Muchos dermatólogos y expertos en medicina recomiendan la caléndula, una de las plantas más conocidas en el mundo por sus propiedades y sus usos tanto en la medicina como en los productos de estética. Aplicada en crema, ungüento, aceite, o consumida en infusión, esta planta es muy eficaz para tratar múltiples afecciones.
El nombre genérico caléndula deriva del latín calendulae, que significa “a lo largo de los meses”, en relación al período de floración que tiene esta planta medicinal. Gracias a sus principios activos, esta ofrece beneficios para la salud.
Entre los principios activos encontramos: los triterpenoides, atribuyen propiedades antiinflamatorias y antiedematosas; las saponinas, micronutrientes, flavonoides y polisacáridos, además de los anteriores efectos, proporcionan propiedades antioxidantes y cicatrizantes. Por último, la luteína y betacaroteno, protegen la salud de la piel y los dientes.
La caléndula ofrece muchos beneficios para la salud en general. Contribuye a regenerar la piel y producir colágeno, y se recomienda para curar heridas o tratar cicatrices. Los activos antiinflamatorios permiten controlar los procesos inflamatorios causados por enfermedades crónicas, además de minimizar los síntomas de las enfermedades óseas y las articulaciones. Es utilizada para mantener la salud e hidratación de las pieles más suaves.
Además, esta planta medicinal permite disminuir las agresiones cutáneas provocadas por el sol, acelera el proceso de regeneración celular y elimina las células muertas gracias a su contenido en flavonoides y carotenos. Su alta concentración de betacaroteno disminuye el estrés visual, fortalece la salud visutal y ayuda a prevenir enfermedades como las cataratas. En cuando a la limpieza facial, una infusión con caléndula permite limpiar los poros y los excesos de grasa.
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