Tendencias en lentes: lo último desde Italia para una mirada de vanguardia

Hoy los lentes no son solo un accesorio o una herramienta médica, sino una declaración de estilo. Somos afortunados porque combinamos moda con salud visual”, dice Lorraine Berton, Presidenta de Mido, la feria internacional líder de gafas y productos ópticos que se lleva a cabo cada año en Milán (Italia). Y en esta edición la frase de la experta cobra más sentido que nunca.

¿Por qué? Realmente las tendencias de 2025 estuvieron enfocadas en la moda, la singularidad, las materialidades y la sustentabilidad. Durante tres días de febrero los enormes pabellones de la Fiera Milano se poblaron de 1200 exhibidores de todo el mundo (incluida la presencia de la marca Hardem, única de nuestro país) y más de 42 mil visitantes de 168 países recorrieron los sectores dedicados a maquinaria, los espacios de los grandes conglomerados que producen lentes como Safilo, Excilor Luxottica y Marcolini y hasta el sector llamado Academy, en donde se destacan las start up del sector.  

Cuestión de estilo

En cada una de los rincones de Mido se pudo ver una tendencia clara: la búsqueda de autenticidad y el animarse a más. Los marcos geométricos (muchas veces irregulares), los colores estridentes o las combinaciones únicas (¡y hasta customizadas!), los materiales sustentables o mismo con texturas diversas y los apliques y colgantes que marcan una diferencia y elevan la impronta del anteojo fueron grandes protagonistas de esta edición.

Las colecciones buscan reflejar la personalidad de quien las usa a través de colores naturales como ámbar, negro y habano, combinados con tonos vibrantes como rojo, azul y verde. Las formas clásicas, como el aviator, el cat-eye y la panto, se reinterpretan con materiales innovadores y detalles audaces, mientras que los acabados en oro de 24K y piedras preciosas elevan algunas piezas al nivel de joyería. Además, los accesorios como cadenas y estuches multifuncionales refuerzan la funcionalidad sin perder elegancia.
El compromiso con la sostenibilidad se refleja en el uso de materiales reciclados como bio acetatos, resinas de semillas de ricino y policarbonatos certificados. La tendencia también destaca la importancia de la artesanía combinada con la tecnología, permitiendo la creación de modelos duraderos con componentes reemplazables para prolongar su ciclo de vida. La imperfección, inspirada en la naturaleza, se convierte en un valor estético que resalta la autenticidad y la originalidad en el diseño de cada pieza.

Made in Italy

Es una marca registrada en todo lo que se relaciona con el diseño y los lentes no se quedan atrás en la lista. Italia es líder en la producción y diseño de lentes en todo el mundo y Argentina tiene, como siempre en estos casos debido a la gran imnigración, un vínculo y una influencia muy importante a la hora de comprar anteojos que tengan el sello “hecho en Italia”.

El ministro de Empresas y del Made in Italy, el senador Adolfo Urso, declaró en la apertura de la feria: “Los italianos fuimos los primeros en transformar las gafas, de un simple instrumento sanitario a un elemento de moda, hasta llegar a un producto con el más alto contenido tecnológico, incorporando funciones de un celular, una computadora y un reloj. Se trata de una extraordinaria revolución tecnológica que permitirá a las empresas italianas, que deben avanzar en esta dirección, posicionarse nuevamente a la vanguardia mundial, consolidando así la excelencia del Made in Italy, que representa identidad, estilo, cultura, historia, diseño y arte, pero también, cada vez más, innovación”.

Y así fue ya que algunas compañías sorprendieron con lentes especiales para personas con problemas de audición que ayudan a regular el ruido externo y escuchar mejor, con vidrios que cambián de color según la luz que cada persona necesite (tiene una variación de 6 tonalidades) y los ya famosos Ray-Ban auspiciados por Meta con los que se puede grabar, hacer fotos, llevar a cabo llamadas telefónicas y mucho más. Estas tendencias no sólo redefinen el eyewear desde una perspectiva estética, sino que también lo posicionan como un símbolo de identidad, autoexpresión y evolución cultural.

Palabra autorizada

Con más de 40 años en la industria, Lorraine Berton ha construido un camino sólido en el mundo de la manufactura y el diseño. Desde sus inicios como traductora hasta convertirse en dueña de una fábrica y la primera mujer presidenta de Anfao (Associazione Nazionale Fabbricanti Articoli Otticiy Mido).

-¿Fue difícil ser la primera mujer presidenta?
-Es difícil ser mujer en general, no solo presidenta. Es un desafío constante. Manejar una empresa y al mismo tiempo criar a mis dos hijos no fue fácil. Pero hoy uno ya tiene 30 años y mi hija está terminando su maestría. Ahora siento que es mi momento, que puedo enfocarme en lo que realmente me apasiona.
-¿Cuáles fueron los mayores cambios en la industria en estos 40 años?
-Todo cambió. Antes, con la moda era suficiente. Hoy, además de la moda, hay que invertir en tecnología y en las personas. No se trata solo de máquinas, sino del talento humano. También tenemos el desafío de la sustentabilidad, que es clave en este momento.
-¿Qué representa hoy el “Made in Italy”?
-Más allá de la calidad, el diseño italiano sigue siendo un referente. No es algo que cualquiera pueda replicar, y por eso creo que seguimos siendo los mejores. Como en la gastronomía: tenemos el 80% del arte del mundo y, además, somos los mejores en comida (risas).
-¿Qué creés que aporta el liderazgo femenino a la industria?
-Si visitás mi fábrica, vas a ver el toque femenino. A veces puedo ser exigente, pero siempre les digo a las chicas: “Tenemos que hacerlo mejor porque somos mujeres”. Un hombre puede equivocarse y salir del paso; nosotras no.