La científica María Teresa Dova acaba de recibir uno de los reconocimientos más importantes en su carrera: el Premio L’Oréal-UNESCO For Women in Science, que la posiciona como una de las referentes globales en física de altas energías. ¿Por qué lo recibió? Ella es doctora en física de altas energías y fue distinguida por su trabajo en la exploración de las partículas y fuerzas fundamentales que han dado forma a nuestro universo, además de su notable trabajo en el estudio de la física de rayos cósmicos.
Sus contribuciones fueron clave en lo que se denominó como el descubrimiento más trascendente de la historia en 2012: la caracterización del bosón de Higgs y el nacimiento de una nueva física. Desde París, donde fue distinguida junto a colegas de distintos continentes, conversamos con ella sobre el significado del premio, su vocación temprana, sus investigaciones en el laboratorio CERN (Organización Europea para la Investigación Nuclear) y su visión sobre la ciencia en nuestro país.
-¿Cómo fue la experiencia de recibir el premio?
-Fue una semana muy intensa, con actividades académicas y ceremonias. El momento más emocionante fue sin dudas la noche de la entrega de premios, el 12 de junio. Fue muy conmovedor compartir ese espacio con colegas, amigas, familiares y con las otras premiadas, mujeres extraordinarias de distintos continentes. También tuve que dar un seminario en la Academia de Ciencias Francesa, un lugar imponente con siglos de historia. Fue muy significativo hablar de física en un espacio como ese.
-¿Cuándo apareció tu interés por la ciencia?
-En la secundaria, cuando conocí la física y la matemática. Me gustaban mucho, incluso más que el resto de las materias. Yo estudiaba piano y pensaba que me iba a dedicar a la música, pero la ciencia me apasionaba. En esa época no había Internet, así que le pedí a un amigo que me enviara información sobre carreras relacionadas con física. Me mandó un librito de la Universidad de La Plata con las materias, salidas laborales, todo. Ahí descubrí la Licenciatura en Física y supe que eso era lo mío.
-¿Cuál fue tu aporte principal como investigadora que hizo que te llevaras este premio?
-Mi trabajo en el CERN comenzó hace muchos años, pero en 2005 inicié un proyecto para que todos los grupos de física de altas energías de Argentina pudieran ser parte del experimento ATLAS. Fue un sueño hecho realidad, porque mi intención no era solo participar yo, sino abrir puertas a las nuevas generaciones. En 2006 fuimos aceptados en ATLAS, y desde entonces trabajamos en el descubrimiento del bosón de Higgs, una partícula elemental clave para entender cómo las demás adquieren masa. Fue un hallazgo histórico que permitió cerrar un capítulo fundamental de la física.
“Argentina está muy bien posicionada en ciencia a nivel mundial. Cuando uno menciona nuestro país, en cualquier lugar hay alguien que conoce a un científico argentino talentoso”.
-¿Y actualmente qué líneas de investigación estás desarrollando?
-Hoy mi gran interés es la materia oscura. Sabemos que existe porque afecta el movimiento de las galaxias, pero no sabemos de qué está hecha. En el experimento ATLAS buscamos posibles candidatos que la compongan. Además, estamos desarrollando componentes electrónicos complejos en nuestros laboratorios, que serán instalados en futuras actualizaciones del detector. Es un proyecto con transferencia directa de conocimiento a la industria nacional.
-Siempre se imagina a los científicos trabajando solos. ¿Es así tu día a día?
-Para nada. Hoy la ciencia de frontera no la hace una sola persona, ni un solo país. En ATLAS participamos más de 40 países. Es imposible llevar adelante este tipo de investigaciones sin una colaboración internacional. También trabajé en el Observatorio Pierre Auger, construido en Argentina, para estudiar rayos cósmicos de alta energía. Siempre con equipos, con gente muy talentosa.
-¿Cómo fue tu experiencia como mujer en este ámbito?
-En física de altas energías, las mujeres representamos menos del 27%. Pero yo personalmente nunca sentí discriminación. Estas colaboraciones internacionales tienen una diversidad muy rica y siempre sentí respeto. Mi proyecto hablaba por sí solo.
-¿Cómo ves a la ciencia argentina hoy?
-Argentina está muy bien posicionada en ciencia a nivel mundial. Cuando uno menciona nuestro país, en cualquier lugar hay alguien que conoce a un científico argentino talentoso. Tenemos premios Nobel, talento en todas las disciplinas y una formación académica excelente. Nuestros estudiantes se destacan en universidades como Harvard, MIT, Oxford. La Universidad de La Plata, que conozco de cerca, forma profesionales excepcionales.
-¿Qué le dirías a alguien joven que quiere dedicarse a la ciencia?
-Que no dude. Si le interesa, que se anime. La búsqueda del conocimiento es una de las actividades más gratificantes que existen. Y los que ya tenemos trayectoria debemos trabajar para que las condiciones sean mejores y los jóvenes se queden en el país.
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