Cuarentena: cómo impacta en la salud mental de las madres

Con el aislamiento y los procedimientos de cuarentena vigentes, las mujeres trabajadoras se han visto obligadas a adaptarse a una vida de trabajo desde casa para algunas o desde nuevas condiciones laborales para otras, con todos los beneficios y desafíos que conlleva esta “nueva normalidad”. La doctora Julieta Russo, integrante del departamento de Neurología Cognitiva de Fleni escribe esta columna para mejorar este difícil momento.

Desde todo punto de vista, la pandemia exacerba los desafíos que las madres trabajadoras enfrentan habitualmente, con una doble carga: el trabajo remunerado y el trabajo de cuidado adicional en sus hogares. En circunstancias normales, las mujeres realizan un promedio diario de 4 horas y 25 minutos de trabajo de cuidado no remunerado contra 1 hora y 23 minutos para los hombres.

La cuarentena, junto con el cierre asociado de escuelas, guarderías, otras instalaciones de cuidado y la falta de disponibilidad de familiares mayores para brindar apoyo, ha aumentado considerablemente el tiempo diario dedicado al trabajo de cuidado no remunerado. Para algunas mujeres, esta doble jornada se convierte en triple o cuádruple entre deberes escolares, home office, tareas domésticas y estar al cuidado de los hijos o familiares de riesgo, trabajando jornadas que exceden la habitual. 

La sensación de estar trabajando las 24 horas, las dificultades para separar el entorno familiar del laboral, la necesidad de concentrarse y comprometerse en varias actividades simultáneamente, la preocupación constante sobre la salud de sus familiares y amigos, el aislamiento y la falta de interacción social, la alta carga de anticipación y ansiedad son algunas de las consecuencias de la “nueva normalidad” que afectan el bienestar mental y el optimismo general sobre la vida, siendo un verdadero desafío “estar bien”. 

Algunas recomendaciones vinculadas a lo estrictamente laboral:
•    Disponer de un espacio de trabajo dedicado libre de interrupciones y la capacidad de desconectarse del mismo en momentos específicos reservados para el descanso y la vida personal.
•    Establecer reglas básicas sobre cuándo las mujeres trabajadoras están o no disponibles para trabajar, y luego respetar esas reglas. 
•    Tomarse un tiempo para levantar el teléfono para hablar con colegas y contactos, en lugar de hacer todo con el correo electrónico.
•    Es importante tomar descansos regulares, levantarse del escritorio, estirarse, moverse e incluso dar un paseo corto.
•    Es recomendable hacer un plan detallado del día desde la noche anterior.

•    Acostarse a una hora razonable para dormir lo suficiente y despertar a la hora habitual.
•    Hacer una rutina de ejercicios desde casa.
•    Organizar una rutina para los y las niñas. Explicarles lo que sucede y distribuir roles claros pero flexibles entre todos los miembros de la familia.
•    Hacer actividades gratificantes como juegos fáciles e ingeniosos para compartir en familia, ejercicios de relajación o videollamadas grupales con otros miembros de la familia. 
•    Ser creativa para lograr una rutina más estimulante y productiva.
•    Solicitar apoyo para el manejo de crisis y de estrés
•    Exaltar el lado positivo de la situación y aprovechar la posibilidad de compartir más en familia.
 

at Redacción Marie Claire