Equidad financiera PC Tingeyinjurylawfirm (Unsplash)
Patrimonio femenino: “Estar en pareja y criar enriquece económicamente al hombre y empobrece a la mujer”
Francisca Bravo Cox, abogada de familia y autora de “Lo nuestro ¿es nuestro?“ estuvo de visita fugaz en Buenos Aires y charló con Marie Claire sobre la equidad financiera.
Francisca Bravo Cox es abogada de familia y una de las voces más lúcidas que hoy exige transparencia y equidad en la conversación sobre el dinero dentro de las parejas. Su voz tiene una particularidad que la hace especial como experta en el paño de voces que se alzan con este mensaje. Porque si bien distintas economistas, sociólogas, filósofas, etc, ya habían marcado la desigualdad económica existente entre hombres y mujeres, Bravo Cox suma el concepto de Equidad Puertas Adentro propone un nuevo equilibrio: reconocer y valorar los cuidados en la economía del hogar.
Equidad Puertas Adentro: Lo nuestro ¿es nuestro?
Con la experiencia de haber transitado más de 15 años en Tribunales de familia, esta abogada chilena advierte sobre el costo oculto de la maternidad y por qué planificar tempranamente el patrimonio es un acto de amor e igualdad en América Latina.
Creadora del programa Equidad Puertas Adentro y autora del libro "Lo nuestro ¿es nuestro?" apunta a hablar abiertamente de economía en la pareja, para adelantarse a lo que las actuales estructuras proponen, ya que en base a sus investigaciones y recolección de estadísticas de distintas fuentes, la conclusión es contundente: "En toda la región, estar en pareja enriquece económicamente al hombre y empobrece a la mujer".
Se trata de integrar en los acuerdos de pareja y en los temas que se hablan cuando aparece el amor, y las personas deciden construir distintos tipos de familia, este análisis. Y no, no debería plantearse como matemática pura, pues en su perspectiva, debiera ser parte del amor. De los desafíos que tomamos al amar, de lo que se juega en la intimidad del hogar.
Su mensaje cala hondo, con renovada urgencia en un contexto donde la brecha salarial persiste y las crisis económicas golpean con mayor dureza a los hogares monoparentales (mayoritariamente a cargo de mujeres).
Maternidad y Patrimonio Femenino
La tesis central de Bravo Cox se enfoca en nombrar la invisibilización del trabajo de cuidado y crianza como el principal motor del desequilibrio patrimonial.
Cuando una pareja decide tener hijos parece activarse, si no estamos advertidos, una suerte de mecanismo de roles de género con consecuencias financieras asimétricas. La dinámica familiar se transforma en terreno fértil para la desigualdad:
El “Career Penalty“ de la Maternidad: La mujer, aún en 2025, es quien mayoritariamente reduce su jornada, rechaza ascensos, declina viajes o sale del mercado laboral para sostener la logística familiar. Este sacrificio se traduce en una reducción de ingresos a largo plazo y una menor acumulación de ahorros y aportes jubilatorios. Es, en esencia, un costo económico que recae exclusivamente sobre el capital de la mujer. La especialista subraya que en parejas homosexuales, este desequilibrio no es tal, suelen tener roles más repartidos y esto, da para reflexionar, en consecuencia, que se trata de estereotipos a revisar entre hombres y mujeres.
El “Premio“ de la Paternidad: El hombre, liberado de la mayor parte de las tareas de cuidado, puede mantener o incluso acelerar su carrera, beneficiándose indirectamente del tiempo y la energía que su pareja invierte en el hogar. La pareja prospera, pero el patrimonio individual del hombre crece a una tasa superior. Esta dinámica se vuelve crítica en Argentina, donde los procesos de divorcio o separación exponen brutalmente la vulnerabilidad económica femenina. La abogada chilena insiste: pocos dimensionan el impacto que tiene la maternidad en los patrimonios de las mujeres hasta que es tarde.
Diálogo con el Código Argentino: Protección y Desafíos
Aunque la legislación chilena sobre Sociedad Conyugal es el foco de Bravo Cox, su visión es clave para entender las herramientas y desafíos que tenemos en el Código Civil y Comercial de la Nación argentino.
La legislación argentina ofrece tres herramientas principales para manejar el dinero en pareja: el matrimonio, en donde los bienes de la unión son compartidos por defecto o el matrimonio con separación de bienes (cada uno mantiene lo suyo), y las uniones convivenciales. Sin embargo, en todos los casos, si la mujer deja de trabajar por los cuidados, su patrimonio se ve afectado. Para corregir este desequilibrio al separarse, el Código prevé la figura de la compensación económica, pero llega cuando los acuerdos están rotos, la pareja está en juicio por desacuerdos de base y ya no decidimos desde el amor y el cuidado a la familia, sino desde el rencor.
Planificar no es desconfiar
Francisca Bravo Cox no habla de crear una empresa, sino de romper el "pacto de silencio" sobre el dinero que promueve el amor romántico. Para ella, el amor se demuestra también en el respeto a la autonomía financiera del otro y en la planificación consciente de un futuro equitativo.
"Hablar de dinero desde el minuto uno no es falta de cariño, es la forma más radical de equidad", sostiene. La clave es abordar tres conversaciones fundamentales:
Transparencia: Hablen abiertamente de ingresos y deudas; nada de tabúes.
Aporte Proporcional: En lugar de dividir todo 50/50, que cada uno aporte a los gastos comunes en proporción a lo que gana. Quien gana más, aporta más.
Reconocimiento del cuidado: Si uno sacrifica su carrera (y salario) por la crianza o el hogar, el otro debe compensar ese tiempo y dinero perdido con un aporte a su cuenta personal.
Solo a través de estos acuerdos "puertas adentro" se puede garantizar que el proyecto de vida en común sea un factor de enriquecimiento para ambos y no un ticket seguro al empobrecimiento para la mujer.