El psicoanálisis ante una pregunta casi retórica: ¿Se puede hablar de otra cosa que no sea el amor? (Unsplash)

Sociedad | 13-02-2021 15:15

San Valentín: ¿Y si ampliamos nuestra concepción del amor?

En esta columna, la psicoanalista Florencia Casabella propone revisar ciertos tótems de esta tradicional fecha festiva.

En una época en la que pareciera ser que la concepción del amor romántico pasó de moda, les acerco una pequeña reflexión acerca de la función del amor y de la amistad para las personas desde el psicoanálisis.

Uno de los temas más trascendentales en la vida de una persona es el amor. Una frase famosa reza: “Ser psicoanalista es saber que todas las historias terminan hablando de amor”.

Quienes nos dedicamos a la práctica del psicoanálisis sabemos que todos los relatos de nuestros pacientes son historias de amor: amores de pareja, amores de amigos, amores de padres, madres e hijos, amores fraternos, amor por los ideales.

Desde una concepción psicoanalítica, el amor en todas sus formas constituye la realización de lazos y vínculos que se gestan a lo largo del desarrollo de cada sujeto y en los que se reproducen y repiten arquetipos de nuestra propia historia.

En este sentido, el amor para el ser humano es lo menos natural, las condiciones de elección del objeto amoroso son tan azarosas como determinantes para cada sujeto y es por eso por lo que no hay un objeto predeterminado para el amor al momento de nacer.

No obstante, las condiciones del amor se constituyen por efecto del azar pero, una vez que eso sucedió, se reproducen de manera determinante a lo largo de nuestra historia. De allí que, en el análisis, el sujeto se lamenta de hablar siempre de lo mismo. ¡Como si fuera posible hablar de otra cosa!

Sigmund Freud, el padre del psicoanálisis, definía al estado de salud como la capacidad de las personas para amar y trabajar, introduciendo una concepción del amor de la cual muchos se sorprenderían.

Para Freud, la felicidad no estaba dada por la condición de ser amados sino por la capacidad de amar a otros. ¡Cuánto sufrimos a veces las personas en la búsqueda por el reconocimiento y el amor del otro! Si supiéramos que se sufre mucho más por querer ser amados que por amar.

En otra instancia, Jacques Lacan dirá que amar es dar lo que no tiene a quien carece de ello o a quien no lo es, introduciendo la lógica de la falta en las relaciones amorosas. Entonces, ¿qué es lo que se ama en el otro?

Precisamente aquello que no tiene, aquello que no se comprende, eso de lo que el otro carece en la misma medida en que le hace falta al sujeto. Así es como el duelo por la separación en el amor no es el duelo por la pérdida del otro sino el duelo por el lugar que uno mismo fue para aquel a quien perdió.

En el día de San Valentín se celebra el amor por la pareja y pareciera ser que quienes no cuentan con ese vínculo o que eligen estar solas y solos no tuvieran un motivo para celebrar.

Sin embargo, en una concepción ampliada del amor, el 14 de febrero se celebra también el amor por la amistad. Y es que precisamente la amistad es posible en la medida en que encontramos en nuestros amigos una semejanza que nos une, pero también una porción incomprensible; esa diferencia inasimilable en el amigo que hace posible la conservación de la amistad.

De allí que, en la amistad, el paso del tiempo no altera el orden de las cosas. Con los amigos se habla siempre de algo distinto para terminar hablando siempre de lo mismo y son ellos quienes nos devuelven nuestra propia imagen. Por otra parte, lejos de ser solamente quienes acompañan en las malas, los verdaderos amigos son aquellos que se alegran en las buenas.

El Día de San Valentín es un buen momento para celebrar el amor y la amistad y recordar que una porción de nuestra felicidad está dada en nuestra capacidad de amar a nuestras parejas y a nuestras amigas y amigos más allá de las diferencias y que haríamos bien en ser, de vez en cuando, un poco más amigos de nuestras parejas.

¡Feliz día del amor y la amistad para todas y todos!

 

*Florencia Casabella es psicoanalista, autora de varios libros y socia fundadora y directora de Désir Salud, centro de atención integral y capacitación en Salud Mental.