Mercurio retrógrado finaliza el 11 de agosto y cuando entra en esta fase, los malentendidos, las interrupciones tecnológicas y los reencuentros con el pasado se convierten en protagonistas. En el plano íntimo, esto puede traducirse en comunicaciones confusas, deseos que no se alinean y situaciones que invitan a repensar lo que en otro momento parecía claro.
EL SEXTING FALLA DURANTE MERCURIO RETRÓGRADO
Desde sexting hasta los encuentros físicos pueden fallar durante Mercurio retrógrado, ya que las palabras no se interpretan como se esperaba y los impulsos emocionales se desordenan. Para quienes creen que la sexualidad es tanto energía como lenguaje, esta fase invita a afinar los canales antes de dejarse llevar por ellos.
FANTASÍAS Y PAREJAS DEL PASADO
Lejos de ser un enemigo del placer, este tránsito astrológico abre las puertas a una introspección ardiente. Las viejas dinámicas sexuales pueden resurgir, trayendo consigo fantasías pasadas o antiguas parejas que reaparecen como espectros deseantes. Es un momento fértil para explorar el porqué de ciertas atracciones, revisar patrones y entender qué busca realmente el cuerpo cuando pide contacto. En vez de correr hacia lo nuevo, Mercurio invita a ralentizar, sentir y reconstruir el deseo con mayor conciencia.
REDIRIGIR LA ENERGÍA
Aprovechar esta energía no implica frenar la pasión, sino redirigirla hacia prácticas más conscientes. Las conversaciones profundas pueden volverse catalizadoras de conexión. Este es el tiempo ideal para redescubrir el lenguaje del cuerpo y resignificar el erotismo desde la comunicación emocional. Escuchar con atención, hablar sin prisa y preguntarse qué hay detrás del impulso se vuelve revolucionario.
El sexo, en tiempos de Mercurio retrógrado, se transforma en un ritual íntimo de reencuentro con el presente.
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