Emme, la firma uruguaya que impulsa el zero waste con su propuesta futurista

La pasión es el impulso y la chispa que le da inicio a todo. Es aquello que no se puede evitar y que invita a quien la siente a accionar, avanzar e incluso, darle forma y vida a algo nuevo. Precisamente, esa pasión fue la que en 2014 llevó a Mariana Prado, diseñadora de moda Uruguaya, a darle comienzo a su propio proyecto que bautizó "eMMe".

La fundadora y directora creativa de la marca convirtió el amor por el dibujo y la arquitectura en su trabajo. El resultado fueron colecciones en las que prima esto como fiel reflejo: con el uso de piezas asimétricas, líneas netas, bloques de color, combinaciones de diferentes texturas y la innovación en la elección de materiales.

No sólo la firma presenta colecciones formales, sino que además trabaja por pedido y tiene cápsulas de experimentación textil, con plisados como protagonistas, y otra en clave nupcial. No caben dudas de que "eMMe" quiere ser diferente; y en esta búsqueda insaciable de la creativa Mariana, es que la firma encuentra en el zero waste la manera de innovar, además de colaborar con el medio ambiente, así como también lo hace en la aplicación de recursos novedosos.

La diseñadora egresada de la UDE inició este viaje como un hobbie y hoy se posiciona ante el mundo como una de las propuestas más originales de la zona, y con vistas a ampliar su mercado a Los Estados Unidos, donde ya planea sumarse a trabajar con Naeem Khan, el reconocido diseñador bridal.

Curiosa y telentosa, Prado charló con Marie Claire sobre su incansable trabajo que prepondera el zero waste en la región, posicionándose como una de las marcas a las que no hay que perder del radar.

-¿Cómo surge eMMe? 

-Emme nace por la necesidad de crear mi propia impronta. Terminando mi carrera como diseñadora comenzaba a latir el boom de los vestidos bordados. Aquellos en los cuales los bordados eran tan elaborados que se podrían observar con una lupa y seguir encontrando detalles nuevos. Siempre tuve Curiosidad por los países de Oriente, sobre todo por India. La elaboración en sus prendas, en sus muebles, en su arquitectura... Tuve una corazonada de que seria un éxito y con mis ahorros abrí mi empresa, importé telas desde India y firmé contrato a un año en un multimarca. Ahí comenzó la aventura de crear una marca; que luego iba a ir mutando en estilo y concepto. Veo la moda y la creatividad como algo infinito, cambiante, me fascina hoy tanto como el día que decidí estudiar diseño. 

-¿Como definirían el ADN de eMMe?

-Si tuviera que resumir eMMe en una palabra sería innovación. Lo que más disfruto de mi trabajo es lo cambiante que es  la moda y como nos empuja a, no sólo estar abiertos al cambio; sino a ser quienes generemos ese cambio. En el mundo tan globalizado en el que vivimos actualmente, y siendo este un rubro muy activo en cuanto a comunicación y marketing; una gran idea puede difundirse y masificarse muy rápido; logrando gran impacto. 

Fuimos los pioneros en nuestro país de hacer vestidos con piedras naturales autóctonas en 2014. También incursionamos en Uruguay con nuestra línea zero waste, creando nuevas piezas mediante nuestros desperdicios. Viajamos a Londres a especializamos en la técnica del plisado, adentrándonos a un mundo nuevo que en nuestro país no esta explotado. Hace dos años innovamos con sobrantes de aluminio como pieza central de nuestros vestidos. Y tenemos muchos planes a futuro, entre ellos apliques en resina, telas luminosas, etc. Tenemos una estética bastante futurista y nos basamos en lo lineal a la hora de crear.

-¿En que se diferencia la propuesta de eMMe de otras firmas ? 

-Creo que eMMe se diferencia de la propuesta de otras firmas a la hora de crear. En mi país son pocas las marcas que no siguen las tendencias al pie de la letra y se animan a más. El clásico estudio de "lo que se viene” antes de crear una colección nos parece un atentado contra la creatividad del diseñador. En nuestro caso lo hacemos al revés. Creamos a partir de algo que nos mueve, y que nos llamó la atención en un momento dado por alguna razón. Lo general, una cultura, una obra de arte, una canción, un edificio, en la naturaleza...

Encontramos inspiración en los lugares más extraordinarios y es magnifico dejarse sorprender. Tenemos colecciones donde damos rienda suelta a nuestra imaginación pero también hacemos gran volumen de vestidos a medida para invitadas y novias. En estos últimos tenemos que adaptarnos a nuestro público, que es más clásico, pero siempre le damos un giro creativo. Nuestras clientas lo aprecian y vuelven a eMMe por esto. Confían en nuestra impronta, gusto e ideas. 

-¿Cómo se inspiran a la hora de armar una colección? 

-La inspiración como contaba anteriormente, puede surgir de donde sea y mutar hacia cualquier lado. Nuestros diseños son más bien futuristas y con gran foco en lo arquitectónico; por lo que podría decirse que diseñamos a partir de líneas. Lo primero que dibujamos sobre un figurín son lineas sueltas. 

Nuestra colección "Londoners", por ejemplo, shooteada en Londres, surgió a partir de la bandera de Gran Bretaña. Creamos a partir de sus líneas y luego el concepto mutó a prendas con rayas y multicolores porque también estaba el concepto de diversidad del lugar. 

