El príncipe Harry está pasando el confinamiento en la ciudad de Los Ángeles, tierra natal de Meghan Markle. Si bien, en un principio, su intención era permanecer más tiempo en Canadá, cuando surgió el coronavirus hicieron las maletas y se fueron con su pequeño Archie a Estados Unidos. Alejado de su familia, que permanece en Gran Bretaña, el nieto de la reina Isabel II se siente muy preocupado por la situación que se vive en el mundo por la pandemia. Así, decidió realizar una videollamada con varias familias de niños con problemas de salud para interesarse por cómo están lidiando con el COVID-19. El Príncipe, que es patrón de la Fundación WellChild, escuchó los desafíos a los que tienen que enfrentarse cada día, debido al aislamiento social y los temores de las familias que dependen de los cuidadores que ayudan con la atención médica las 24 horas al día. En esta videollamada también estuvo el CEO de la asociación, Colin Dyer, y una de las enfermeras de WellChild.
Durante la conversación con algunas de estas familias de WellChild, una organización que se centra en ayudar a los niños y adolescentes con problemas de salud en Gran Bretaña, Harry explicó lo afortunado que se siente de poder estar con su mujer y su hijo en estos momentos. ''Hay que celebrar esos momentos en los que te tirás al suelo y empezás a rodar como un loco. Inevitablemente, media hora más tarde, tal vez un día después, habrá algo con lo que tenés que lidiar y no habrá forma de que puedas escapar de ello'', además alabó la labor que realizan los padres con niños enfermos. ''¡Tener un hijo de 11 meses ya es suficiente!''.
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El príncipe Harry quiso compartir con esas familias como es su día a día y es que es una persona muy cercana y preocupada por los demás. Tanto es así, que junto con Meghan se ha unido a Project Angel Food's para repartir comida a quien lo necesita en Los Ángeles. Desea poder ser de ayuda a algunas personas que tan mal lo están pasando en estos momentos en todo el mundo, tanto por la enfermedad como por las consecuencias económicas derivada de la misma.
El hermano del príncipe Guillermo aseguró que son tiempos extraños los que estamos viviendo y debemos mantener la moral alta cada día para no caer en depresión. ''Si te levantas con la moral alta y decís, ‘OK, un nuevo día con mi familia, ¿qué hacemos?’. Claro, existe el miedo a lo que pueda pasar, pero hay muchas cosas que están fuera de nuestro control y de repente nos hemos dado cuenta de lo pequeños que somos en un mundo tan grande'', aseguraba el príncipe Harry, haciendo una reflexión sobre el virus que ataca a todos los continentes. El príncipe intenta mantener la moral alta y todo ello es gracias al cariño de su esposa, Meghan Markle, por la que fue capaz de dejar todo su mundo de castillos y realeza y vivir una realidad muy diferente, al otro lado del Atlántico, alejado de los `royals´, pero sin perder el gran corazón que siempre ha tenido.
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