En cada familia hay figuras que, sin grandes gestos ni discursos, marcan un antes y un después. Para Juliana Del Aguila Eurnekian, Presidente de Bodega Del Fin Del Mundo, ese nombre es Surpina: su bisabuela armenia, que dejó su hogar durante la guerra y comenzó una nueva vida en Argentina.
“Lo hizo con coraje y sensibilidad. Aprendió a amar su nuevo país sin perder el vínculo con sus raíces. Fue sostén, refugio, y una figura esencial en nuestra historia familiar”, cuenta Juliana.
Hoy, esa historia y ese legado se transforma en Surpina, un vino que homenajea a esa mujer que fue la columna vertebral de su familia: “Este vino es una forma de reencontrarnos con ella, con lo que fuimos y con lo que seguimos siendo”.
Surpina 2021 es, así, un tributo íntimo: una edición limitada que propone volver a la mesa familiar, a los sabores compartidos y a la memoria viva. “Cada botella de Surpina es un puente entre generaciones. Y abrirla, para mí, es volver a ella: a su memoria, a su legado, a esa mesa familiar donde todavía se comparten las recetas de su Armenia natal”, agrega.
Un blend que une historias y terroir
El vino no sólo toma su nombre: también busca transmitir ese espíritu. Desde el cuidado en la selección de las uvas hasta el diseño de su etiqueta, todo en Surpina fue concebido como un puente entre pasado y presente, entre origen y pertenencia.
Surpina 2021 es la cuarta añada que se lanza al mercado y está elaborado con uvas propias de los viñedos que tiene la bodega ubicada en San Patricio del Chañar, Neuquén. Este blend combina un 90% de Syrah con un 10% de Petit Verdot, creando una expresión única del terroir patagónico.
“La idea de homenajearla con un vino nació de forma natural. Yo también vivo entre dos mundos: lo ancestral y lo nuevo, la tradición y la aventura. El vino es mi manera de contar historias, y Surpina merecía una propia. Así surgió este blend, que como ella, se construye en capas y equilibrios únicos”, afirma Juliana.
Según explica, el Petit Verdot es la representación de Surpina, una cepa firme, estructurada y con carácter: “Como una bailarina que cambia de compañero en cada pieza, el Petit Verdot elige con quién danzar según lo mejor que dio la cosecha. En esta añada fue el Syrah quien tomó el rol principal, aportando profundidad, fruta y frescura”.
Con una producción de sólo 4200 botellas, Surpina 2021 es mucho más que un vino: es un homenaje tangible al legado familiar, donde en cada copa se entrelazan historias y terroir. “Esta nueva añada me conmueve profundamente. Es una forma de traerla al presente, de transformar su legado en algo vivo, que evoluciona y se comparte”.
Surpina 2021 ya está disponible en todas las vinotecas del país a un precio sugerido de $130.500.- Más info en: bodegadelfindelmundo.com
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