El núcleo interno de la Tierra es una esfera metálica que durante décadas se creyó estable y sólida, y ha comenzado a transformarse. Investigaciones recientes revelan que no solo ha ralentizado su rotación, sino que podría estar girando en sentido contrario al de la superficie terrestre, impactando no solo a nivel físico, sino también energético.
Este fenómeno, aunque ocurre a miles de kilómetros bajo nuestros pies, tiene implicancias energéticas que podrían resonar en nuestra vida cotidiana, desde la duración de los días hasta el equilibrio climático global.
INFLUYE DESDE SISTEMAS DE NAVEGACIÓN, HASTA LA SALUD HUMANA
La energía que emana del centro terrestre no es solo calor geotérmico: es también un pulso magnético que protege al planeta de la radiación solar. Si el núcleo cambia de forma o ritmo, ese campo magnético podría debilitarse o reorganizarse, afectando desde los sistemas de navegación hasta la salud humana.

CAMBIOS DE RITMO
Este cambio energético abre despierta una nueva conciencia sobre cómo los ritmos del planeta influyen en nuestro bienestar: desde el sueño hasta la productividad.
En un mundo donde el bienestar se redefine constantemente, entender lo que ocurre en el centro de la Tierra es más que una curiosidad científica: es una herramienta para anticipar transformaciones que podrían impactar nuestra forma de vivir.
PERCEPCIÓN DE TIEMPO
Desde la astrología hasta la arquitectura sostenible, cada disciplina encuentra nuevas preguntas en este cambio profundo. Porque si el núcleo se mueve, también lo hace nuestra percepción del tiempo, del espacio y de lo que significa estar en equilibrio con el planeta.
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