Thursday 28 de March de 2024

PERSONAJES | 09-03-2022 07:19

María Mariño, autora de "ONE": "Admiro a las mujeres que no ven al género como impedimento"

La fotógrafa presenta su primer libro en el que capta su propia mirada de la cosmopolita Nueva York, a personajes, comportamientos, gestos, la soledad y la compañía de uno mismo.

Vicco García
Vicco García

Editora Ejecutiva del Área de Entretenimiento. Se ha especializado en moda y lifestyle. Ha trabajado en la revista CARAS y actualmente es parte de Marie Claire. Ha sido profesora de Espectáculos en el Máster de periodismo que imparte Editorial Perfil y tiene formación de posgrado en moda y lujo en la Universidad Autònoma de Barcelona. Mail: [email protected]

Aprender a mirar no es tarea fácil. Buscar y encontrar algo diferente frente a lo que todos miran tampoco. Sin embargo, María Mariño logró captar la esencia de una ciudad tan cosmopolita como Nueva York desde un punto único, el de ella. La fotógrafa, nacida en Buenos Aires, recopiló el material de varios viajes que realizó a la gran manzana en su primer libro al que llamó "One".

Allí, mediante la fotografía, Mariño muestra a varios personajes que parecerían salir de una ficción pero que a la vez no son más que el fiel reflejo de la realidad cotidiana de las grandes urbes: comportamientos, gestos, la soledad y la compañía de uno mismo. Todo esto es lo que ella logró inmortalizar con su cámara.

María Mariño, autora de

-Tengo entendido que sos abogada, ¿en qué punto se une esta profesión con tu faceta más artística?

Soy abogada. Me especializo en propiedad intelectual y derechos de autor, con lo cual algún tipo de vínculo con el arte tengo incluso en mi trabajo diario. De todas maneras, creo que es bastante común ver gente que tiene un trabajo más formal y clásico, pero a la vez una veta más artística que te permite salir un poco de ese mundo.

Sobre todo en mi generación en la que, salvo que tuvieras padres artistas, que no fue mi caso, crecimos con la idea de que del arte no ibas a poder vivir y entonces fue algo que no veías como opción.

En mi caso de todos modos recién a los 20/25 años empecé a interesarme en la fotografía con lo cual nunca tuve que optar por una cosa u otra sino que sumé la fotografía pero como hobby. Con el tiempo fue ganando más lugar en mi vida.

-¿En qué momento te diste cuenta que la fotografía era algo importante para vos? ¿Cómo empezaste en la fotografía? ¿Cómo fue ese primer acercamiento?

Empecé en el año 2000 con un curso que me dieron Ines Tanoira y Delfina Magrane. Algo chico, bastante casero, a lo que creo que fui más por curiosidad y por compartir un momento con amigas que otra cosa. Sin embargo, de algún modo, creo, sembró alguna semilla del interés que desarrollaría con el tiempo. Después hice otro curso básico con Eduardo Gil.

Hacer mi propia cámara estenopeica (cámara sin lente en la que la luz imprime la imagen directamente sobre el papel fotográfico) y ver la maravilla de crear imágenes con luz sin siquiera tener una cámara propiamente dicha, además de un Arte x Arte al que asistimos en grupo, en el que exponía Guadalupe Miles sus retratos del norte, son probablemente las dos cosas que más recuerdo como hechos que hicieron crecer mi entusiasmo en el tema.

María Mariño, autora de

Poco después mi madre me invitó a una exposición de fotos de Diego Ortiz Mujica en el Museo de Arte Decorativo, donde lo conocí a él, a quien en realidad ya conocía desde chica por nuestras familias pero no había vuelto a ver en esos años, y a Cruz Mendizábal, quien daba varios cursos en su escuela. Al poco tiempo empecé dos cursos en la escuela de Diego que me alegraban la semana.

En especial las clases de laboratorio con Cruz, a quien admiré desde un principio por la belleza de sus retratos y su manejo del laboratorio. La escuela era de algún modo un refugio para mí, un poco de aire en mi intensa semana laboral. Fueron varios años en los que tomé distintos cursos y conocí grandes personas, con algunas de las cuales hoy sigo teniendo un gran vínculo.

