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Reportaje especial | Hoy 08:02

Mirada femenina: cómo Paris Photo se enfocó en el cuerpo de la mujer

En Paris Photo más de 40 obras realizadas por mujeres fueron seleccionadas para crear un circuito dentro de la feria que celebra la mirada fotográfica femenina. Compartimos aquí una curaduría especial, enfocada en el cuerpo y su representación.

Seis preguntas para Raphaëlle Stopin, curadora de Elles x Paris Photo en la 27ª edición de Paris Photo, directora del Centro Fotográfico Rouen Normandía y ex directora artística del Festival de Hyères.

-¿Cuáles fueron tus intenciones al curar esta selección?
-Mi objetivo fue liberar la creación artística femenina de estereotipos, ir más allá del autorretrato, el activismo o el comentario sobre la representación de las mujeres. En esta selección, claro que hay muchas artistas menores de 40, aproximadamente un tercio, pero la mayoría de ellas son artistas del siglo XX.

En la historia de Imai, una mujer anciana y Ofelia se encuentran e intercambian lugares, y Ofelia, quien debería ahogarse, vuelve a la vida. La Ofelia viviente ya no es una tragedia. AYA TOMOKA


-Para este portafolio elegimos centrarnos en el cuerpo y su representación. ¿Qué te parece esta temática?
-Lo que me resulta interesante es la diversidad de códigos visuales y lenguajes presentes. Tantos, que se puede ver hasta qué punto la cuestión central para estas artistas fue crear verdaderamente una obra de arte. La pregunta estética no es secundaria en absoluto, sino todo lo contrario. La producción artística femenina adopta formas tan variadas como las de los hombres.

En esta imagen, las manos se unen en un momento de danza colectiva. Nuestros rostros y nuestras manos son los dos centros de expresión más intensos. Prefiero dejar que las manos hablen, ya que combinan lo abstracto con lo concreto. LORE STESSEL.


-¿Creés que existe algo intrínsecamente diferente en la mirada fotográfica femenina?
-Las mujeres fueron sin duda más conscientes y sensibles al hecho de que la fotografía, especialmente en los medios, se había usado para crear representaciones sumamente objetivantes, lo cual obviamente les afectaba más que a los artistas hombres. Por ejemplo, en la selección que hicieron incluyeron la obra de Lois Conner, quien cuestiona la representación de la maternidad con estas bellas Madonnas de la vida cotidiana. Ella propone una imagen alternativa con el mismo medio.


Por eso es tan necesaria la perspectiva histórica. Hoy, la cuestión del cuerpo sigue explorándose, pero no por las mismas razones. Hemos dejado atrás la gran lucha feminista contra la imagen comercial de la ama de casa o la mercantilización de los cuerpos femeninos. Sin embargo, los temas actuales parecen llevarnos de nuevo a ellos. Muchas artistas siguen hablando del cuerpo como un espacio político. Por ejemplo, la representación de género y de fluidez, un tema actual, es algo que ya se había explorado en el pasado, aunque quizás de maneras menos explícitas.

Los primeros planos, que son una parte esencial de mi lenguaje visual, descontextualizan. Lo que me importa no es tanto lo que se está fotografiando, sino la emoción que la imagen nos provoca. Esta imagen podría interpretarse como una expresión del estado de confusión entre el cuerpo de la madre y el de su hijo, ya que aún no están totalmente disociados. LUCILE BOIRON


-Hay algo casi agresivo, radical, en algunas de estas imágenes…
-¡Por supuesto! Mirá el trabajo de Alina Frieske, que produce imágenes fotográficas completamente manipuladas, o el de Lucile Boiron, cuyas fotos son puramente fotográficas y sin adulterar. Ambas hacen una especie de auscultación de la carne, aunque sus enfoques técnicos están en extremos opuestos. Para mí, las imágenes no están sesgadas en un sentido u otro; al contrario, ambas tienen una crudeza. Lucile Boiron, con ese enorme bebé, hace una foto que explora la carne. Hay algo sumamente orgánico, casi esencial. Es un primer plano extremo, una vista fragmentaria que da la sensación de que la vida está desbordando el encuadre.

Me interesaba nuestra dependencia al contenido en línea. Aunque esta imagen resulta bastante agresiva por la sobrecarga compulsiva de imágenes, también es una imagen de afecto y ternura, reflejando el apego a las pantallas que mantenemos tan cerca de nuestros cuerpos. Quise comentar tanto sobre el comportamiento de consumo como sobre el hecho de ser consumidos. Alina Frieske


-Contanos sobre el cuerpo fragmentado en la fotografía. ¿Qué significa?
-El fragmento puede significar muchas cosas. Alina Frieske divide cuerpos. Como utiliza parcialmente imágenes que encuentra en internet, su obra refleja nuestras identidades fragmentadas en el mundo digital. Estas imágenes de nosotros circulan, no sabemos por dónde pasan ni dónde terminan; de esta manera, nuestros cuerpos, a través de estas imágenes, se fragmentan y nuestras identidades se ven comprometidas.
Para Lore Stessel, el impulso creativo es diferente. A ella le interesa que el fragmento exprese movimiento, performance. Claro que existe cierta violencia en la imagen al cortar partes del cuerpo, pero este encuadre muestra un hermoso ramo de manos: es fácil proyectar en él una imagen de hermandad y comunidad.

La serie Estudio para cariátide es el autorretrato más simple que he hecho en mi carrera. Sostener una silla sobre la cabeza es una declaración del hecho de que la existencia y las vidas de los seres humanos no son otorgadas por nadie, ni están destinadas a nadie. Mari Katayama


-¿Creés que hay avances en cuanto a igualdad de género en el mundo del arte?
-En este país, como en muchos otros, hay muchas más estudiantes mujeres que hombres en arte. Pero no podemos dejar de mirar al pasado. ¿Es la historia del arte que se enseña hoy una representación justa de lo que realmente ocurrió? Por supuesto, los y las jóvenes artistas necesitan apoyo, pero también es fundamental que se les muestre que la historia de la fotografía artística no es solo cosa de hombres. Ahora, para darles a las mujeres el lugar que les corresponde, no deberíamos simplificar la historia. Las investigaciones sobre mujeres fotógrafas suelen limitarse a las militantes o a las autorretratos, y por eso quise centrarme en la experimentación visual.
Mirá el trabajo de Imai Hisae: es realmente destacable. Hizo esta imagen en los años 60; parece una obra que alguien como Smith hubiera producido el año pasado. Al mostrar este trabajo, se inserta esta creación en un contexto histórico visual más amplio. Mirar al último siglo, preguntarse qué no vimos y por qué... complejiza el paisaje, multiplica las perspectivas. ¡Queda tanto por hacer, y eso es fascinante!