Doña Petrona nació en 1898 en La Banda, provincia de Santiago del Estero y murió el 6 de febrero de 1992 en Olivos, provincia de Buenos Aires. A lo largo de su carrera como cocinera ha logrado un sinfín de reconocimientos y se ha convertido en la mujer que llevó la cocina a la televisión con sus icónicas producciones Variedades hogareñas y, principalmente, Buenas tardes, mucho gusto. Además, es la creadora del Gran Libro de Cocina, que lleva más de cien ediciones hasta el momento.
Doña Petrona se casó a los 16 años con Oscar Gandulfo, y desde ese momento comenzó a escribir sus historias que la posicionarían como la mujer más importante de la cocina argentina.
Los primero pasos en la industria se dio cuando ella se mudó a la Capital Federal, y frente a su casa se encontraba una Compañía de Gas. Allí le llamó la atención un aviso: buscaban mujeres para dar clases de cocina con gas. Ella no sabía cocinar, pero ese no sería un problema. Junto a otras 17 mujeres, participó de un curso de economía doméstica, que tiempo después sería nombrado como el primer eslabón de su estelar carrera en los medios.
Doña Petrona junto a sus compañeras mostraban como era cocinar con la cocina a gas, allí ella resaltó y en poco tiempo se transformó en jefa de todas las cocineras. A la salida de cada muestra, se repartían señaladores con las recetas. Dichas recetas, más tarde, serían inmortalizadas en el libro "Gran Libro de Cocina".
Doña Petrona quedó viuda catorce años después de casarse con Gandulfo, pero el apellido de él la acompañaría para siempre. La otra compañía que tendría por mucho tiempo -cincuenta años- sería la de Juanita, su famosísima secretaria y ayudante.
Porque, por aquel entonces, a Petrona erala excusa perfecta para juntar a la familia frente a la televisión y disfrutar de cada detalle de ella. su clave estaba en olvidarse de la cámara por momentos. Era muy didáctica. Y no tenía problemas en hablarles a los técnicos con tal de que determinados detalles no se perdieran. Por momentos producía en vivo desde la baldosa del conductor.
Petrona abrió un camino para la gastronomía en general, pero también para el oficio de comunicar, de compartir conocimiento.
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