En el año 2010, participé por primera vez en un concurso de fotos. Lo organizaba American Express en el marco de Buenos Aires Photo. Para mi sorpresa gané el primer premio. Con parte del premio participé de un workshop en Bariloche que organizaba Diego Ortiz y que dictaba Bruce Barnbaum, un reconocido fotógrafo americano que se especializa en fotografía blanco y negro y paisajes. Hasta ese momento mi principal interés eran los retratos espontáneos y en blanco y negro de niños. Sally Mann fue quizá una de las primeras fotógrafas de cuyo trabajo me enamoré, y mis 10 sobrinos chicos fueron quienes me soportaron y me ayudaron a aprender a sacar fotos espontáneas o casuales. Los paisajes no eran lo mío.

María Mariño, autora de

Recuerdo que el primer día en Bariloche, miraba a mi alrededor sin saber bien qué hacer rodeada de tanto bosque. Pero al segundo día le tomé el gusto y lo aproveché. De todo se aprende y, como en casi todo, el grupo de alumnos es lo que mejor recuerdo. En 2013, a raíz de viajes laborales a Nueva York empecé a sacar fotos espontáneas en la calle y ya nunca más dejé de hacerlo.

En 2015 y 2016 participé del taller Turma de Julieta Escardó y de una salida de fotos con Edo Zollo en Londres y en 2017 asistí a dos workshops. Uno en Nueva York y otro en Londres, ambos dictados por fotógrafos del aquel entonces colectivo fotográfico “In Public” Gus Powell, Dirty Harry y David Gibson, todos ellos especializados en fotografía de calle. En todos esos años también aprendí a  editar y retocar mis fotos con Santiago Carrera. 

-New York es una ciudad muy cosmopolita y llena de gente, sin embargo en tus imágenes se puede ver una especie de "melancolía" y soledad. ¿Creés que es una sociedad que te lleva un poco a eso? ¿Cuál fue tu relación con Nueva York en ese aspecto? 

Creo que es una ciudad muy individualista y competitiva. Fascinante y sofocante a la vez. Con mil oportunidades pero difícil. En mi experiencia es una ciudad llena de gente sola juntándose para compartir esa soledad -que algunos disfrutan y otros padecen- con gente que van conociendo y que, al menos por unos años pasa a ser su familia, lo cual es muy distinto a mi experiencia en Buenos Aires, donde los amigos de siempre y la familia tienen un papel muy importante.

Entiendo que las fotos para algunos sean melancólicas, pero a mí me llevan más a un lugar de intriga y fantasía. Quizá porque yo no me sentía sola. De hecho, disfruté el estar sola. Tenía amigos, algunos familiares y buenos compañeros de trabajo, y al momento de esos viajes sola estaba y vivía en pareja.

-¿La ciudad te hizo sentir "sola"?

Desde hacía tiempo que disfrutaba de estar sola, y si bien tenía con quien salir por las noches o los fines de semana, también elegía recorrer la ciudad sola, conectarme con lo que pasaba a mi alrededor y conmigo misma, y a la vez abstraerme por un rato de todo, sentirme “tranquila” en ese mar de ansiedad e impaciencia en el que suelo vivir.

-En tus fotos además se ve muy reflejado una especie de calma en medio de la vorágine y el caos de una ciudad tan inmensa. ¿cómo crees pudiste lograr captar esto?

Creo que el que busca encuentra y que con el tiempo aprendí a ver lo que quería ver. Además, en esas ciudades con tantos personajes y tanta vorágine me di cuenta de que no había urgencia en sacar las fotos.

Que si bien a veces me podía perder una foto que “veía” porque había mucha gente, o pasaba un auto, la persona se dio vuelta, o simplemente la vi de lejos pero no llegué a tiempo para sacarla, si esperas un rato, al tiempo va a pasar otra persona interesante, o vas a encontrar otro lugar interesante u otra escena o luz especial.

