Dante Spinetta: “Fue un gran paso hacia la libertad volver a tocar en vivo”

La “nueva normalidad”, por ahora, es una suerte de lujo que estamos viviendo después de haber estado tantos meses en cuarentena. El entretenimiento fue uno de los rubros que más sufrió la pandemia y también el más necesitado de "volver", por los artistas y también por todas esas personas que necesitan recuperar arte y disfrute cuanto antes.

Dante Spinetta fue uno de los elegidos en la agenda de Ciudad Cultural Konex para cerrar este 2020 “deforme”, tal como el propio cantante lo definió.

El protocolo del concierto con capacidad limitada ya es bien conocido: control de la temperatura y alcohol en gel para ingresar. Las entradas, que se sacaron de una manera nueva, de a packs de cuatro, fueron entregadas mediante un código QR.

Más de una persona que se esperó su turno para ingresar habrá tenido regresiones de su colegio al formar la fila para izar la bandera, pero no… Estaban ahí para ver a Dante, la leyenda viviente que está por cumplir 30 años con su banda, por ahora en pausa, llya Kuryaki and the Valderramas.

Todo arrancó con “Perdidos en el Paraíso”, canción más que pegadiza y una de las más nuevas de su repertorio. Viajó en el tiempo, hacia el 2002, y metió temas como “Humo Digital”, luego al 2007 con “Olvídalo”, cantada junto a Mia Folino, la hija de Hilda Lizarazu.

El compositor de “Elevado” se acercó con palabras a su público en corrales cual animales adiestrados y les dio seguridad para que le pongan más pila, porque sí, la verdad es que todos estábamos ahí para de una vez por todas disfrutar y distendernos. Eso realmente costó, volver a acostumbrarse que podemos no sólo ver un show presencial sino sentirlo. Se perdió un poco lo que antes parecía natural.

“Verano Hater” subió la temperatura dándole espacio de nuevo a canciones de su primer álbum, una muy interesante reconexión con el Dante de hace casi 20 años. Le siguieron los ya hits indiscutidos como “Mi Vida” y “Mostro”. El momento más emotivo sin dudas fue cuando cantó “Soltar”, en donde aseguró que es un tema que lo ayuda a superar momentos difíciles.

El final fue una improvisación funky muy divertida, la que más se acercó a nuestras almas y nos hizo olvidar por un momento que estamos viviendo una pandemia. Al finalizar, todo volvió a la triste realidad….

Pero la leyenda sigue viva. El hijo mayor de “El Flaco” Spinetta adelantó contento que el 5 de febrero dará otro concierto presencial en el Anfiteatro del Parque Centenario, siempre y cuando el Covid-19 lo permita.

-¿Cómo viviste tu último show del año con público?

-Estuvo muy bueno volver a tocar con público real, también fue muy loco y fuerte. La sensación por momentos fue hasta psicodélica porque la gente estaba muy ordenada, lo que se le llama en “burbujas”, separadas por sogas…Claro que fue diferente esta vez. Fue un gran paso hacia la libertad volver a tocar y sentir la vibra de la gente. La pasé increíble.

-¿Sentís que esta nueva normalidad es cómo volver a empezar de cero?

-Esta nueva normalidad de tocar así creo que es algo de transición y vamos a volver a tocar en vivo como antes, si bien, creo que los shows por streaming es algo que mundialmente va a quedar. Está buenísimo ver desde tu casa artistas que viven muy lejos. Yo sueño con el momento de volver a ver a toda la gente saltando y bailando como siempre, todos juntos.

-La energía del público es distinta, ¿eso lo percibiste?

-La gente lo disfrutó y yo también. Fue distinto para todos y estamos en una especie de experimento. Es algo que en esta nueva normalidad no va ser definitivo, es una alternativa para poder compartir momentos con la gente que uno quiere viendo música que a uno le gusta y para el músico estar con personas ahí es todo… En ese sentido me llenó un poco el rincón del corazón que estaba angustiado por no poder hacerlo durante tanto tiempo.

-¿Cómo viene tu 2021? ¿Sale tu nuevo disco?

-Va a ser un año también especial, en el que todos vamos a querer salir de esta situación del coronavirus. Mi nuevo álbum es una prioridad, estoy trabajando en él aún y mi idea es sacarlo antes de mitad del 2021.

Me pone súper contento estar armando canciones y creo que si hay algo que tengo que rescatar de la pandemia a nivel personal fue la reconexión con los sueños, con el hecho de apreciar el don de la música, de poder estar haciendo lo que uno ama. En ese aspecto tengo más ganas que nunca de salir con algo nuevo y presentarlo en vivo. Quiero esperar que todo se normalice mejor para lanzarlo porque es muy live el disco.

-Tengo entendido que vas a lanzar dos documentales, uno por los 30 años de Illya Kuryaki and the Valderramas y otro por los 10 de tu tercer álbum, Pyramide. ¿Hay fechas estimativas de sus lanzamientos?

-El documental de Pyramide tendría que haber salido este año, pero va a salir en el 2021 seguro. Es una radiografía de un disco urbano, que en ese momento no estaba tan pegado como ahora, fue una apuesta y pasaron cosas divertidas con los invitados Residente, Adrián Dárgelos y Fito Páez.

El de IKV es un proyecto que se está trabajando, le falta aún, pero va a estar bueno mostrar la historia, las cosas que conoce la gente y las que pasaron detrás.

-¿Qué aprendiste en este año “deforme”?

-Este 2020 nos hizo a todos tener una conversación interna de prioridades en la vida, de cosas que son lo más importante para uno y lo que queremos hacer, replantearnos cosas. La soledad es necesaria muchas veces para eso. Valorar los amigos, la familia, la música y todo lo que más amamos. A veces damos todo por sentado y no nos damos cuenta lo que nos perdemos.