Friday 29 de March de 2024

SOCIEDAD | 13-05-2019 17:50

¿Son feministas las remeras con mensaje?

En Buenos Aires desbordan las calles, en internet dominan la conversación, en las tiendas sus palabras recorren las camisetas. 


La pantalla crea patrones de comportamiento. También los refleja. Es síntoma y causa. En los años 30 mujeres como Marlene Dietrich o Katharine Hepburn asumieron los logros de los hombres y demostraron que su trabajo alcanzaba el mismo nivel. Emma Peel o Ursula Andress, cuchillo ensartado en el biquini, las relevarían medio siglo más tarde. Pero para la teórica Laura Mulvey, eran víctimas de la mirada masculina, tratadas como objetos que observar, elementos para el deleite de los hombres.

Los ojos que miran, desde hace algunos años, han cambiado. La guionista Jelen Morales recuerda el estreno de Girls: “Eran niñas de ciudad, pero formaban un grupo de amigas que se apoyaban. También fueron fundamentales los monólogos de Amy Schumer sobre el sexo desde el punto de vista femenino".

Quizá lo más interesante de la ficción reciente, apunta, sea la creación de la antiheroína. "Para mí comenzó con Frances McDormand en Olive Kitteridge: una mujer que no es bondadosa, que no es agradable, pero que gusta. Eso era propio de los personajes masculinos", dice la española . Mientras el cine hierve con superheroínas y remakes feminizados, desde Cazafantasmas a Ocean’s 8, las series, como Fleabag, Heridas abiertas o Killing Eve, se adelantan. La mujer en la pequeña pantalla se desacraliza. Pasa a ser humana.

 
Internet, territorio de combate
El siguiente empuje del feminismo, escribió Jessica Valenti, sería digital. Ella lo sabía. En el año 2004, la escritora fundó Feministing, un blog centrado en proyectar voces jóvenes. Entonces el portal The F Word, donde la política y la cultura fluctuaban, ya había cumplido tres años. En 2014, la iraní Masih Alinejad abrió My Stealthy Freedom (Mi precavida libertad), una página de Facebook en la que mujeres iraníes publican fotografías sin velo.

En los últimos tres años, los medios de comunicación tradicionales crearon "corresponsalías de género" y perfiles en las redes sociales dedicados de forma exclusiva a compartir noticias relacionadas con la igualdad. 

Llevarlo en el pecho
La ropa habla. Cuando tiene mensaje, grita. En los últimos años las camisetas de las grandes cadenas y firmas de lujo han aclarado que The future is female (el futuro es femenino), No es no, We should all be feminists (todos deberíamos ser feministas) y Girls can do anything (las chicas pueden hacer cualquier cosa).

La reacción desde los foros feministas suele coincidir: la moda banaliza el movimiento, el capitalismo lo fagocita. Para la crítica feminista Jessa Crispin, las firmas de moda y belleza convierten el feminismo en un instrumento que permite a las mujeres participar de forma igualitaria en "la opresión de los pobres". Un mensaje feminista impreso en un bien de consumo refleja, reflexiona, un razonamiento narcisista: "me defino como feminista, así que todo lo que hago lo es".
 

at Charo Lagares

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