Creo que también se volvió medio un juego, y hasta quizá una terapia. Si me detengo unos minutos en una esquina y miro a mi alrededor puedo anticipar qué va a pasar, o que podría pasar en realidad porque al final todo puede pasar y siempre hay imprevistos. Todo ese proceso hoy pasó a ser gran parte de porque disfruto sacar fotos. No ya solo la foto en sí misma.

-También es una ciudad que tiene sus lados más feos y "duros", que conviven con su costado más hermoso. Esto la hace única y especial, ¿crees que lograste plasmar esto? ¿Cómo y por qué?

Probablemente no. Y seguramente tenga que ver con que, como me han dicho muchas veces, uno fotografía como vive y la verdad es que soy una afortunada, tengo una vida privilegiada. Tengo mis problemas como todos, claro, pero lo cierto es que no vivo una realidad dura. Probablemente eso me permita enfocarme en lo que me resulta más bello o me hace bien.

A la vez también me da la posibilidad de salirme un poco de la realidad y hacer un recorte más fantasioso o ideal del mundo que no necesariamente refleja la realidad sino lo que a mí me llama la atención o me resulta por alguna razón atractivo.

-¿En qué te cambió Nueva York como persona?

No viví en Nueva York realmente sino que tuve varias estadías largas de 15 o 20 días, con lo cual, en un punto, si bien después de Buenos Aires diría que es la ciudad que más conozco, y en la que me siento más cómoda, no siento que viví allá.

No sé si diría que me cambió como persona pero sin dudas fue una gran etapa. La sola posibilidad de trabajar en Nueva York ya fue algo impensado para mí y sin dudas enriquecedor. Conocí lugares y personas y viví experiencias que hacen que sea quien soy hoy.

-¿Y como fotógrafa?

Como fotógrafa sin dudas creo que me cambió. Quizá no hubiera terminado sacando el tipo de fotos que hoy saco si no hubiera sido por esos viajes y la posibilidad de recorrer sus calles tantas horas.

Desde 2010 en adelante trabajé en zona norte en la mitad de la nada, por lo que en Buenos Aires no tenía realmente la posibilidad de sacar fotos en la ciudad y muchas veces me pregunto si de haber seguido trabajando en el centro como lo hice hasta 2010, realmente hubiera salido del trabajo con la cámara en la mano a sacar fotos. Porque lo cierto es que en Nueva York lo hacía después de trabajar o los fines de semana y en Buenos Aires nunca tuve ese hábito.

Quizá también porque la fotografía siempre había sido algo que hacía por placer y en general en vacaciones o viajes. Recién estos últimos años empecé a sacar algo de fotos en Buenos Aires, en general con el celular. Me gustaría hacerlo más pero reconozco que me cuesta incorporarlo a mi día a día y que me cuesta salir con la cámara acá.

María Mariño, autora de

-¿Qué diferencias encontrás entre el "vibe" de Buenos Aires y el de NYC? ¿Crees que hay puntos en común? ¿Cuáles?

Creo que la diferencia está en la gente. Nueva York tiene gente de todo el mundo. Mucha está solo de paso. En el fondo pareciera que nadie es de NY y todos son de NY a la vez. Acá en cambio, al menos en Buenos Aires donde vivo, es más claro quién es de acá y quién no y creo que hay menos diversidad. Pero amo Buenos Aires y sus costumbres y la espontaneidad e informalidad de la gente.

-Más allá de las diferencias en cuanto a la estética de tus fotos y la narrativa, me hiciste pensar un poco en Diane Arbus y sus interminables giras por Nueva York buscando captar algo "diferente", con su mirada propia. ¿Qué mujeres te inspiran? ¿Qué es lo que rescatás de cada una de ellas?

A nadie en particular y a muchas en general. Admiro a las mujeres que no ven el “ser mujer” como un impedimento. Las que sienten que pueden hacer lo que quieran de sus vidas, aun cuando en algunos casos el camino puede ser un poco más difícil. Las que son como quieren ser sin dar explicaciones por ello a otros. Las que tienen muchas personalidad y no siguen a las masas, el “deber ser”, ni lo que la sociedad espera de ellas.

-¿Qué es lo más insólito que te tocó vivir en Nueva York y que no pudiste registrarlo con tu cámara?

