En el imaginario tradicional, el sexo termina en el orgasmo. Sin embargo, el bienestar y la conexión no deberían quedar en pausa después del placer. El aftercare, una práctica que nació en la comunidad BDSM pero que hoy trasciende cualquier tipo de encuentro sexual, consiste en el cuidado posterior al sexo, un momento de contención, comunicación y conexión que puede marcar la diferencia en la experiencia sexual.
Muchas mujeres han sentido alguna vez una sensación de vacío después del sexo, ya sea por falta de cercanía con la pareja, inseguridades o simplemente por el impacto emocional del encuentro. Incorporar el aftercare ayuda a cerrar la experiencia de forma más satisfactoria, promoviendo una mayor confianza y complicidad.
¿Qué es el aftercare y por qué es importante?
El aftercare se puede definir como el conjunto de cuidados físicos y emocionales que tienen lugar después de un encuentro sexual. No se trata solo de abrazos o palabras bonitas, sino de un espacio donde ambas personas pueden asegurarse de que la otra se siente cómoda, segura y bien emocionalmente.
En la comunidad BDSM, donde las prácticas pueden ser más intensas, esta rutina es esencial para garantizar que ambas partes salgan de la experiencia sintiéndose bien. Sin embargo, su importancia no se limita a este ámbito: cualquier relación sexual puede beneficiarse del aftercare, ya que permite procesar la experiencia y fortalecer la conexión.
Beneficios del aftercare en el sexo
✔ Mayor conexión emocional: ayuda a reforzar la intimidad y la confianza en la pareja.
✔ Reducción del vacío post-sexo: muchas mujeres experimentan una sensación de desconexión tras un encuentro íntimo; el aftercare ayuda a mitigar esto.
✔ Mejor comunicación: permite hablar sobre lo que gustó o no del encuentro sin presiones.
✔ Bienestar físico y emocional: el cuerpo libera muchas hormonas durante el sexo, y un cierre adecuado puede ayudar a regularlas y evitar sentimientos de ansiedad o incomodidad.
Cómo incorporar el aftercare a tu vida sexual
No existe una única forma de hacer aftercare, ya que depende de las necesidades de cada persona. Algunas ideas que pueden ayudar a integrarlo son:
-Contacto físico: abrazos, caricias o simplemente quedarse cerca pueden generar una sensación de seguridad.
-Palabras de afirmación: decir algo positivo sobre el encuentro o cómo te hizo sentir la otra persona refuerza la confianza.
-Hidratación y confort: compartir un vaso de agua, ajustar la temperatura del ambiente o acomodar mejor la cama pueden ser pequeños gestos de cuidado.
-Comunicación sincera: preguntar cómo se siente la otra persona o compartir emociones ayuda a cerrar la experiencia de manera positiva.
-Espacio personal: no todas las personas disfrutan del contacto inmediato post-sexo. Si preferís tu espacio, comunicarlo con respeto también es una forma de aftercare.
Aftercare también en el sexo casual
Aunque el aftercare suele asociarse a relaciones de pareja o vínculos más estrechos, también puede aplicarse al sexo casual. No se trata de generar expectativas emocionales, sino de asegurarse de que ambas partes salgan de la experiencia sintiéndose bien.
En estos casos, acciones simples como un mensaje después del encuentro, preguntar si la otra persona llegó bien a su casa o un gesto de cuidado pueden marcar la diferencia y hacer que la experiencia sea más placentera para ambos.
Un cambio necesario en la forma de vivir el sexo
Hablar de aftercare es hablar de sexo con más conciencia, cuidado y placer. Derribar la idea de que el encuentro termina en la penetración o el orgasmo permite generar una experiencia más integral, donde el bienestar de ambas partes es prioritario.
Ya sea en una relación estable o en un encuentro esporádico, el aftercare puede hacer que el sexo sea más placentero, seguro y conectado. Porque el buen sexo no solo se trata de lo que pasa en la cama, sino también de cómo nos sentimos después.
at redacción Marie Claire
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