Se sabe que en los países asiáticos los gusanos de seda han sido domesticados desde hace más de 5.000 años, para luego dar origen a una de las tradiciones ancestrales más famosas de todo el continente y el mundo: el arte del bordado.
Con gran esplendor durante la dinastía Tang (en el siglo VII, cuando se impulsó de manera definitiva la llamada "Ruta de la Seda"), en la actualidad sólo algunos pueblos de Asia continúan con esta artesanal técnica.
Emily Cheong y su familia, originarios de Hong Kong, se encuentran en este pequeño grupo y ellos apuestan no sólo a preservar las tradiciones y cultura de generación en generación, sino también a proteger el medio ambiente desde hace más de diez años.
Cuando la diseñadora, que también tiene raíces malayas, creó Homolog París en Kuala Lumpur, en 2019, no dudó en continuar con la labor de su familia, mediante el apoyo a artesanos cuyas técnicas han servido también al budismo tántrico a lo largo de la historia.
Cómo es Homolog, la marca de Emily Cheong
Luego de haber participado del “Modest Fashion Week” en Dubai, Homolog se presentó por primera vez en el calendario oficial del New York Fashion Week con su colección “Happiness”, en la que el arte tridimensional del bordado se hizo presente en su máximo esplendor.
Tejidos naturales ecológicos, 100% seda, teñidos por plantas, como hojas de níspero, hojas de eucalipto y también la incorporación de la tela batik de Malasia (un tejido de Pahang hecho a mano colorido e intergeneracional) formaron parte de la colección.
“Corales coloridos, algas errantes, selvas coloridas y animales alegres esperan despertar el hermoso mundo en los corazones de las personas. Nos sentimos muy honrados de exhibir estos tesoros artísticos durante la Semana de la Moda de Nueva York. Esta vez exhibimos telas Pahang, y es un regalo preciado", comentó Emily Cheong luego de su show.
Comprometida con un enfoque eco-responsable mediante la optimización de su producción, tanto en NYFW como en la presentación que realizó en la Semana de la Moda de París, Cheong presentó piezas vintage que pertenecieron a su abuela para rendir homenaje a sus antecesoras, pero también para resaltar la importancia del uso de piezas atemporales.
“Algunos de los diseños que se pudieron ver tanto en New York como en París tienen más de 30 años, son tesoros familiares que reviven en el mundo actual, para que tomemos conciencia de la importancia de cuidar el medio ambiente y prestar atención a los ciclos de consumo en la moda”.
Además de cautivar a la audiencia en donde pone un pie (Dubai, New York, París, España), la marca también tiene como objetivo establecerse gradualmente en mercados asiáticos como Seúl, Hong Kong y Tokio.
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