manera de explicar las cosas era de fácil entendimiento para otros. En este libro he podido condesar años de aprendizaje. He invertido más de un millón de dólares en mi aprendizaje y crecimiento. Viajes por la India y Nepal, que fueron experiencias transformadoras son parte de este libro. Es como un hijo que vino con su propia vida. El libro me ha hecho enfocar e invertir mi tiempo de manera diferente. En el condensé muchas de esas experiencias. Creo que, tal cual dice Marcus Aurelio, el obstáculo es la vía.

-¿Qué te ha inspirado?

-A mí me gusta ser feliz y ver a los demás felices. No me gusta el sufrimiento. He dado coaching sin cobrar un centavo y porque Dios me está marcando un camino que no es por el lado de la construcción tradicional, de la ingeniería. Es para elevar el nivel de conciencia del colectivo.

-¿Qué descubriste en tu camino de evolución?

-En Nepal conocí a la reina de Bután que creó una casa para proteger a mujeres abusadas hace unos 20 anos. Escuché el testimonio de una mujer víctima y comencé a llorar. Al lado mío había otras mujeres empresarias y empoderadas; también lloraban. La violencia intrafamiliar no discrimina. El abuso no es solamente físico y tiene varias caras. La mujer tiende a callar. En Bután entendí que muchas mujeres han resistido el abuso por el bien de los hijos y lo han tapado. Cuando una mujer sufre, sufre todo el mundo.

-¿A quién maltrata una mujer maltratada?

-A todo el mundo. ¿Quién puede dar amor desde el dolor?

-¿Hay alguna manera de acortar la distancia?

-Claro, no quiero que la gente sufra tanto tiempo si puedo ayudar a evitarlo. Me empecé a preguntar cómo puedo darle herramientas a una mujer que se ha sacrificado por sus ideales y ha dejado su proyecto de vida de lado. Si das desde el amor no esperas nada a cambio. Pero cada tanto, sin sentirte culpable, necesitas mimarte para sentirte bien, sin culpa.  Si estoy trabajando es porque deseo crear, no porque no quiero perder lo que tengo. Eso no es abundancia. Eres lo que proyectas. Si has conseguido algo y piensas que lo vas a perder, lo pierdes.

FOTOS: ENRIQUE TUBIO. 

at redacción Marie Claire

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