Vinos, historia y coctelería de autor: una noche a pura gastronomía por los 25 años de Malamado

En el corazón de Buenos Aires, la primera línea de vinos fortificados de la Argentina festejó sus 25 años junto a sommeliers, bartenders, periodistas e influencers en el Gran Danzón. Cócteles con identidad local, maridajes creativos y un recorrido sensorial por sus etiquetas marcaron el pulso de un evento con mucha historia. Una noche ideal para celebrar a la línea de vino que rompió moldes desde sus comienzos.

Malamado, el primer vino fortificado elaborado en Argentina, cumplió 25 años y lo celebró con una noche inolvidable y llena de historia. La cita fue en Gran Danzón, uno de los bares más reconocidos de la Ciudad de Buenos Aires, donde se reunieron sommeliers, bartenders, periodistas especializados e influencers del universo gourmet para disfrutar de vinos y coctelería de autor.

Durante el evento, los invitados pudieron disfrutar de cócteles exclusivos a base de Malamado Malbec, Malamado Viognier y Malamado Extra Dry, diseñados especialmente para la ocasión por la reconocida bartender Mona Gallosi. Además, se ofrecieron maridajes pensados para resaltar la versatilidad del vino fortificado, tanto en el mundo de la coctelería como en la gastronomía, la cual estuvo a cargo de Darío Gualtieri y Osvaldo Gross.

Malamado celebró su aniversario con maridajes únicos, coctelería de autor y música en vivo

El festejo por los 25 años de Malamado en Gran Danzón fue una experiencia sensorial de principio a fin. La noche comenzó con una recepción de cocina de autor y cócteles exclusivos creados por Luis Morandi y su equipo, usando etiquetas como Malamado Malbec, Viognier y el nuevo Extra Dry, el primer vino fortificado seco de la marca.

Durante la celebración, se ofrecieron cócteles exclusivos que resaltaron la versatilidad del vino fortificado en la coctelería. Entre ellos, el Malamado Collins, una mezcla refrescante de Malamado Viognier, ron, limón y syrup, y el Negroni Malamado Malbec, una versión del clásico con gin, Campari y Malamado Malbec.

Malamado

También se destacó el Malamado Martini, una propuesta más seca y elegante, elaborada con gin, Malamado Extra Dry y piel de limón. Cada trago fue pensado para mostrar una nueva forma de disfrutar el vino fortificado, más allá de los moldes tradicionales.

Como parte de esta propuesta, la marca presentó oficialmente Malamado Extra Dry, una nueva etiqueta seca pensada para tragos y aperitivos. Con solo 8 g/l de azúcar residual y una crianza en barricas usadas de aguardiente Viognier, este lanzamiento refleja la evolución del paladar local y abre nuevas posibilidades para disfrutar el vino fortificado en clave moderna.

Malamado

Malamado

El plato principal, un confit de pato con reducción de Malamado Malbec, fue obra del chef Darío Gualtieri. El cierre dulce estuvo a cargo del maestro Osvaldo Gross, quien maridó su postre con Solería by Malamado, elaborado con uvas Torrontés. Además de las degustaciones, la cantante Inés Estévez brindó un show íntimo de jazz y bossa nova.

La noche llevó a un viaje en el tiempo cuando José Alberto Zuccardi presentó botellas de Malamado 2000, una añada del primer Malamado que fueron guardadas por la familia durante 25 años.

Al probarlo, el vino seguía dulce, con notas frescas y de madera. Fue un verdadero encuentro con el pasado. 

Malamado


25 años de historia familiar y pasión por la industria vitivinícola 

La creación de Malamado está relacionada con la permanente inquietud innovadora de Familia Zuccardi. A fines de la década del noventa, los enólogos de la bodega viajaron a Portugal y visitaron varias bodegas de ese país. De ese viaje regresaron con la idea de realizar un producto similar al vino de Oporto, pero con un carácter típicamente argentino.

Malamado

Ese viaje fue un antes y un después en su producción y a partir del año 2000 destinaron parte de la cosecha de uvas Malbec para la elaboración de un vino similar al de Oporto, un vino fortificado. La elección de la variedad Malbec estuvo dada por ser la variedad emblemática de nuestro país y la que mejor se adapta a nuestro clima y suelo.

“Cuando nació Malamado, pocos entendían qué era un vino fortificado. Hoy, después de un cuarto de siglo, tampoco se sabe tanto. En Argentina no se hacían vinos así. El dulzor era para los postres. El Malbec parecía tener un solo camino. Malamado tomó otro”, afirma Franco Squartini del equipo de enología de Malamado.

Malamado no se explica, se prueba. Se disfruta lento, se sirve sin reglas, se brinda con amigos o se esconde para uno mismo.

Malamado

El nombre nació de la creatividad de Jorge Schussheim, talentoso artista, publicista y amigo de la familia. Cuando probó este vino lo definió como un producto “alabado”, dado que lo deslumbró. A partir de allí comenzó a jugar con la palabra y con la condición de Malbec realizado a la manera de Oporto. Así surgió la marca Malamado: Malbec a la Manera de Oporto.

 “Lo que más destaco de Malamado es la naturaleza del vino, su diversidad”, José Alberto Zuccardi.

Con el paso de los años, y con la llegada del Viognier primero y luego de Solería, Malamado dejó de ser una sigla para convertirse en la marca insignia de una familia de vinos fortificados.

Vinos fortificados: cuáles son sus principales características 

El vino fortificado o encabezado es un vino al que se le interrumpe la fermentación mediante agregado de alcohol vínico (aguardiente). Dependiendo del momento en que el enólogo elige encabezar, el vino será más o menos dulce. Si se encabeza a poco de iniciada la fermentación, quedará muy dulce. Por el contrario, si se hace más cerca del final, el vino quedará menos dulce. Pero siempre resulta un vino de alto grado alcohólico, debido al alcohol agregado. 

Por lo general, los vinos fortificados, tienen una graduación alcohólica de 20º y se añejan en roble. El ejemplo más famoso de vino fortificado es el Porto (u Oporto) de la región del Douro en Portugal. 

Malamado

Malamado Malbec, Malamado Viognier y Solería son vinos licorosos dulces, cuyas fermentaciones son interrumpidas tempranamente con el agregado de agua ardiente. El primer resultante de este proceso son vinos con un contenido de azúcar residual de entre 100-120 gramos por litro. 

El Malbec y el Viognier luego continúan sus crianzas en barricas viejas, de cuarto o quinto uso, durante un período que puede alcanzar a los 24 meses con el fin de permitir una lenta y prolongada micro oxigenación que favorezca una evolución ideal. 

En el caso de Solería, que se elabora con uvas Torrontés, la crianza puede superar los cinco años y se lleva a cabo en barricas que son ubicadas en un sector especial de la bodega a la intemperie. Las permanentes variaciones en las condiciones ambientales producen una evaporación parcial del contenido dentro de las barricas, lo que da paso a mayor oxidación y concentración. Así se obtiene un vino de gran complejidad, tanto en aromas como en boca.    

Para descubrir recetas, maridajes y más sobre el universo Malamado, visitá malamado.com o seguí a la marca en Instagram: @malamadoar.

at Antonella Occhipinti