Los besos pueden contagiarnos enfermedades bucales en 10 segundos
Cepillarnos los dientes de manera correcta es esencial para el cuidado personal y el de nuestra pareja. Una investigación del microbiólogo Remco Kort lo demuestra.
En lo que refiere a parejas el tema de la higiene suele generar discusiones y diferencias. Puede que uno de los dos sea muy ordenado, y el otro sea el total opuesto, caracterizándose como el desprolijo. Sin embargo, hay algo con lo que no se puede negociar y es la higiene personal, más específicamente en este caso la higiene bucal.
Cepillarnos los dientes a diario, y por lo menos tres veces al día, no solo tiene por objetivo tener un buen aliento y evitar las tan famosas caries. Hay enfermedades aún más complicadas que podrían evitarse con un cepillado correcto.
En 2014, el microbiólogo holandés Remco Kort llevó a cabo un estudio que dejó en evidencia la importancia de la higiene bucal no solo para el cuidado individual y personal sino también para el de nuestra pareja. Kort tomó a 21 parejas heterosexuales en las que midió su microbioma bucal antes y después de un beso de tan solo 10 segundos. El holandés descubrió que en ese corto tiempo se transmiten hasta 80 millones de bacterias de boca en boca.
A pesar de que para algunos esto pueda sonar aterrador, otras enfermedades bucales más graves pueden evitarse si tomamos el buen hábito de higienizar nuestra boca adecuadamente. Para ello los especialistas arrojan un par de recomendaciones:
- Asegurarnos de llegar a cada rincón: sí, debemos cepillar los dientes, pero también las encías, la lengua y todos los recovecos de esta cavidad. Además podemos completar el proceso con el hilo dental para extraer pequeños trozos de comida que no lograron ser eliminados con el cepillado.
- El cepillo eléctrico puede ser un gran aliado: debe tener un cabezal pequeño y contar con una dureza media. Al rotar, consiguen una mejor limpieza, y alcanzan lugares a los que a veces no llegamos con los cepillos manuales. También es importante combinarlo con el uso de hilo dental.
- No olvidarnos de limpiar la lengua: ya que en ella suelen quedar restos de comida, se recomienda el uso específico de un limpiador lingual. Esta herramienta asegura una lengua mejor higienizada a la vez que es muy fácil de usar.
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