Sunday 18 de May de 2025

SOCIEDAD | 09-05-2025 07:02

Ley de Identidad de Género: a 13 años, el desafío sigue siendo la inclusión laboral trans

El 9 de mayo de 2012 Argentina sancionó la Ley de Identidad de Género, una de las más avanzadas del mundo. Trece años después, el reconocimiento en el DNI fue solo el primer paso: el acceso al trabajo digno sigue siendo una deuda pendiente para muchas personas trans, travestis y no binarias. ¿Por qué la inclusión laboral real todavía es una lucha?

Hace 13 años, el 9 de mayo de 2012, Argentina dio un paso histórico con la sanción de la Ley de Identidad de Género. Desde entonces, miles de personas trans y travestis pudieron modificar sus documentos para reflejar quiénes son, sin tener que atravesar diagnósticos ni juicios. Fue un antes y un después en el reconocimiento de derechos. Pero, más allá del documento, todavía hay muchos espacios donde el acceso a una vida plena sigue siendo una lucha diaria. Uno de ellos, clave, es el mundo laboral. Desde Grow-género y trabajo, una ONG con más de 14 años acompañando organizaciones en sus procesos de transformación, analizamos esta situación.

Una desigualdad estructural

Las cifras son claras: la desocupación en el colectivo trans y no binario supera por mucho el promedio nacional. Según el Primer Relevamiento Nacional de Condiciones de Vida de la Diversidad Sexual y Genérica (2023), la desocupación alcanza al 12,3% de las mujeres trans, 14,3% de las masculinidades trans y 10,1% de las personas no binarias.

Y quienes logran conseguir empleo muchas veces enfrentan discriminación, prejuicios y falta de acompañamiento. Desde Grow – género y trabajo, trabajamos para transformar esa realidad. Porque no alcanza con reconocer una identidad en el DNI si luego esa persona no puede acceder a un trabajo digno o tiene que esconder quién es para conservarlo.

Garantizar un derecho, ganar una oportunidad

La inclusión laboral no es un favor, es un derecho. Y más aún: es una oportunidad para enriquecer los espacios de trabajo, sumando perspectivas diversas, talentos nuevos, y sobre todo, humanidad. Tener equipos de trabajo diversos fomenta la creatividad y aumenta la productividad.

Pero incluir no es solo sumar una vacante, es crear condiciones reales de pertenencia: desde revisar los procesos de selección hasta acompañar transiciones de género, modificar infraestructuras y formar equipos sensibles a la diversidad.

En un contexto en el que los discursos de odio y la desinformación crecen, es clave que las organizaciones no se mantengan al margen. Incluir es también posicionarse. No sabemos qué puede surgir de un encuentro genuino entre una persona trans o travesti y su lugar de trabajo… hasta que ese encuentro sucede. Y para que suceda, hay que empezar por algo tan simple y poderoso como generar la posibilidad de conversar.

 

Fuente: Área de diversidades de Grow-género y trabajo

at redacción Marie Claire

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