Qué ver en Colonia: la guía imprescindible para descubrir la ciudad alemana a orillas del Rin

Es sin duda la ciudad más importante sobre el río Rin. Con un poco más de un millón de habitantes, a una hora de Frankfurt y a apenas 45 minutos de Bonn (ex capital de Alemania Federal), se erige como una visita obligada para los que quieran conocer algo más que Berlín. Tres características la hacen única: su catedral, su cerveza Kölsch y su carnaval. 

Sus máximas atracciones

La catedral de Colonia es el edificio más visitado de toda Alemania. Su estilo gótico y sus 160 metros de altura la convierten en la tercera más alta del mundo. Su construcción comenzó en 1248 y, aunque se interrumpió durante siglos, recién se completó en 1880 siguiendo los planos medievales originales. Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, destaca por sus dos torres de más de 157 metros —entre las más altas del mundo— y por albergar el Santuario de los Reyes Magos, una reliquia única que atrae a millones de visitantes cada año.

El 11 de noviembre a las 11:11 comienza esta celebración pagana, aunque la semana loca en Colonia es, por supuesto, en febrero. Es una fiesta totalmente popular: la ciudad entera se disfraza, hay desfiles, música en vivo, carrozas y un espíritu de humor, sátira política y descontrol. El momento más importante es el Rosenmontagszug (el desfile del Lunes de Carnaval), con carrozas gigantes y comparsas. Las calles se llenan de gente gritando el saludo típico: “Alaaf!”.

La Kölsch es la cerveza tradicional y orgullosamente local de Colonia. Ligera, dorada y de fermentación alta, se caracteriza por ser muy suave, ligeramente afrutada y extremadamente fácil de tomar. Se sirve siempre en vasos altos y finitos de 0,2 l, llamados Stangen, y los Köbesse (mozos tradicionales) te traen una nueva automáticamente cuando ven el vaso vacío, anotando cada una en un posavasos que al final funciona como tu cuenta.

De compras

Colonia es ideal para un tour de compras. ¿Por qué? Porque tiene opciones para todos y a poca distancia. La Schildergasse (que culmina en la catedral) es la alternativa más elegida, ya que en esta peatonal se encuentran las grandes cadenas de almacenes y de marcas de fast fashion, como Zara, H&M, Pull and Bear; aunque también se puede comprar en tiendas como Louis Vuitton, Longchamp o Rimowa. En tanto, en el Barrio Belga, a pocas cuadras de allí, los hipsters ganan terreno. En una peatonal de pocas cuadras, marcas más de tendencia como Birkenstock, Zadig & Voltaire, adidas o Cos ofrecen sus últimas y más cuidadas colecciones. Otra opción es tomarse un tren de apenas 40 minutos hasta la ciudad de Düsseldorf y caminar por la  coqueta avenida Königsallee (Kö), allí están todas las marcas de lujo que uno pueda imaginarse.

El 4711 Kölnisch Wasser es una de las fragancias más famosas y antiguas del mundo, símbolo indiscutido de Colonia. Creada en el siglo XVIII, esta eau de cologne se volvió célebre por su frescura cítrica —mezcla de bergamota, limón, naranja y notas herbales— y por su icónica botella azul y dorada. Durante siglos fue considerada casi medicinal por su efecto revitalizante, y aún hoy se produce en la histórica casa de la Glockengasse, donde funciona también una pequeña experiencia interactiva para visitantes. 

Museos para visitar

El más famoso y más visitado es el Museo del chocolate (Schokoladenmuseum), ubicado en la zona nueva del puerto. Apoyado por la marca suiza Lindt, el espacio propone un recorrido por la historia del cacao para culminar en una réplica de fábrica de chocolate de la firma. Allí, se puede ver el paso a paso de las reconocidas trufas de chocolate y al final del recorrido disfrutar de una cascada de chocolate con vista al Rin. 

El Museum Ludwig es el museo de arte moderno y contemporáneo más importante de Colonia y uno de los grandes de Europa. Alberga una de las mayores colecciones de pop art fuera de Estados Unidos, una impresionante selección de Pablo Picasso y obras clave de expresionismo, fotografía y arte contemporáneo alemán. Su edificio junto a la Catedral y su programación dinámica lo convierten en una visita obligada para quienes aman el arte del siglo XX y XXI.

El EL-DE-Haus, sede del NS-Dokumentationszentrum, es probablemente el museo histórico más estremecedor de la ciudad. Funcionó como cuartel general de la Gestapo durante el nazismo y conserva intactas sus celdas, con inscripciones originales de prisioneros. Su recorrido contextualiza la vida cotidiana bajo el régimen, la persecución en Colonia y la maquinaria de terror del Tercer Reich. Es un espacio de memoria fundamental y una de las visitas históricas más impactantes de la región.

El Rautenstrauch-Joest Museum es el museo de culturas del mundo de Colonia y uno de los más innovadores de Alemania en enfoque antropológico. Su recorrido no está organizado por regiones, sino por temas universales —identidad, rituales, vida cotidiana, representación del cuerpo, espiritualidad— que muestran cómo distintas sociedades responden a las mismas preguntas humanas. Su arquitectura moderna, sus instalaciones inmersivas y su colección proveniente de África, Asia, Oceanía y América Latina lo convierten en un espacio ideal para reflexionar sobre diversidad, colonialismo y diálogo intercultural. Una visita distinta, profunda y muy bien curada.

De caminata 

Colonia tiene diferentes barrios para disfrutar y caminar es una de las mejores opciones. Desde "el otro lado del Rin" (costa oeste) se puede cruzar el puente de los candados desde donde se obtiene un hermoso panorama de la catedral, desde este lado se puede caminar por la ribera hasta el barrio Alter Markt. Este es el más antiguo de la ciudad (ya que durante la Segunda Guerra Mundial fue casi destruida completamente) con fachadas coloridas y muy pintorescas. Allí hay también fábricas de cerveza y bares tradicionales. 

Siguiendo por la costa se encuentra el barrio más moderno de Colonia. Se llama Rheinauhafen y es el elegido por las empresas. Además de hermosos bistró con vista al río y cafés de especialidad, llaman la atención tres edificios que ya son parte del skyline: Kranhäuser, tres construcciones con forma de grúa. 

Por último, Ehrenfeld. Joven, multicultural y artístico, está lleno de murales, cafés independientes, tiendas de diseño, conciertos y clubs. Es el barrio más “creativo” de la ciudad.

Colonia es una ciudad que vibra entre historia, arte y una energía vital que se respira en cada barrio. Al despedirse, queda esa sensación única de querer volver, como si el Rin dejara siempre una puerta abierta para regresar.