Monday 17 de March de 2025

SOCIEDAD | 08-03-2025 08:02

Día de la Mujer: las brechas de género que persisten desde la infancia hasta la vejez

Desde la infancia hasta la vejez, las mujeres enfrentan desigualdades de género que limitan sus derechos y oportunidades. En este 8M, repasamos cómo estas brechas atraviesan cada etapa de la vida y por qué es clave abordarlas con políticas públicas con perspectiva de género.

A lo largo de la vida, las mujeres enfrentan desigualdades estructurales que condicionan su acceso a derechos, oportunidades y calidad de vida. Desde la infancia, las normas de género imponen roles diferenciados que afectan la educación, el acceso al juego y la autonomía. Con el paso de los años, estas diferencias se traducen en menores oportunidades laborales, brechas salariales y sobrecarga de tareas de cuidado. Finalmente, en la vejez, la desigualdad se refleja en jubilaciones más bajas y menor acceso a recursos.

Las estadísticas reflejan que las brechas de género no son una cuestión del pasado, sino una realidad que sigue marcando la trayectoria de millones de mujeres en todo el mundo. La división sexual del trabajo sigue vigente, relegando a las mujeres a sectores con menor estabilidad y remuneración, mientras que la falta de políticas públicas con perspectiva de género profundiza estas desigualdades. Entender cómo estas brechas se refuerzan a lo largo de cada etapa de la vida es clave para impulsar cambios estructurales que garanticen una sociedad más justa e igualitaria.

 

Día de la Mujer Trabajadora

 

La desiguladad comienza en los primeros años

"Si bien la pobreza infantil se ubica en niveles históricamente altos (66% en niños y niñas de 0 a 14 años en el primer semestre de 2024), no parecen existir diferencias considerables entre géneros: 66,2% en niñas y 66,6% en niños. A esto se suma que la tasa de escolarización y el nivel de cobertura de las transferencias del Estado también presentan niveles similares entre géneros", explican desde CIPPEC.

Sin embargo, destacan que a medida que las niñas ingresan en la adolescencia, las desigualdades comienzan a profundizarse. "Pese a que la tasa de fecundidad adolescente se desplomó un 66% entre 2014 y 2023 –un avance clave, en tanto buena parte de estos embarazos son no intencionales y afectan la trayectoria educativa y laboral de las mujeres– al interior del hogar las tareas siguen sin distribuirse de manera equitativa entre géneros. Las adolescentes de entre 15 y 17 años dedican en promedio más de 4 horas a tareas domésticas y de cuidado, mientras que sus pares varones asignan menos de 3 horas (ENUT, 2021)", detallan.

En el ámbito académico y profesional también persisten desigualdades, especialmente en las disciplinas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM), áreas estratégicas para el desarrollo y con mejores perspectivas laborales.

 

Día de la Mujer Trabajadora

 

Una nueva etapa

El informe de CIPPEC destaca que "durante la adultez, estas incipientes brechas de género se profundizan. Los datos del segundo trimestre de 2024 muestran que las mujeres registran menores tasas de actividad (67% vs 82%), menores tasas de empleo (61% vs 76%) y mayores tasas de desempleo que sus pares varones (8,6% vs 7,1%). A su vez, están sobrerrepresentadas en sectores con alta informalidad y menores remuneraciones que el promedio".

Uno de los factores más determinantes en esta desigualdad es la sobrecarga de tareas de cuidado, que recae mayormente en las mujeres y limita su participación en el mercado laboral remunerado.

 

Día de la Mujer Trabajadora

 

Un retiro también complejo

Desde CIPPEC también advierten que la situación jubilatoria de las mujeres es un reflejo directo de las inequidades que enfrentan a lo largo de su vida. "El requisito de 30 años de aportes del esquema contributivo argentino implica que sólo pueden acceder a una jubilación quienes trabajaron la mayor parte de su etapa activa en empleos formales. Esta disposición excluye a quienes se desempeñaron en la informalidad o en tareas no remuneradas dentro del hogar, dos situaciones que afectan principalmente a las mujeres", apuntan.

Las brechas de género a lo largo de la vida no son casualidad, sino el resultado de un sistema que históricamente ha relegado a las mujeres a roles secundarios en lo laboral, económico y social. La desigual distribución del trabajo de cuidado, la falta de acceso equitativo a oportunidades laborales y la precarización en la vejez no son problemas individuales, sino estructurales. El 8M no es solo una fecha de conmemoración, sino una oportunidad para visibilizar estas desigualdades y exigir políticas públicas con perspectiva de género que garanticen la autonomía económica de las mujeres. Solo cuando el trabajo, tanto remunerado como no remunerado, sea valorado y repartido de manera justa, podremos hablar de una sociedad realmente igualitaria.

at redacción Marie Claire

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