Medellín: de compras por la ciudad de la eterna primavera

En medio de los Andes colombianos, con el clima más privilegiado del mundo (primavera todo el año) y una planificación perfecta de ciudad que se mezcla entre la vegetación casi selvática y las laderas empinadas con vistas maravillosas de la urbe, se erige Medellín. Una ciudad que es famosa en todo el mundo por muchos motivos, pero uno es muy especial: la moda. La industria textil es fortísima en esa región y por este motivo presentan cada julio Colombiamoda, la fashion week más importante de Latinoamérica. Este año reunió a más de 60 mil asistentes de 50 países y 650 marcas expositoras, generando para la ciudad una derrama económica superior a los 17,7 millones de dólares (según confirman datos de Inexmoda). Claramente, la ciudad vibra al ritmo de la moda. Y por eso la recorrimos para conocer los espacios imperdibles para visitar para los amantes de la moda.

En un solo lugar

En el barrio El Poblado (construido sobre la montaña) se encuentra El Tesoro, el mall más grande de la ciudad. Este shopping tiene de todo: desde un hotel (Novotel), hasta una clínica, varios restaurantes y muchísimos locales para todos los gustos. Además de marcas de moda internacionales como Zara, Tous, Skechers o Bimba y Lola, varias firmas colombianas están presentes en el centro comercial. Entre ellas, Parchita, una firma de accesorios y carteras bien colorida, Agua Bendita, una propuesta de bikinis y trajes de baño con estilo propio, y Agua by Agua Bendita, que propone tejidos y vestidos con bordados, colores vivos y espíritu colombiano; y Wanitta, una firma de moda ética que produce de forma justa y propone prendas casuales con estilo único y telas de alta calidad.

Por las calles de El Poblado

Ballen es un local que merece ser visitado. Una marca de bolsos y accesorios en cuero que tiene una maison soñada, con taller a la vista, espacio para realizar cursos de mindfulness craftship y un gran espacio con todas sus piezas únicas y obras de arte. Todo le hace honor a la ciudad de Medellín. Tiene una propuesta súper curada y fusiona el estilo contemporáneo e innovador.

A pocos minutos de allí se emplaza un multiespacio único: Makeno, curado por Manuela Rubio y Paula Betancur. Este reducto colaborativo alberga a la diseñadora de lentes y accesorios Paula Hernández, la propuesta de ropa en denim de Naim y, en el último piso, un enorme predio con propuestas colombianas de grandes marcas (como Johanna Ortiz) y otros diseñadores del país, además de piezas internacionales como las argentinas de Doma Leather. Accesorios de deco y hogar también forman parte de la selección.

Muy cerca, en la Vía Primavera —peatonal para disfrutar del paseo de compras entre cafés y restaurantes— hay dos paradas obligadas: Fento, un local de lentes de alta tecnología y diseño, y Primavera Coffee Shop and Store, que reúne propuestas frescas y eclécticas de moda y deco. ¿Un café? Además de ahí, Pergamino y Café Quindío son dos infaltables, ambos con trazabilidad garantizada.

Si lo que buscás es visitar un barrio emergente en plena transformación, el destino es la Comuna 10, en La Candelaria. Talleres, edificios fabriles y graffitis conviven con tiendas nuevas y espacios de moda o galerías de arte. Allí destaca la manzana de Mattelsa: un enorme edificio donde, además de café, librería y objetos de diseño, se encuentran sus colecciones urbanas y juveniles de gran calidad. Una experiencia que resume el nuevo espíritu creativo de Medellín. A pocos pasos, el predio Plaza Mayor late cada año con la energía de Colombiamoda.

El final perfecto para una ruta fashion

Recorrer Medellín (con Woot Woman Travel con este tipo de tour fashion) es entrar en contacto con una ciudad que combina tradición textil, innovación y cultura urbana. Desde los shoppings más sofisticados hasta los espacios colaborativos de diseño emergente, todo invita a descubrir una identidad única que pone a Colombia en el mapa de la moda mundial. Medellín no solo es la “ciudad de la eterna primavera”: también es un destino de inspiración, compras y estilo que cada temporada se reinventa al ritmo de la creatividad local.