Cómo lograr un closet sustentable y que resista el paso del tiempo

Con la llegada de cada temporada las grandes firmas traen nuevas propuestas. El fast fashion está a la orden del día y el consumo a nivel global se magnifica. No obstante, los consumidores comienzan a comprar cada vez más de forma consciente y el "slow fashion" pasó de ser una utopía a una realidad que se va instalando como una nueva forma de comprar.

A lo largo de los años se ha repetido un patrón común en cierta porción de la sociedad y es el de ir recolectado infinidades de prendas que terminaron siendo olvidadas en un rincón del closet. Porque como pasan las modas, pasa el interés en ellas. De hecho, el consumidor compra por término medio un 60% más de ropa que hace una década, y una pieza se utiliza solo diez veces antes de ser tirada, según un informe de la ONU.



Ahora, -por fin- las conductas han cambiado y la moda viró hacia un lado más sostenible. No sólo desde su concepción en sí a la hora de fabricarse dicha ropa, sino que desde el rol de los usuarios: también son los que piensan en abastecerse con marcas éticas o directamente recurrir a "lo vintage", como para darle un nuevo ciclo de vida a esas prendas en desuso. ​

Según un estudio de Nielsen de 2015, un 66% de la población milennial mundial se muestra dispuesta a comprar piezas con la etiqueta sostenible a pesar de tener que pagar más.

Otra de las prácticas que vienen pisando fuerte es el "upcycling", que con su reutilización creativa ha llegado como bálsamo en una industria que se ha posicionado como la segunda más contaminante a nivel global.


Es por eso que para evitar las compras impulsivas o por capricho, lo ideal es tener en mente una meta final: crear un armario de cápsulas, un guardarropa ajustado y estilizado, compuesto de prendas básicas de calidad y piezas llamativas, obtenidas -de ser posible- de la manera más sostenible posible.

A continuación, algunos datos de cómo lograr un closet sustentable y que resista el paso del tiempo también.

Evaluar lo que ya se tiene en el armario

El primer paso para crear un armario curado es evaluar las piezas que ya se poseen. La idea es construir un guardarropa lleno de ropa que vas a usar una y otra vez. Con eso en mente,
hay que mirar el guardarropa y decidir qué no se ajusta a dicha descripción.

Después de sacar las piezas que casi no usas o que ya directamente no usas, pensá: ¿Qué podés revender y qué podés donar? Muchas ferias americanas reciben prendas en consignación o incluso dan crédito para gastar en la misma tienda; Galpón de Ropa es una de las más famosas pero hay miles.



Antes de pensar en tirar algo sólo porque tiene un poco de "desgaste", considerá tomarte el tiempo para arreglarlo. "Es muy importante arreglar los artículos clásicos más bonitos antes de comprar nuevos, por ejemplo, arreglar un botín negro o arreglar las correas de un bolso de diseñador", aseguraba en una entrevista Cassandra Dittmer, estilista, consultora y experta sostenible. "Cambiar su forma de pensar hacia el cuidado de lo que ya posee es una forma poderosa de evolucionar como consumidor", agregaba.

Llenar esos "vacíos" que hay en nuestro closet

Cada armario cápsula debe tener una variedad de piezas clásicas que nunca pasarán de moda. Piense en los artículos que se han mantenido como básicos durante las últimas décadas: tipos de telas, elegantes botones, suéteres de cachemira, jeans azules de corte clásico, botas negras, blazers, etc.

Es fácil detectar este tipo de artículos porque son fáciles de combinar con cualquier cosa. También serán aquellos grandes aliados cuando sientas que no tienes nada que ponerte.

Después de mirar con atención lo que quedó en tu armario, completá los espacios que faltan. La buena noticia es que todas estas piezas atemporales suelen estar disponibles en exceso en lugares que van desde tiendas de segunda mano -accesibles- hasta boutiques de lujo.



Priorizá lo que necesitás primero por temporadas. ¿Dejaste de lado un montón de abrigos de invierno no tan cálidos antes del clima frío? Entonces habrá que invertir en uno o dos abrigos prácticos que combinen con todo.

 No obstante, vestirse con prendas clásicas no significa tener que armar outfits aburridos. Por el contrario, se podrán elegir piezas llamativas que puedan utilizarse con aquellas que vemos un poco más "simples".

Un gran truco es dejar "lo llamativo" para  artículos como joyas, blusas y zapatos, u otros "pequeños detalles que no hagan que todo el outfit grite por llamar la atención.

En qué prendas hay que invertir

Tener un guardarropa de alta calidad no significa necesariamente que tengas que gastar una fortuna. Gracias a las compras vintage y de segunda mano, es posible acceder a piezas hechas para durar, a las que nunca se hubieran podido acceder de haber sido compradas nuevas.

Dejando a un lado las etiquetas (lo firmado por Chanel, Hermès o Gucci son las piezas que siempre se pueden revender) hay un par de prendas básicas en las que vale la pena gastar el dinero que tanto costó ganarse para asegurarse de que duren temporada tras temporada. Invertir en calzado de calidad, denim y básicos es un buen punto de partida.



Por otro lado, hay algunos artículos en los que no vale la pena desembolsar por los que se pueden obtener fácilmente a un precio asequible (y sin correr al Zara más cercano). La moda se repite y es común encontrar algunos ítems "vintage" con diseños sumamente actuales: detectar estos índices ayudará a replicar la tendencia pero con productos de mejor calidad, no salidos de tiendas fast fashion.

Dicho esto, es sumamente importante detectar en las etiquetas de las prendas de qué está hecho el artículo cuando decida una compra. Habrá que evitar las fabricaciones sintéticas y baratas, para centrarse al 10%% en las fibras naturales.