Por el contrario, nuestra colección shooteada en Brasil en el museo de Niterao fue al revés: quisimos crear con aluminio y empezamos a diseñar formas en aluminio, luego diseñamos las prendas, todas monocromáticas para que luzca el diseño del metal y finalmente nos decidimos por la estética futurista, para hacer las fotos de campaña en ese museo. 

Hicimos también una colección de vestidos para novias de civil inspirados en un cuadro blanco liso.  Nos dejamos sorprender y no tenemos reglas, ni días, ni horas para crear; y nos divierte mucho que sea así. 

-¿Cómo logran convertirse en una marca zero waste? ¿Cómo empezó este camino? 

-El camino hacia la moda sustentable comenzó cuando era estudiante de diseño y comencé a investigar para mi tesis final. No se escuchaba mucho sobre diseño de moda sustantable o los productos que aparecían eran prácticamente inusables o antiestéticos. Mi tesis consistía en prendas de lienzo de algodón. Utilicé una fibra natural como base. Sumado a esto, tomé desperdicios de aluminio de una empresa que colocaba ventanas, y se perforaron para luego bordar sobre el lienzo. 

El concepto era reciclar y con bordados de aluminio y chapitas de refrescos logre una colección fuera de lo común. Claro que era un poco “raro” usar chapitas en una prenda como malla metálica pero era parte del concepto y al ser estudiante era más importante mostrar un concepto que ser comercial.  Luego en mi marca tuve que bajarlo hacia lo comercial  e hice algo parecido con metales pulidos. 

-Nuestra linea zero waste nació en la colección Londoners, inspirados en las lineas de la Bandera Británica: duplicando, rotando, superponiendo líneas sobre el cuerpo llegamos a crear una colección. Definida por el concepto de la diversidad de los habitantes de Londres por su gama de colores y por el concepto zero waste en sus formas. El fin era el de utilizar todos nuestros desperdicios utilizados en los vestidos a medida. Mediante el uso de lineas usamos una gama multicolor cortada en Lineas muy finas logrando nuestro propio género. Habíamos creado una tela a partir de desperdicios.

El ahorro en el costo de tela relativamente nivelaba con el extra tiempo y mano de obra que llevaba la prenda cortada linea por linea luego de clasificar cada retazo. Ayudábamos al medio ambiente y comunicábamos una gran idea que podía generar algo en alguien más.  Era una colección muy jugada para lo que veníamos haciendo, pero al público le fascino lo que había detrás y el resultado fue excelente. 

Hoy en día seguimos con esta linea zero waste cambiando sus formas y diseños pero siempre utilizando nuestros desperdicios. También generamos una nueva idea de un vestido con partes desmontables que puede llegar a usarse de 25 formas “1 dress 25 ways”. Lo ideal sería en un futuro crear a partir de telas ecológicas, y aunque van apareciendo más opciones en el mercado, para el rubro fiestas es más complicado encontrar el acabado perfecto. 

-¿Qué aprendieron en este proceso ? 

-Aprendimos que de verdad querer es poder, que hay infinitas formas de dar un giro y encaminarse hacia lo sustentable. Queda un largo camino globalmente pero si todos hubiésemos empezado antes a replantearnos estas cosas estas estaríamos en una situación muy distinta actualmente. Aprendimos que por algo se empieza, y que es mejor ser imperfectamente sustentable que no hacer nada.

Aprendimos que es importante comunicar estos cambios porque llegamos a mucha gente, nuestro público nos felicita muchísimo y seguramente más de uno se ha replanteado como dar un giro a su empresa o a su forma de consumir. Sería un sueño enterarnos que inspiramos a marcas de moda a través de nuestro concepto de zero waste. 

La industria de la moda genera mucho desperdicio y es de los rubros más contaminantes. Entre todos podemos lograr un gran cambio. Seguramente no toda empresa pueda usar sus propios desperdicios pero sí puede hacerlo otra, o incluso comercializar esos desperdicios a un costo bajo. “La basura de uno puede ser el tesoro de otro”,  es una frase que me parece que aplica para todo, y, en este caso aplica literalmente a la situación actual en la que vivimos y tenemos que modificar. 

-¿ Cuál es el mayor desafío de ser una marca sustentable ? 

-El mayor desafío en nuestra línea zero waste es el clasificar los retazos, cortar de cero; lleva muchísimo tiempo y mano de obra. Y se nos dificulta encontrar talleres que quieran hacer este trabajo y que tengan excelentes terminaciones. 

A veces entre las ideas de un diseñador, la ejecución y el resultado esperado hay un gran trecho. Sin embargo venimos logrando todo lo que nos proponemos y tenemos muchos proyectos nuevos a desarrollar. 

-¿Cuál será el próximo paso de la marca ? 

-Ahora mismo estamos mayoritariamente dedicados a eMMe Brides, un proyecto que teníamos hace mucho, y estamos disfrutando de esta nueva etapa y de nuestras Novias. Nuestro próximo gran paso es irnos en junio a Nueva York a trabajar en la parte Bridal de Naeem Khan. Estamos muy emocionados por trabajar con uno de los mejores diseñadores del mundo. Como dije anteriormente la cultura Hindú fue algo que nos movió desde el comienzo de la marca y Naeem se caracteriza por haber tomado sus raíces, modernizar su cultura y plasmarlo en sus prendas. 

Viajar es una gran aliado para la inspiración, casi todas nuestras colecciones surgen de algo que vimos en un viaje. En los viajes “abrimos la cabeza” más que nunca y para nosotros, que estamos comenzando con nuestro estudio de Novias, seguramente este viaje sea de gran inspiración.