Con el aumento de la temperatura y las actividades al aire libre, los requerimientos de hidratación son mayores. Es fundamental ayudar a nuestro organismo a adaptarse a los cambios con el debido aumento de la ingesta de líquidos y una adecuada alimentación.
El agua es el principal componente del cuerpo e integra más de la mitad de nuestro peso. El balance entre los ingresos y los egresos de agua es fundamental para nuestra salud, siendo el principal líquido para hidratarnos. Diariamente perdemos 2 a 3 litros de agua. El ser humano no almacena agua, por lo que es necesario reponer las pérdidas, asegurando la cantidad y calidad para garantizar nuestras facultades cognitivas, rendimiento físico y termorregulación.
El agua es la mejor bebida: claves para crear el hábito
Empezar el día con un vaso de agua nos permite comenzar renovados de energía y fuerza. La Dra. Guadalupe Naveyra, especialista en nutrición y obesidad asegura que durante el día se debe tomar entre 2 a 3 litros de agua, distribuido antes, durante y después de las comidas. En forma sencilla se llega a la cantidad total necesaria.
Incorporar a la alimentación frutas, verduras y hortalizas, fuente de agua y micronutrientes (vitaminas y minerales) que nos aportaran alrededor de 20 a 25% del requerimiento diario.
No esperes a tener sed, tomá agua antes de sentir la necesidad. La sed ya es un signo de deshidratación. No olvides ofrecer líquidos a bebes, niños y adultos mayores, ya que son más vulnerables y es necesario supervisar su consumo. Otras bebidas que hidratan son los jugos naturales, infusiones sin azúcar, lácteos, etc.
Si vas a realizar actividad física, especialmente en clima cálido y húmedo, recordá tomar agua antes, durante y luego de realizar el ejercicio.
Las bebidas alcohólicas, no ayudan a hidratarse, es importante estar atentos a su efecto.
Ofrecer una jarra de agua en las mesas familiares, usar envases para transportar el agua y llevarla en el bolso cuando salimos de casa.
Para prevenir la deshidratación es importante estar atentos a síntomas como el aumento de la sed, dolores de cabeza, sequedad en la boca y náuseas. Otro factor fundamental es tener cuidado con las circunstancias que aumentan el requerimiento de líquidos (estrés, actividad física, aumento de temperatura corporal, etc.)
En la Argentina, según la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo, se observa que más de la mitad de los líquidos que se consumen pertenecen a gaseosas, jugos listos para beber, bebidas saborizadas y gaseosas light, que demuestra la falta de incorporación de hábitos saludables, como no priorizar el consumo de agua segura y la excesiva incorporación de azúcar relacionada con el aumento de la obesidad y de las enfermedades crónica de las últimas décadas.
Entonces sabemos que tomar agua es lo más sano, pero ¿Cómo podemos hacerla más rica y no cansarnos de tomarla? Podemos agregarle frutas como la naranja, limón, o sumarle una taza de frutas cortadas tales como sandía, ciruela o pera entre otras puede ser una buena opción. También podés hacer una bebida rica y natural sumando vegetales como pepino, apio y jengibre fresco rallado. No te olvides de agregar hierbas aromáticas como menta fresca, romero, albahaca o eneldo que brindan al agua diferentes exquisitos sabores.
Hidratarse es fundamental, si lo hacemos correctamente nuestro cuerpo lo va a sentir y a agradecer para poder disfrutar el verano a pleno.
At. Redacción Marie Claire
Accedé a los beneficios para suscriptores
- Contenidos exclusivos
- Sorteos
- Descuentos en publicaciones
- Participación en los eventos organizados por Editorial Perfil.
Comentarios