Luz Aimé tiene tan solo 24 años. Llegó de su Salta natal para probar suerte en Buenos Aires, pero no fue precisamente eso lo que encontró. En Agosto de 2018 fue acusada de homicidio, a pesar de la falta de pruebas. Afortunadamente, este año fu absuelta y hoy se incorporó al Departamento de Géneros y Diversidad Sexual de la Dirección General de Recursos Humanos, siendo la primera en ingresar por el Programa de Empleo para personas Travestis y Trans.
Luz perdió un porcentaje de la vista a los 13 años, la misma edad en la que se inició en la prostitución, cuando un cliente no quiso pagarle su servicio y como respuesta a su reclamo le pegó hasta dejarla casi ciega.
Algunos meses después de su llegada a Buenos Aires, en junio de 2018 fue contratada por dos hombres como trabajadora sexual que se concretó en un edificio de Palermo. Esa fue la única prueba que el fiscal Andrés Madrea tuvo en cuenta para detener a Luz un mes después.
Ocho meses estuvo en prisión en el pena de Ezeiza hasta que logró la prisión domiciliaria, debido a la discapacidad con la que convive.
No fue hasta mediados de este año que Aimé fue absuelta de todos los cargos por falta de pruebas. Una clara muestra de la violencia a la que expone la justicia a las personas travestis y trans.
Afortunadamente el Programa de Empleo, Formación y Desarrollo para las Personas Travestis y Trans busca garantizar el derecho al trabajo y a una vida digna a estas personas que tiene negadas la mayoría de las labores.
at Redacción Marie Claire
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