Nueva York te sorprende en cualquier momento. En un día pueden pasar miles de cosas insólitas pero en realidad creo que lo que más me atrae es esa "cotidianeidad de lo extraño” que siento que tiene. Puede estar pasando lo más absurdo o extraño del mundo y sin embargo cada uno sigue en su mundo.

Si tuviera que decir algo, creo que sería haberme encontrado con una de las personas que fotografié, a quien recuerdo perfectamente porque su foto es una de mis preferidas, años después de haberla fotografiado, en otro lugar de la ciudad. No pude sacarle otra foto porque me sorprendió tanto volver a verla y reconocerla que para cuando reaccioné, ya era tarde. De hecho, se ve que fue tan obvia y repentina mi reacción que ella se dió cuenta y se tapó la cara.

-¿Qué otra ciudad te gustaría "captar" en un futuro?

Londres. Tengo varias fotos sacadas en Londres; me fascina y creo que podría pasarme horas sacando fotos allá también.

-Nueva York es una ciudad en constante mutación, ¿considerás volver para mostrar nuevas facetas, mirarla desde "otro lado"? ¿Por qué?

No creo que pueda imponerme una forma de fotografiar. De hecho la primera vez que tuve que sacar fotos en Buenos Aires en un curso recuerdo que quien lo dictaba comentó que sacaba el mismo tipo de fotos que saco afuera.

En la medida en que saque por placer y sin ningún tipo de obligación, supongo que seguiré sacando lo que tenga ganas. Lo que podría pasar es que crecemos y nuestros gustos y miradas a veces cambian y seguramente eso se reflejaría en lo que fotografiara o en cómo lo haría.

-¿Cómo describirías a One? ¿Creés que es tu mejor trabajo hasta ahora?

Creo que sintetiza mi mirada particular sobre la gente en grandes ciudades, poniendo el acento en el estar solos y en una estética minimalista. Es mi primer libro pero diría que es una buena síntesis de mi mejor trabajo hasta ahora.

María Mariño


Quién es María Mariño

María Mariño nació en Buenos Aires en 1975. Inició sus estudios de fotografía analógica en el año 2000 con Inés Tanoira. Entre 2001 y 2009 se perfeccionó en distintas áreas con los fotógrafos Eduardo Gil, Cruz Mendizábal, Santiago Carrera y Diego Ortíz Mugica.

En 2015 y 2016 participó del taller “Programa Turma” de Julieta Escardo y en “One Night Walk” con Ezo Zollo en Londres. En 2017 asistió en NY a un Workshop dictado por Gus Powell y Charalampos Kydonakis, miembros del colectivo fotográfico “In Public” y a un “One Day Photo Walk” en Londres con David Gibson, también miembro de dicho colectivo fotográfico.

Participó en varias exposiciones: “Diálogos” en 2013 en el Museo en los Cerros (MEC) de Jujuy, “Denominador Común” en el Centro Cultural Borges en 2013, Premios Estímulo Ayerza 2013 y 2015 en el Museo de Bellas Artes y en el Museo Sívori y formó parte de las ediciones de BA Photo en 2018, 2019, 2020 y 2021.

     Ganó varios premios incluyendo el primer premio del Concurso American Express de BA Photo 2010, semifinalista en ese mismo concurso en 2011, obtuvo una mención especial en el Concurso del MEC 2012, fue finalista de la 5ta edición del Julia Margaret Cameron Award en 2013 en las categorías fine art y paisaje, finalista en los Concursos Estímulo Francisco Ayerza 2013 y 2015, finalista en el “Street Photography Awards” de Lensculture en 2019 y obtuvo una mención de honor en el “Minimalist Awards 2020" dentro de la categoría Street.

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Editora Ejecutiva del Área de Entretenimiento. Se ha especializado en moda y lifestyle. Ha trabajado en la revista CARAS y actualmente es parte de Marie Claire. Ha sido profesora de Espectáculos en el Máster de periodismo que imparte Editorial Perfil y tiene formación de posgrado en moda y lujo en la Universidad Autònoma de Barcelona. Mail: [email protected]

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