Se cumplieron dos años de la muerte de la hermana de Máxima de Holanda

El 2018 será recordado por Máxima de Holanda como uno de los más difíciles y tristes de su vida. No sólo porque en abril de ese año tuvo que despedirse de su padre, Jorge Zorreguieta, sino porque además, en junio su hermana, Inés Zorreguieta, era encontrada sin vida en su domicilio del barrio de Caballito.

Se cumplieron dos años desde aquel fatídico día en el que la monarca se enteraba del triste final de la joven, que padecía de inestabilidad en su salud mental. 

También te puede interesar: El detalle feminista de la hija de Máxima Zorreguieta

“Mi querida y talentosa hermana pequeña, Inés, estaba enferma. No podía encontrar alegría y no pudo curarse. Nuestro único consuelo es que ahora, finalmente, ha encontrado la paz”, decía Máxima totalmente afectada por la pérdida en su primer aparición pública, unas semanas después del fallecimiento.

De público conocimiento es que Inés era la mimada de la familia y que tenía una conexión especial con la Reina de Holanda. Tanto con ella, como con sus hijas, quienes amaban pasar tiempo con su tía y hasta la llamaban "la tía favorita". La ausencia de la joven sin lugar a dudas dejó un lugar irremplazable en la vida de todos los que la conocieron.

También te puede interesar: Sin barbijo: así fue la última aparición de Máxima Zorreguieta

Tal es así que Carmen Cerruti, su madre -y quién además encontró el cuerpo sin vida de Inés- decidió instalarse en Holanda. Si bien desde la Casa Real por el momento no han confirmado si Carmen está viviendo definitivamente en Huis ten Bosch, los medios internacionales infieren que su nueva residencia es allí. De hecho, se la pudo ver paseando por los jardines del palacio junto a la esposa de Guillermo de Holanda durante los días de cuarentena.

También te puede interesar: Máxima: Todo lo que tenés que saber sobre el último cumpleaños de la reina

Asimismo, ha asistido de forma religiosa a todas las citas con sus nietas: desde el estreno del musical de la princesa Amalia, el pasado diciembre, hasta inolvidables tardes de juegos con las chicas. Sin lugar a dudas, la mejor manera de sobrellevar el dolor de perder una hija. Carmen ha encontrado en Holanda, la contención familiar que necesitaba; tanto ella como Máxima.